Entre el 17 y el 21 de septiembre de 2012 he tenido la oportunidad de visitar la Biblioteca de la Universidad de Graz (http://ub.uni-graz.at/de/), capital de la región austriaca de Estiria, gracias al programa LLP-ERASMUS de Movilidad del PAS.

Los orígenes de esta institución se remontan a 1580, cuando el Colegio Jesuita de Graz se transformó en universidad, y su biblioteca, en biblioteca universitaria. Actualmente, es la mayor biblioteca académica de Estiria y la tercera más importante de Austria, con casi tres millones de monografías (es biblioteca depositaria del depósito legal de la región de Estiria), tres mil revistas impresas vivas, quince mil revistas electrónicas, un fondo histórico muy rico y más de veinte mil usuarios activos.

La Biblioteca de la Universidad de Graz es una biblioteca semidescentralizada, lo cual significa que  consta de una biblioteca general, que alberga la mayor parte de los fondos y centraliza y unifica ciertos procesos fundamentales, así como de dos bibliotecas de facultades y once bibliotecas de institutos.

Durante mi estancia he podido conocer con relativa profundidad la Unidad de Servicios de Información, encargada de la administración y puesta a disposición de los usuarios del sistema integrado de gestión de los fondos que posee la biblioteca (Aleph, de la empresa Ex Libris). En esta Unidad me atendió tanto personal bibliotecario como informático, lo que me permitió conocer los diferentes aspectos que intervienen en la gestión de dicho sistema (aspectos que, por otra parte, están directamente relacionados con el trabajo que realizo en la Biblioteca de la Universidad Complutense).

Por otro lado, pude visitar la Unidad de Colecciones Especiales, concretamente la Sección de Manuscritos, lo que me permitió contemplar algunas de las joyas bibliográficas que posee la Biblioteca de la Universidad de Graz (entre las que se puede destacar un conjunto de papiros procedentes de Oxirrinco, cinco pergaminos del Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí, más de mil incunables y una amplia colección de cartas manuscritas de destacados intelectuales y científicos, las más importantes de las cuales son una serie de cartas de Kepler), así como el Departamento de Digitalización, que cuenta con un sofisticado dispositivo de digitalización inventado y patentado por la propia universidad.

Para finalizar mi estancia, visité las bibliotecas de la Facultad de Teología y del Instituto de Ciencias del Deporte, como ejemplos de una biblioteca de facultad y de instituto, respectivamente.

Me gustaría señalar que ha sido una experiencia muy positiva, pues considero que el intercambio de conocimientos entre profesionales de distintas instituciones es siempre muy enriquecedor.