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Las vírgenes sabias de Leonard Woolf

Carlos Lombas - 17 de Agosto de 2009 a las 09:15

"Sí, siempre mantened los clásicos a la mano para prevenir la caída" (Virginia Woolf)

Para subtitular esta novela, utilizaré el nombre que les da Margaret  Atwood a las mujeres de las que trata la novela: "Musas de peluche" , afirmando también que rompe una lanza por todas las mujeres tontas que nos ha dado la literatura.

La exclusiva y privilegiada sociedad inglesa a la que perteneces Las vírgenes sabias y los hombres que las contemplan, están sometidos a un entramado de convencionalismos, donde las ellas de todas las edades no muerden el anzuelo de la aventura, viviendo bajo la  moral o la pauta intelectual de unos ellos saciados de poder y orgullosos de su misión tutelar.

Quién abre la boca para opinar lo hace sometido al decálogo inamovible de las buenas maneras, orientadas hacia un fin que no es otro que ser guía o discípulo, masculino sobre femenino en las sucesivas edades, desde la niñez al matrimonio hasta la viudedad.

Madres e hijas, padres e hijos son los dos frentes de batalla, palabras y modales, desinterés y efervescencia, ofuscados ambos en transitar por la misma línea social de su linaje.

Las alabanzas que entre líneas se mastican van hacia aquellas mujeres que mientras tontean dan felicidad.

Podría ser esta novela una autobiografía del ideólogo del grupo de Blomsbury, con otros nombres para dar a la ficción una distancia, pero es  tan traslucido el paralelismo con aquellas personalidades adyacentes saliendo de ellos mismos para ser el ego que no encaja en el mundo, que se superponen sus vidas.


Un mapa del puritanismo donde despunta cierta idea sobre la libertad individual que todo matrimonio puede mutilar.

Otro siglo se avecina vacilante ante las opiniones de las sufragistas o la disciplina de las lecturas que quieren abandonar el patrón romántico de Robert Burton  y se provocan resistencia para no malograrse con Dostoievski.

Leonard Sidney Woolf nació en Londres en 1880. Fue el tercero de los diez hijos del abogado judío Solomon Rees Sydney y de Marie (de Jongh) Woolf. Cursó estudios en el St Paul's School de Londres, y en 1899 ganó una beca del Trinity College de Cambridge para estudiar a los clásicos. Allí fue elegido miembro del exclusivo grupo de los «Apóstoles» de Cambridge, donde trabaría amistad con Lytton Strachey, Clive Bell, Thoby Stephen, John Maynard Keynes, E. M. Forster y Beltrand RusselL, que formarían parte más adelante del Círculo de Bloomsbury.
En 1913 publica su primera novela, Una villa en la jungla, inspirada en parte en sus experiencias en las colonias. Un año más tarde aparece Las vírgenes sabias (escrita entre octubre de 1912 y agosto de 1913). Y 1916 publica el tratado International Goverment, que influye poderosamente en la creación de la Sociedad de Naciones.
Fue durante aquellos años cuando su esposa Virginia empeora de sus cada vez más frecuentes ataques maníaco-depresivos. Siempre pendiente de la salud de su mujer, y en parte para procurarle una distracción, compra en 1917 una pequeña máquina de impresión manual con la que funda la célebre Hogarth Press, editorial que dirige hasta su muerte, y en la que publicaría, aparte de las obras de la propia Virginia Woolf, trabajos de amigos como T. S. Eliot -del que editó La tierra baldía-, Katherine Mansfield y E. M. Forster, con diseños de la pintora Vanessa Bell (hermana de Virginia). En 1941, a pesar de los cuidados prodigados por su marido, Virginia se suicida, y poco después Woolf se enamora de Trekkie Parsons, una ilustradora casada, veintidós años menor que él; esta relación durará un cuarto de siglo. Leonard Woolf murió el 14 de agosto de 1969. Sus cenizas fueron esparcidas en las tierras de Monk's House, en Rodmell, Sussex.
(Datos biográficos: Editorial Impedimenta)

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