Inicio Biblioteca Complutense Catálogo Cisne Colección Digital Complutense

Altamira y Matilde Múzquiz

17 de Junio de 2010 a las 10:39 h

La Cueva de Altamira, cerrada al público debido a la masiva afluencia de visitantes, que amenazaba con poner en peligro la conservación de las pinturas, volverá a abrir sus puertas a principios de 2011. Así lo ha decidido por unanimidad el Patronato de Altamira, que se compromete a aplicar todas las normas y condiciones que aseguren la conservación de este bien cultural, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.
Hasta entonces, seguiremos teniendo la oportunidad de visitar la excelente réplica que se encuentra desde 2001 en el Museo de Altamira. El equipo de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, bajo la dirección de Matilde Múzquiz, profesora de Dibujo, y Pedro Saura, catedrático de fotografía, llevó a cabo la reproducción de las magníficas pinturas del techo de la cueva. Se utilizaron las mismas técnicas de dibujo, grabado y pintura que emplearon los pintores paleolíticos.


El mismo equipo realizó reproducciones para el Deutsches Museum de Munich, para el Parque España de la costa  de Ise-Shima, cerca de Osaka (Japón) y para el Parque de la Prehistoria de Teverga, en Asturias.
Desde la lectura de su tesis doctoral, en 1988, Análisis artístico de las pinturas rupestres del gran techo de la Cueva de Altamira -puedes consultarla a texto completo a través de Internet- nuestra profesora Matilde Múzquiz1 no ha dejado de investigar en Altamira.
"Los grabados, dibujos y pinturas paleolíticas de la Cueva de Altamira [...] tienen un denominador común: interpretan, fundamentalmente, animales. Éstos son coherentes con el espacio que ocupan. Pequeñas o grandes, las figuras aparecen siempre majestuosas. Las líneas del grabado o dibujo denotan un gran conocimiento de la estructura ósea del animal. El trazo es firme. Los animales interpretados son ágiles y elegantes, con la elegancia del que es austero porque conoce lo esencial. Interpretan siempre la vida. Contienen un significado que, aunque sin descifrar, está ahí, desafiante, y su magia ha permanecido hasta nuestros días.
Altamira cuenta con la obra de un creador, el de los grandes policromos, que tenía al mismo tiempo concepción de escultor y pintor. El tema a tratar estaba marcado por la sociedad [...] El grupo humano con el que convivió permitió la dedicación del pintor a esta obra durante tiempo prolongado. Fue de elección del autor el modo de concebirla e interpretarla. Creó varias figurs con un carácter lúdico, una concepción de unidad y una compleja combinación de procedimientos llevados a cabo con sencillos materiales, buriles, carbón, óxidos de hierro y agua, y siguiendo un proceso planificado en la aplicación de los procedimientos. Se trata de una obra pensada en su concepción y en sus soluciones plásticas. Las figuras poseen un fuerte carácter, el de su autor. Sus trazos son firmes y sin rectificaciones. Todos los bisontes son diferentes entre sí pero se relacionan en sus proporciones y en el espacio en que han sido creados. Debió el pintor mirar largamente a los ojos de los bisontes con los que convivió, pues quiso interpretar la intensidad de su mirada, a través de la cual hoy se comunica con la nuestra. Los bisontes pesan, respiran, y el haber pintado en distinta posición la cola de cada uno de ellos nos hace recordar, al pasar la vida de uno a otro,  el constante movimiento de la cola de los bisontes vivos. Parece que nos introducimos en una escena familiar, en la que cada miembro cumple su función en un día cualquiera de su vida, con un sentido de jerarquía marcado por el gran bisonte. El pintor ha transferido su vida a su obra de tal forma que en la gran sala parce percibirse su presencia. Su obra es fruto de su capacidad creadora, del conocimiento y de un intenso y prolongado trabajo por el que ha ido penetrando profundamente en ella. Además. estas grandes figuras no están recortadas sobre un techo uniforme. Por el contrario, están compartiendo el espacio con innumerables grabados, dibujos y pinturas que hacen de este recinto una de las obras de arte más importante de todos los tiempos." (Matilde Múzquiz. Técnicas, procedimientos de ejecución, autores y planteamientos artísticos de las pinturas de Altamira. En: Altamira. Barcelona: Lunwerg, 1998, pp. 59-87).

1Nuestra querida Matilde Múzquiz falleció el día 19 de junio de 2010.

 

[Poner comentario] Altamira y Matilde Múzquiz


Universidad Complutense de Madrid - Ciudad Universitaria - 28040 Madrid - Tel. +34 914520400
[Información - Sugerencias]