Hoy en día, casi todas las exposiciones contienen entre sus obras libros encuadernados, siendo los protagonistas de la muestra o acompañando a las obras principales.

A lo largo su historia, un libro pasa por multitud de fases, estados, manos y lugares que ejercen sobre él su influencia y lo convierten en el objeto que es hoy en día. El libro antiguo que nos llega a las manos no siempre fue como es en la actualidad, lo que se refleja en el contenido (ha podido ser modificado, completado, agrupado con otras obras etc.) y en sus características físicas. Algunas de estas características pueden aportar datos muy interesantes sobre cómo fue un libro en su nacimiento, juventud y madurez.

Durante los días 23 y 24 de noviembre, la Fundación Giorgio Cini, a través de la Academia online ARCHiVe, ha ofrecido una serie de conferencias enmarcadas dentro del título Workshop manipolazione e conservazione di beni librari e archivistici. Mediante la exposición de casos prácticos, las ponentes han descrito los diferentes deterioros que pueden presentar los fondos documentales, analizando la diferencia entre conservación preventiva, acondicionamiento y restauración y proponiendo soluciones concretas encaminadas a fomentar el manejo correcto y la preservación de las colecciones

El término marginalia hace referencia a los comentarios o glosas colocadas en los márgenes de un libro o un escrito cualquiera,¹ pero engloba un significado más amplio que recoge multitud de manifestaciones gráficas, textuales y no textuales, que acompañan a los textos originales de los libros y que los convierten en ejemplares únicos, diferenciándolos de sus iguales y remarcando su historia y evolución particular.

La aparición del papel como soporte para la escritura propició que el pergamino, soporte por excelencia hasta el momento, comenzara a ser utilizado como material para las encuadernaciones a partir de los siglos XII y XIII en la península. Su elevada resistencia, flexibilidad y sencillez a la hora de trabajarlo lo hicieron el material ideal para el recubrimiento de libros manuscritos sobre papel y, con el paso de los años y la aparición de la imprenta, también de libros impresos.

El Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya (CRBMC) ha organizado un ciclo de conferencias online en las que nos muestran la intervención completa llevada a cabo sobre tres obras gráficas de diversas tipologías.

Esta sencilla cabezada fue empleada durante la Edad Media y el Renacimiento y podemos encontrarla nombrada en la literatura especializada como cabezada gótica-italiana. Se solía realizar con hilos gruesos de color natural sin teñir sobre un alma de piel o cordel vegetal que posteriormente servía para enlazar el cuerpo del libro a las encuadernaciones.

La cabezada que os mostramos hoy se complica ligeramente con respecto a la anterior: cabezada francesa simple o pekiné. No en vano podemos encontrarla en la literatura especializada nombrada como "Cabezada francesa doble".

Durante los meses de abril y mayo de 2020, la Universidad de Granada ha organizado un ciclo de conferencias online relacionadas con la conservación y restauración de documentos y obra gráfica.

Las cabezadas no solo proporcionan cualidades estéticas a las encuadernaciones que las contienen, sino que, a lo largo de la historia, han sido un elemento estructural fundamental de las mismas.