Que las mujeres tenían menos dientes que los hombres fue un error enquistado por Aristóteles y repetido por todos los tratadistas al amparo del "principio de autoridad". Plinio se sumó a esta corriente de alta erudición apostillando que los varones tenían 32 piezas dentales, las mujeres dos menos y los castrati menos aún: solo 28. No fue hasta que a Andreas Vesalius (1514-1564) se le ocurrió por fin contar los dientes y muelas de hombres y mujeres que concluyó "que hombres y mujeres tenían el mismo número de dientes".
A lo largo de la historia la mujer ha estado vinculada al cuidado de la salud, incluida la salud dental. Sin embargo, aunque tenemos referencias de mujeres que practicaban la medicina desde la Antigüedad, a menudo se han encontrado con impedimentos legales para ejercer la profesión dental.
No obstante, pese a la discriminación y obstáculos sociales que las mujeres encontraron a lo largo del camino, contamos con una serie de pioneras que lograron romper las barreras tradicionales y establecieron las bases que llevarían a la mujer a ejercer como profesionales de la odontología.
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