458. En 1998, primer año de apertura total del mercado de las telecomunicaciones a la competencia, la acción de la Comisión y demás instituciones de la Unión Europea tuvo por objeto, por un lado, garantizar la debida aplicación por los Estados miembros de la legislación en que se basa esta liberalización, en particular, en materia de servicio universal, y, por otro, completar dicha legislación en distintos puntos, como la portabilidad de los números entre operadores, los equipos terminales y las comunicaciones móviles. Se emprendieron también algunas iniciativas en los ámbitos de las radiofrecuencias, la firma electrónica, Internet y el «efecto 2000». Además se prestó especial atención a los aspectos internacionales de la sociedad de la información.