812. El 15 de junio la Comisión definió directrices ( 1 ) para la aplicación del programa PHARE ( 2 ) en 1998 y 1999 fundadas en las orientaciones definidas en 1997 ( 3 ) y que integran también la estrategia de preadhesión reforzada definida en la Agenda 2000 así como las prioridades y principios establecidos en las asociaciones para la adhesión. Las directrices deberían, en efecto, asignar el conjunto de las actividades PHARE aplicadas en los países candidatos a las necesidades de la preadhesión definidas en estas asociaciones, consagrando un 30 % de la ayuda a reforzar las instituciones (en cuyo marco se recalca de nuevo la financiación de acuerdos de hermanamiento entre instituciones de Estados miembros y de países socios) y un 70 % a la financiación de instrumentos destinados a reducir los desequilibrios sectoriales, regionales y estructurales de las economías de los países candidatos. Estas directrices tienen también por objeto racionalizar la aplicación de PHARE, en especial, para acelerar su ejecución.