304. En 1998, la investigación comunitaria contribuyó a una mayor comprensión de los mecanismos y la epidemiología de las radiaciones ionizantes, una evaluación más fiable de los riesgos y una reducción de las exposiciones. Por otro lado, se desarrollaron nuevas técnicas, en especial para la dosimetría y la conservación del medio ambiente. Por lo que respecta a la seguridad de los reactores, los trabajos realizados permitieron la modelización de posibles accidentes graves y la puesta a punto de técnicas eficaces de gestión de las crisis. Asimismo, se llevaron a cabo progresos científicos y técnicos en relación con el almacenamiento geológico de residuos de vida larga.