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FESABID 2013. Encajar lo Open-Libre en el mundo real

Andoni Calderón Rehecho 27 de Mayo de 2013 a las 12:44 h

Tomás Saorín (@tsaorin) coordina la mesa, incluida entre las actividades sociales posteriores a la clausura. #fesabid13 #fs24

El reto consiste en encajar el Open Libre en las instituciones. Deberían haber incluido también el concepto de transparencia pero habría alargado el título todavía más.

Presenta a los participantes con los que le gustaría construir un diálogo: Eva Méndez (@evamen), militante sobre conocimiento abierto y Vicerrectora de la Universidad Carlos III; Julio Cerdá, del Servicio de Archivos y Documentación del Ayuntamiento de Arganda del Rey y Alberto Abella (@aabella) de la Agencia Rooter y fundador de la Open Knowledge Foundation.

Alberto comienza, retrotrayéndose a diez u once años atrás con el open software. Al hacerse abierto se llegaron a crear realidades como Valdemoro Linux, que lógicamente están muertas, lo que nos quiere decir que la libertad que proporciona el conocimiento abierto no sobrevive sin masa crítica: si hubiera 15 wikipedias, no habría ninguna. Hay que hacer por tanto la distinción entre libre y abierto.

Julio en su papel de gestor de datos asegura que es crucial que seamos conscientes de que no somos los propietarios de la información sino los que creamos medios de acceso y lo facilitamos. La tecnología es un gran problema con sus pros y contras. La fábrica de datos todavía está en formación. Hasta hace 4 días sólo se pedía que se pudiera buscar; ahora que esté en ficheros estructurados, abiertos, metadatados, recolectables... En realidad lo podemos hacer (es un mandato sobrevenido añade Tomás).

Eva habla de la especificidad del mundo académico con el Open Access de las publicaciones científicas, de los datos científicos, de los datos administrativos, de los cursos en abierto (que es distinto que Recursos Educativos Abiertos: OER)... en realidad de la universidad abierta. Pero existe un contraste entre una postura hippie (Openness) y la realidad no tan desprendida que tiene en cuenta los requisitos de la ANECA, el conseguir un mejor sueldo u obtener rendimientos económicos de un curso que no sea abierto. Por tanto lo que hay que mirar es la actitud con respecto a la apertura y su cuantificación. Los MOOC son un ejemplo claro: están de moda, se pide que se expandan, pero la Universidad vive de las matrículas. Le pregunta a Alberto cuánta gente acaba un MOOC.

Alberto dice que depende de los casos y como de gran éxito menciona el suyo sobre Open Data que ha tenido un seguimiento total muy alto: el 20% de los inscritos (sin nombrar a Hitler, y con pocos roces entre alumnos). Cuánto de abierto? Hace referencia a http://meloda.org que utiliza 3 criterios desde el punto de vista de reutilizadores: accesibilidad, formato, legal.
De los 700 datasets del portal abierto de España, el 70% no son reutilizables, en contraste con lo que dicen las condiciones legales. La cuestión técnica es el principal problema. Repite un mantra en el ámbito de la reutilización de la información: un pdf no es reutilizable.

Tomás dice que por ejemplo la Wikipedia es reutilizable para cualquier función y que un portal no es open hasta que cumple una serie de requisitos y está sujeto a vigilancia social.

Eva menciona a Tim Berners Lee en un TEL (Club de la Comedia científico) defendiendo lo abierto. Ella piensa que le resulta fácil hacerlo sin tener compromisos. Técnicamente es posible pero no cuando choca con los intereses. Pone como ejemplo los millones de cursos abiertos que existen. ¿Cuántos son realmente reutilizables, OER? En la Carlos III están trabajando en MAREA para que sean realmente abiertos y reutilizables. Uno de los problemas que se dan se relaciona con el miedo a "me van a copiar". Ya no es problema sólo de licencias sino de egos del conocimiento.

Tomás: ¿Qué pasos podríamos dar las instituciones o empresas?

  • Julio quiere hacer una apostilla: diferenciar la gestión de lo abierto de la gestión del conocimiento. La gestión de datos públicos es la de los documentos de archivo. Un cuestión a considerar que es esencial es que el valor social, económico, de cualquier tipo es diferente de aquél para el que fue pensado. El open data hasta ahora era una moda, se consideraba que un .csv creado por un Ayuntamiento era open data. Del mismo modo que los indicadores de transparencia de algún organismo internacional. Desde 2013 hay una norma técnica que regula el modo en que se tiene que reutilizar la información.
  • Alberto dice que se está intentando todo muy tibiamente. Lo que es preciso es permitir la interconexión. Si no conseguimos que haya esa interconexión deja de ser útil, no hay negocio... Actualmente se dice que hay 400 millones de euros año (es lo que dicen que ganan las empresas infomediarias, han perdido el 20% de los ingresos) en España. Pone un ejemplo canadiense de hacer "transparencia" publicando un listado de las fundaciones que más se desgravan. El resultado fue que las situadas en las primeras posiciones eran totalmente desconocidas y eran un caso claro de lavado de dinero. Hay poca literatura sobre el impacto económico de la liberalización. Pone un ejemplo de AEMET pero me despisto (creo que en septiembre cierra lo que tenía en abierto).
  • Eva se plantea cómo bajar el discurso a la realidad. Lo mejor es que se legisle, que haya jurisprudencia. En España hay una ley de accesibilidad desde 1999 pero no se empieza a cumplir hasta que comienzan a existir sentencias. No estamos acostumbrados: vamos a hacer una copia al Catastro por la que pagamos, cuando deberíamos obtenerla desde casa en la pantalla, en la impresora... Una segunda manera es mediante la inyección económica. El sueño de una biblioteca universal europea comienza en los años 90; pero no empieza a cumplirse hasta que invierten una gran cantidad de dinero, que es lo que supone el VII Programa Marco. Si quiero que mi institución haga que todos los cursos sean reutilizables, sean OER... tiene que decirlo el Rector, o el Ministro de Educación o la Unión Europea, depende del marco. ¿Cuándo comienza a hacerse el Open Access? No basta con el mandato. También es necesaria financiación pública para que esté en abierto. Igual se llega a la conclusión de que no es preciso abrirlo.

Tomás dice que tenemos una buena ley de reutilización pero se ha avanzado muy poco. Él hablaría de incentivos, no siempre económicos. Habría que dedicar recursos para comprender qué mueve a hacer las cosas.

Julio contesta que deberíamos fijarnos en lo que están haciendo en otros lugares. Entre él y Alberto nos hablan de Eatsure.ca o Trulia.com (inmobiliaria ha hecho mapa de ratios con crimen), del "mapa de la felicidad" en el que se ve lo que la gente está comprando en EE.UU. (se genera al pagar con la VISA), que en EE.UU. hay 73.644 datasets, 9.304 en el Reino Unido y 801 en Datos.Gob.es.
Alberto nos pregunta cuál es el dataset más usado en España. La respuesta es: el calendario laboral. Subraya la idea inicial de su intervención: hay muy poco en España, no hay efecto de red...  [la idea es: ¿para qué sirve un único teléfono en el mundo si no puedes hablar con nadie?] lo que significa que hay pocos negocios que se fijen en él.

Tomás vuelve sobre la idea de que con los open data son otros los que le dan más valor o los reinterpretan.

Julio menciona a Civio, a David Cabo [Lo tenemos en BIB, en el apartado 9.4] Dóndevanmis impuestos, España en llamas.
Este archivo (¿?) es una fábrica de sueños. En vez de ensoñación hay que hablar de gestión.

Tomás: ¿qué barreras, prevenciones, precauciones hay que tener antes de lanzarse a un proyecto abierto?

  • Alberto se pregunta qué impedimento tiene cualquiera para publicar sin ley de transparencia. En realidad la barrera es la voluntad.
  • Julio comenta que hay herramientas de gestión documental ya establecidas que ayudan. Recomienda como clave la ordenanza de transparencia de Zaragoza. Menciona la tentación de no dar información (es lo más cómodo). Nosotros debemos estar del lado de los de fuera, de los que la requieren.
  • Eva cree que la mayor barrera es la actitud. Si libero, el ciudadano sabe lo mismo que yo. ¿Cómo lo vamos a dar gratis? Lo mismo en la universidad: si doy lo que sé, sabe tanto como yo, me dejo de legitimar como científico, como docente... Problema de EGO, cuestión de incentivos, de retribuciones. Los incentivos no deben ser sólo económicos; pero es evidente que lo más sensible para casi todos es el bolsillo.

Desde el público se pregunta qué colisión puede haber entre propiedad intelectual y open data.

  • Tomás dice que los datos no son exactamente una producción intelectual, en ese caso la intersección vendría por la cuestión de la protección de datos.
  • Alberto menciona un informe (User Generated Content Report) y afirma que algunas industrias no pueden crecer si no hay regulación.

El tiempo es ido. Otros esperan para entrar.

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