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La iconografía de la Puerta del Cordero

Sara A. Esteban Navarro 13 de Mayo de 2015 a las 12:13 h

Erigida en estilo románico, la Iglesia de San Isidoro de León fue edificada por Fernando I a finales del siglo XI, para albergar las reliquias de San Isidoro de Sevilla, sustituyendo a un templo dedicado a San Juan Bautista que arrasó Almanzor. La basílica consta de tres naves, crucero saliente y cabecera de tres ábsides. La nave central fue sustituida por otra tardogótica.

El tímpano de la puerta sur, la llamada Puerta del Cordero, contiene una iconografía controvertida. La integridad del tímpano se cuestionó por la posición de los ángeles que sostienen entre sus manos una cruz. Se les consideró restos de una Ascensión. Sin embargo, no es posible reconstruir otra posición para ellos. La posición irracional de los ángeles crucíferos demuestra la aversión del artista a modificar cualquier parte del bajorrelieve inferior. Por lo que el friso del Sacrificio de Isaac es mucho más importante que el tema del Agnus Dei o Cordero de Dios. Tema del registro superior donde aparece el cordero vexilifero dentro de una corona de laurel sujeta por ángeles. Es un cordero apocalíptico de la Segunda Venida de Cristo. Sujeta la cruz en señal de triunfo sobre la muerte.

 La combinación del Agnus Dei y el sacrificio de Isaac eran frecuentes en el siglo XI. Sin embargo, el tema se eligió para crear una nueva iconografía apropiada al momento de la Reconquista. En el registro inferior aparece como el ángel entrega el cordero a Abraham como sustituto de Isaac en el sacrificio, pero en el Génesis 22, 13, fue Abraham quien encontró al cordero enganchado en un arbusto. Sobre la escena aparece la Dextera Dei o mano derecha de Dios. En el extremo derecho se puede identificar a Sara, la esposa de Abraham, sentada cerca de una estructura que representa su casa, donde es habitual que reciba la visita de tres ángeles que le anuncian su esperada concepción. El jinete fue identificado con Balaam, profeta de Mesopotamia, y la figura que se desprende de sus zapatos con Moisés, también con los dos sirvientes que acompañaron a Abraham e Isaac en su viaje a Moriah. Ninguna de las hipótesis encaja con el tema iconográfico. Además los sirvientes tenían vetado los lugares de sacrificio. Otra interpretación, es que el jinete y la figura que se desplaza hacia la ofrenda, sea en ambos casos Isaac preparándose para el sacrificio.

El arquero de la parte izquierda se ha identificado con Ismael, primogénito de Abraham, y la imagen femenina que se encuentra junto a él, correspondería con su madre, la criada Agar. En este contexto narrativo la interpretación parece acertada puesto que, cuando Sara tuvo a Isaac, Ismael y su madre fueron desterrados. Ismael creció en el desierto y fue un gran arquero. Por lo que el tema del tímpano podría ser la oposición de Sara e Isaac a Agar e Ismael como personificaciones del Nuevo y Antiguo Testamento. La iconografía de San Isidoro es única, pues identifica a Ismael y a su madre con sarracenos. Ya que Ismael es representado con turbante montando a la forma musulmana, es decir, a la jineta, dándose la vuelta para disparar. Y Agar levanta su falda, comportamiento asociado a la lujuria islámica.

Abraham es el patriarca que reconocen tanto musulmanes como cristianos. El antagonismo de ambos pueblos se inicia cuando Dios establece la genealogía de los Elegidos con la descendencia de Isaac. El tímpano, realizado en plena Reconquista confirmaba a los cristianos su derecho de cruzada y victoria.

Los especialistas han datado la portada durante el reinado de Alfonso VI en torno a 1100. Bajo este rey la Reconquista entró en su principal fase militar. Sin embargo, el tema del tímpano no resulta apropiado para el reinado de este monarca, pues la madre de su único hijo varón era morisca. El tímpano debería ser datado después de su muerte, alrededor de 1115. Pudiendo formar parte de una maniobra política para que su sucesora fuera su hija Urraca, quien reinó a partir de 1109. No obstante, encaja mucho mejor, durante el reinado de Alfonso VII (1126-1157), cuando el control de la Península se transformó en el objetivo principal de su gobierno. En este clima anti-islámico, pudo haber sido el momento idóneo para la elaboración del tímpano.

Bibliografía:

WILLIAMS, John W., “Generationes Abrahae: Iconografía de la Reconquista en

León”, en Sánchez Ameijeiras, R. y Senra Gabriel y Galán, J. L (coords.), El tímpano

románico: imágenes, estructuras y audiencias, Santiago de Compostela, 2003, pp. 155-

180.

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