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Emilia Pardo Bazán, escritora de viajes

Marta Torres Santo Domingo 12 de Mayo de 2021 a las 09:48 h

En el año del centenario de la muerte de Emilia Pardo Bazán (La Coruña 1851 - Madrid 1921) se suceden los homenajes a quien fue una de las mujeres más destacadas del mundo cultural del siglo XIX español, con una dilatada labor como narradora, periodista o ensayista, además de ser una gran defensora de los derechos de la mujer. Entre su amplísima obra destacan las novelas La tribuna (1882), Los pazos de Ulloa (1886), La Madre Naturaleza (1887) o Insolación (1889), cientos de cuentos, más de mil quinientos artículos periodísticos, o los ensayos La cuestión palpitante (1882) sobre la estética del naturalismo, y La revolución y la novela en Rusia (1887), introducción de la literatura rusa en España. Mantuvo una constante comunicación con los escritores españoles y desarrolló, hasta su muerte, una intensa actividad cultural que la llevó incluso a fundar y mantener ella sola una revista como el Nuevo Teatro Crítico (1891-1893), o ser nombrada, por ejemplo, presidenta de la sección de Literatura del Ateneo madrileño (1906) y catedrática de Literaturas Neolatinas de la Universidad Central (1916).

No es fácil escoger, en una breve semblanza, algún aspecto de su brillante quehacer pero, entre las obras que de ella posee la Biblioteca Histórica hay algunos ejemplares que evocan su labor como escritora de viajes por lo que nos centraremos en nuestro recuerdo en la faceta de doña Emilia viajera.


Lectora de libros de viajes desde su juventud, como demuestra su biblioteca personal, su afición como escritora de viajes nació desde el primer viaje al extranjero en 1873, a Suiza, que le sirvió para afirmarse en su gusto por la escritura y su vocación literaria. Para no faltar desde el primer día a la palabra que os he dado de no omitir en estos rápidos apuntes el más pequeño detalle de mi viaje, mi cuaderno preparado y mi lápiz cortado recientemente descansaban en mis rodillas cuando la diligencia se puso en marcha.


Posteriormente visitó Portugal, Inglaterra, Austria, Italia, Francia, Alemania y publicó con éxito relatos sobre esos viajes que le otorgaron un lugar excepcional en el panorama de la literatura de viajes de la época, donde había muy pocas mujeres, especialmente en España. Entre otros, destacan los títulos Mi romería (1888), Al pie de la torre Eiffel (1889), Por Francia y Alemania (1889), Por la España pintoresca (1896), o Por la Europa Católica (1902).


La prensa, tipología editorial que vivía su edad de oro, fue el escenario más adecuado para su proyección literaria y muchas de sus crónicas de viajes vieron la luz por primera vez en periódicos y revistas, consagrando a nuestra autora como una singular periodista. Entre las revistas no podemos dejar de mencionar la aventura editorial del Nuevo Teatro Crítico, empresa personal de Emilia Pardo Bazán. Posteriormente, algunos de sus escritos y crónicas viajeras fueron reunidos y publicados en forma de libro al estilo de lo que se hacía con las novelas por entregas.


Para nuestra viajera, el sentido del viaje va más allá de la historia o de la arqueología y solo se puede entender desde la emoción y el sentimiento que le provocan en el alma ambientes, paseos o recuerdos que pueden llegar a determinar a veces nuevas orientaciones para el artista. Así lo expresa en una reflexión sobre el arte de viajar que incluye en el artículo Desde el tren, publicado en La Ilustración artística primero (1899) y más tarde en su libro de viaje, Por la Europa católica (1902).

 

"... En España la afición a viajar sin objeto determinado, por el viaje solo, no se ha difundido todavía. Causa cierto asombro que yo la profese. Quizás no se explican que por ver un edificio viejo, menos aún, el lugar donde ocurrió un hecho memorable, donde surgió un recuerdo o se escribió una página de historia, ande nadie rodando por trenes y fondas y estaciones, gastando tiempo y dinero, y privado de esas "comodidades de la casa" sin las cuales mucha gente no comprende la vida.
¿Qué se saca de un viaje? Es difícil al pronto reducir a cifras tal genero de utilidad. Pero, según decía un respetable canónigo toledano, "la pintura vence a verso"; no hay como lo que entra por los ojos. Todas las descripciones de Toledo no equivalen a un paseíto por las callejas y rinconadas de la imperial ciudad en compañía de una persona familiarizada con sus secretos. Eruditos libros de arqueología no suplen a la contemplación del viajero embelesado. En eso de los viajes hay mucho que no es reductible al conocimiento, que no es "aprender", que va más allá y corresponde a las esferas delicadísimas del sentimiento...

 

Para disfrutar viajando, apunta doña Emilia en Fondas y Posadas, se necesita poseer una fuerte educación, una cultura con nociones de historia, arqueología y arte, urbanidad, firmeza en la defensa de nuestros derechos y respeto de los ajenos, precaución, el valor para arrostrar los peligros y la prudencia para sortearlos, y capacidad para entablar conversación sin caer en la curiosidad impertinente.


Cuando quiere plasmar su impresión personal en una crónica de viajes sabe doña Emilia que debe huir del pedantismo, del historicismo, de las descripciones detalladas y morosas. Con una lucidez llena de modernidad deja por escrito en su libro Al pie de la torre Eiffel, cuales deben ser, a su juicio, las características de una literatura de viajes que interese realmente al lector:

 

La necesidad de escribir de todo, y deleitando e interesando, aunque se traten materias de suyo indigestas y áridas, obliga a nadar a flor de agua, a presentar de cada cosa únicamente lo culminante, y más aun lo divertido, lo que puede herir la imaginación o recrear el sentido con rápida vislumbre, a modo de centella o chispazo eléctrico. En crónicas así, el estilo ha de ser plácido, ameno, caluroso e impetuoso, el juicio somero y accesible a todas las inteligencias, los pormenores entretenidos, la pincelada jugosa y colorista, y la opinión acentuadamente personal, aunque peque de lírica, pues el tránsito de la impresión a la pluma es sobrado inmediato para que haya tiempo de serenarse y objetivar. En suma, tienen estas crónicas que parecerse más a conversación chispeante, a grato discreteo, a discurso inflamado, que a demostración didáctica. Están más cerca de la palabra hablada que de la escrita.


Entre los libros de viajes que escribió, la Biblioteca Histórica conserva los siguientes.

Mi Romería. Madrid, Administración [de las obras de E. Pardo Bazán], [19-?]. BH REC 1271.

Por la Europa Católica. Madrid, Administración [de las obras de E. Pardo Bazán], [1902]. BH REC 1333.

Al pie de la torre Eiffel. Madrid, Administración [de las obras de E. Pardo Bazán], calle de S. Bernardo, 37, [ca. 1900]. BH REC 1324, BH REC 7702.

Cuarenta días en la exposición. Madrid, Administración [de las obras de E. Pardo Bazán], [1900]. BH REC 1321.
Por Francia y Alemania. Madrid, La España Editorial, [1890?]. BH FLL 40329.

No son estos libros los únicos recuerdos que de doña Emilia se guardan en la Biblioteca Histórica. Fruto de su personal relación con Rubén Darío, en el archivo del poeta se pueden leer algunas de las tarjetas de visita o alguna carta que nuestra viajera escribió a Rubén Darío durante sus años de estancia en España, mostrando su admiración por el que llamó amigo.


Bibliografía

Burdiel, Isabel, Emilia Pardo Bazán, Madrid, Taurus, 2019.

Carrasco Arroyo, Noemí, "Contra el olvido. Emilia Pardo Bazán, una viajera ante los lienzos del Greco", en La Tribuna: Cadernos de Estudos da Casa Museo Emilia Pardo Bazán, nº 5 (2007), págs. 331-347.

Carrasco Arroyo, Noemí, "Emilia Pardo Bazán, lectora y crítica de libros de viajes", en Lectores, ediciones y audiencia: la recepción en la literatura hispánica, coord. por María Cecilia Trujillo Maza. Editoral Academia del Hispanismo, 2008, pág. 74-79.

Freire López, Ana María, "Los libros de viajes de Emilia Pardo Bazán: el hallazgo del género en la crónica periodística", en Literatura de viajes. El Viejo Mundo y el Nuevo. Madrid, Castalia-Ohio State University, 1999, págs. 203-212.

López Quintáns, Javier, "Días de asueto: esparcimiento, descansos regeneradores y viajes de placer en la obra de Emilia Pardo Bazán", en La Tribuna: Cadernos de Estudos da Casa Museo Emilia Pardo Bazán, nº 6 (2008), págs. 325-358.

Pardo Bazán, Emilia, "Desde el tren", en Por la Europa Católica, Madrid, [Administración calle de S. Bernardo 37, 1902], págs. 9-16.

Pardo Bazán, Emilia, "Fondas y Posadas", en Por la Europa Católica, Madrid, [Administración calle de S. Bernardo 37, 1902], págs. 143-147.

Patiño Eirín, Cristina, "El viaje en el itinerario de la escritura de Pardo Bazán", en La Tribuna: Cadernos de Estudos da Casa Museo Emilia Pardo Bazán, nº 7 (2009), págs. 169-183.

 

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