Documento de Trabajo 9801-9802.

Cátedra Jean Monnet de Integración Económica

Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

 

10. LAS RELACIONES EXTERIORES ENTRE LA UNIÓN EUROPEA Y LOS PAÍSES DEL ESTE

Jorge Malfeito

Los países de Europa Central y Oriental (PECO) han experimentado en estos últimos años importantes transformaciones políticas, económicas y sociales. En su transición de una economía socialista hacia una economía capitalista de mercado, la apertura comercial se ha considerado un instrumento sustancial para su inserción exterior. En este trabajo analizaremos cómo se han desarrollado las relaciones comerciales entre los PECO y la Unión Europea (UE) entre 1989 y 1994.

Dentro de los PECO vamos a considerar a Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Albania, Estonia, Letonia y Lituania. Estos diez países vienen a significar en cifras algo menos de 1.100.000 Km2 de la superficie de Europa y poco más de 107 millones de habitantes.

Inicialmente repasaremos los antecedentes de los PECO en materia de política comercial y analizaremos en qué medida esa herencia ha beneficiado o perjudicado su apertura hacia el exterior.

Después analizaremos el planteamiento de la política exterior aplicada por los nuevos gobiernos de estos países y estudiaremos los efectos que han tenido hasta ahora los denominados Acuerdos Europeos (AE) sobre la inserción comercial en los mercados comunitarios. Estos representan la voluntad firme y ambiciosa de fortalecer y aumentar las relaciones comerciales, así como de lograr la plena incorporación de los PECO a la UE en los próximos años.

Finalmente valoraremos estadísticamente la repercusión económica que la política de apertura y los Acuerdos Europeos han tenido sobre el crecimiento económico de estos países.

10.1. ANTECEDENTES

Las economías centralizadas o de sistema administrativo se caracterizaban por la escasa participación en las relaciones comerciales internacionales y por la elevada concentración de sus intercambios comerciales en el bloque soviético. Tan solo la antigua Yugoslavia se distanció de este modelo desde principios de los años sesenta e intentó una mayor apertura al mercado mundial a través, entre otras medidas, de la reducción de aranceles, la flexibilización del control de cambios y su incorporación a los organismos internacionales de comercio.

En el modelo soviético la estructura productiva respondía a decisiones burocráticas piramidales y no a criterios económicos de eficiencia y competitividad. El Estado decidía la estrategia productiva de las empresas (la mayor parte de propiedad estatal) y el establecimiento de los precios, sobre la inconvertibilidad de las monedas y la utilización de las divisas. En este contexto, el comercio exterior era considerado sólo como un instrumento secundario para cubrir las carencias internas de algunos productos a fin de lograr el crecimiento extensivo de la economía.

La concentración geográfica de los intercambios fue otro de los rasgos característicos del comercio exterior en estos países. La mayor parte de los flujos comerciales se concentraba en la región y se realizaba a través del Consejo de Ayuda Económica Mutua (CAEM). La Unión Soviética actuaba como principal socio comercial de cada uno de estos países: era su principal suministradora de materias primas, al tiempo que primera compradora de los productos elaborados por los PECO.

En la posición marginal de los PECO en el mercado mundial también influyó el trato discriminatorio que sufrían de los países occidentales en el ámbito de la guerra fría, soportando restricciones arancelarias y no arancelarias superiores a las aplicadas a otros socios comerciales de la OCDE y la imposibilidad de beneficiarse del trato preferencial a sus transacciones.

Durante el periodo de vigencia del modelo de planificación, además de la peculiaridad de sus flujos de intercambio, se interiorizaron toda una serie de normas reguladoras de los mercados y se crearon unas instituciones y unas infraestructuras en las que descansaba el comercio exterior y la cooperación económica de los PECO. En este sentido, el modelo originó una serie de perturbaciones, entre otras: el aislamiento de las empresas del funcionamiento del mercado mundial y de los precios internacionales, el profundo desconocimiento de los agentes económicos de las normas de conducta de una economía de mercado y la baja calidad de los productos. Además, el modelo de inserción regional hasta ahora descrito favoreció la concentración de los flujos comerciales y dio como resultado un solapamiento de capacidades productivas entre los distintos países de la región, lo que vino a dificultar su posterior especialización productiva y la reorientación de sus exportaciones hacia los mercados de Occidente.

 

 

10.2. El PLANTEAMIENTO DE LA POLÍTICA COMERCIAL Y DE LOS ACUERDOS EUROPEOS

10.2.1. Liberalización de las relaciones comerciales exteriores

Con el inicio de las reformas, los nuevos gobiernos instaurados en los PECO se vieron obligados a encarar importantes cambios con objeto de sustituir los mecanismos de acumulación y regulación y lograr la transición hacia economías capitalistas de mercado. Fue así como todos los países procedieron al desmantelamiento del modelo de cooperación comercial regional vigente hasta entonces y buscaron nuevas fórmulas para su inserción exterior. Esta tarea no estuvo exenta de dificultades (con distinto grado según los países), tanto de índole interna como externa.

La situación de crisis interna generalizada afectaba a todos los ámbitos: productivo, monetario, institucional y también exterior, por lo cual los gobiernos debían actuar sobre un conjunto de variables internas, pero al mismo tiempo era imprescindible un nuevo planteamiento de sus políticas de inserción exterior para estimular las reformas y para que éstas alcanzasen un grado suficientemente significativo.

Además, se hizo latente la existencia de fuerzas interesadas en invalidar o frenar la marcha de las reformas. De manera que hubo grupos de diferente cariz que pusieron todos sus esfuerzos en impedir el desmantelamiento de las viejas estructuras que hasta entonces le habían reportado importantes beneficios o privilegios.

Por otro lado, la crisis productiva de los PECO dejaba insatisfecha parte de la demanda interna de bienes de consumo y limitaba la capacidad exportadora de estas economías hacia los países occidentales, agravada aún más si cabe por el solapamiento productivo y la baja calidad de los productos de estos países.

Además, han existido factores exógenos que han condicionado el planteamiento de la nueva política exterior de los PECO. Por un lado, el desmantelamiento del CAEM supuso la supresión de la mayor parte de los intercambios entre ellos; y por otro, la disolución de la URSS significó para los PECO la desaparición del país que había sido hasta entonces su principal suministrador de materias primas y cliente para sus productos elaborados.

También la unificación de las dos Alemanias fue otra importante pérdida para las relaciones comerciales de la región, en cuanto que supuso la pérdida de uno de los mercados (la R.D.A.) que daba mayor dinamismo a los intercambios de la zona. Todo ello en un marco donde la nueva adopción del sistema de precios mundiales manifestaba las grandes dificultades de las empresas de estos países para competir en un mercado mundial después de haber estado produciendo en un mercado subvencionado. Mientras tanto, la escasez de divisas limitaba la adquisición de bienes de consumo para satisfacer la demanda interna y de bienes de producción con los que reemprender la reforma del sector productivo en estos países.

Todos los factores hasta aquí descritos forzaban la búsqueda de nuevas políticas de inserción exterior. En ese entorno, todos los países de Europa Central y Oriental optaron por seguir un planteamiento basado en la liberalización de las relaciones comerciales exteriores, con diferente intensidad y forma según los casos. Desechando así otros planteamientos que considerasen el mantenimiento de vínculos entre las economías que hasta entonces habían conformado el bloque del Este, por considerarlos costosos desde el punto de vista económico y político, al favorecer el continuismo y entorpecer las reformas.

Los gobiernos de los PECO elaboraron sus políticas comerciales bajo una óptica optimista que concedía sobre todo bondades a la inserción exterior, menospreciando los desajustes económicos internos que estas políticas podían originar. Además gozaban del beneplácito de los países occidentales, quienes veían en este enfoque una auténtica voluntad de transformación de esos países.

De esta manera, se procedió a eliminar el monopolio del comercio estatal, se dio libertad comercial a la mayor parte de las empresas, se liberalizaron la mayoría de las exportaciones e importaciones, así como los precios, se sustituyó el sistema de contingentes por un sistema de aranceles similar al de los países occidentales, se crearon mercados de divisas y se estableció la convertibilidad de las distintas monedas nacionales en las operaciones por cuenta corriente.

Con la nueva política comercial exterior se pretendía dotar a estas economías de un mayor grado de competencia entre sus empresas, tanto a nivel interno permitiendo la entrada de productos extranjeros, como externo compitiendo con las empresas occidentales para vender sus productos fuera. Así se conseguirían abaratar costes de producción, un cierto saneamiento financiero de las empresas que se adaptasen a la competencia, la obtención de divisas, la entrada de productos que incorporasen tecnología avanzada y en definitiva el crecimiento de la economía.

10.2.2. Mirando hacia la Unión Europea

Tras la liberalización emprendida por los Países de Europa Central y Oriental, el acceso de sus productos a los mercados occidentales ha gozado de unas condiciones más ventajosas que las que tenían durante el periodo de comercio de estado. Los países occidentales han dejado de aplicar las restricciones cuantitativas y las disposiciones discriminatorias que regulaban los intercambios en el periodo anterior y los PECO han recibido un trato similar al del resto de los países miembros del GATT, beneficiándose del Sistema de Preferencias Generalizadas y de la Cláusula de Nación más Favorecida.

La UE es la región del mercado mundial que mayor acercamiento ha tenido hacia los Países de Europa Central y Oriental. La situación comercial precedente de los PECO respecto a la UE cambió a partir del 16 de diciembre de 1991, fecha en que se suscribieron los AE entre ésta y Checoslovaquia, Hungría y Polonia, que más tarde se extenderían a Rumanía, Bulgaria, los Países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y Eslovenia.

Los AE no entraron en vigor hasta que fueron ratificados por los distintos parlamentos de los países de las partes contratantes. Mientras tanto y desde el 1 de marzo de 1992, se aplicaron los Acuerdos Europeos Interinos (AEI) que regulaban exclusivamente las disposiciones en materia de comercio exterior.

Los AE, además de aspectos comerciales, incorporan dos cuestiones formales importantes: la primera, que en ellos se negocia la accesibilidad comercial de productos donde los PECO son más competitivos y la UE se muestra más proteccionista por ser considerados productos "sensibles". Y la segunda, que vinculan de forma expresa la cooperación en distintos ámbitos (incluyen protocolos de cooperación en materia financiera y asistencia técnica, política y cultural) y la futura adhesión de los países del Este a la UE, aunque no establece ningún calendario a este respecto.

Los AEI se centran en la creación, antes de un plazo máximo de diez años, de un área de libre comercio para los productos industriales que se intercambien entre la UE y los PECO. Sin embargo, el comercio de productos agropecuarios ha quedado excluido de estos acuerdos al considerar que no pueden interferir ni limitar la Política Agrícola Común (PAC), aunque sí establecen el Acceso Preferente Limitado de trigo, carne de vacuno y productos lácteos, así como reducciones arancelarias para los productos no incluidos en la PAC.

En base a los principios de asimetría y no reciprocidad, se reconoce el distinto nivel de desarrollo económico de las partes contratantes y por ello se permiten dos períodos diferentes de adaptación, uno más largo y en condiciones más ventajosas para los PECO con el que compensar su menor grado de desarrollo.

Con estos acuerdos la mayor parte de las exportaciones de los PECO quedan liberalizadas, quedando el resto de productos sujetos a una liberalización progresiva.

Las medidas implementadas son:

· la supresión de las restricciones cuantitativas.

· la supresión de los derechos de aduana por debajo de un grado de importación.

· la reducción progresiva de estos derechos arancelarios sobre importaciones cuando se superen los contingentes.

· la posibilidad de aplicación de una cláusula de aceleración que permita adelantar los calendarios establecidos para el desarme arancelario y de contingentes.

· la supresión de los derechos aplicables al tráfico de perfeccionamiento pasivo.

· medidas para el mantenimiento de la libre competencia en el proceso de aplicación, tales como cláusulas de salvaguardia, medidas antidumping, aplicación de las normas de origen y la reintroducción automática de aranceles cuando se superan las cuotas establecidas.

No obstante, tanto por la forma de plantear la apertura como por la manera de enfocar la futura integración, cabe una serie de críticas a los acuerdos:

A. Planteamiento de la apertura.

· Desde el lado de las exportaciones:

Los acuerdos se han diseñado conforme a la tónica general que impera dentro del GATT, donde es comúnmente aceptada la existencia aún de un contexto en el que prevalecen inercias y políticas proteccionistas al tiempo que se aplican bajos niveles arancelarios.

Por otro lado, siguen una estrategia de inserción exterior basada en factores fundamentalmente externos, suponiendo que una vez eliminadas las barreras arancelarias y abaratados los precios de los productos, las exportaciones de estos países aumentarán necesariamente, pero sin considerar los factores de naturaleza interna que pueden limitar las capacidades exportadoras (déficit público y exterior, tipos de cambio, débiles sistemas financieros y comerciales, escasez o insuficiencia de infraestructuras, falta de formación del capital humano y de I+D...).

· Desde el lado de las importaciones:

La capacidad competitiva de la UE es significativamente mayor que la de los PECO, y es posible que aquélla obtenga mayores beneficios potenciales del área de libre comercio que se ha creado y que las grandes empresas comunitarias se beneficien de la apertura de nuevos mercados donde colocar parte de su excedente, sin perjuicio de las posibles ventajas recíprocas que se desprendan del proceso.

Además, los altos tipos de cambio mantenidos por algunas de estas economías favorecen la propensión a importar productos occidentales pudiendo crear grandes desequilibrios en sus balanzas comerciales.

Por último, en la mayoría de los países del Este la liberalización comercial ha sido desigual, en tanto que la apertura de los mercados internos fue previa y mayor que la liberalización que como contrapartida se produjo posteriormente en los mercados comunitarios.

B. Planteamiento de la integración.

El planteamiento de integración que se desprende de los AE es el que tradicionalmente la UE ha venido aplicando a los países que se han ido incorporando a la misma, es decir, no se contempla una adhesión a corto plazo, se impone un largo período de adaptación y el punto de partida de este proceso de integración comienza con la creación de un área de libre comercio. Es por esto que parece lógico que la singularidad de la realidad de los PECO exigiría de la UE una estrategia de integración también nueva con un importante componente de cooperación con estos países. Además, ésta no debe circunscribirse tan sólo al ámbito comercial, sino que por el contrario se hace necesaria la cooperación en otros aspectos sin los cuales no se podría avanzar en la integración (dimensión social, distributiva, movilidad de trabajadores, soporte técnico y financiero para las reformas, etc.).

El cumplimiento de las condiciones de Maastricht como requisito necesario para la incorporación de los PECO a la UE no es un supuesto realista si se tiene en cuenta la difícil situación monetaria que atraviesan la mayor parte de estos países, más aún cuando a la mayoría de los Estados miembros, con un nivel de desarrollo bastante mayor no les está resultando nada fácil cumplirlas.

 

 

10.3. RELACIONES ECONÓMICAS Y COMERCIALES

El corto tiempo transcurrido desde que se iniciaron las reformas en los países del Este y se firmaron y aplicaron los Acuerdos Europeos hace difícil la valoración de los efectos que los mismos han tenido sobre el crecimiento económico de las economías de estos países, así como sobre los recursos financieros y productivos de los sectores o ramas orientadas a la exportación. No obstante, a continuación pasaremos a analizar la evolución de los flujos comerciales entre los PECO y la UE durante el periodo 1989-1994, así como la distribución geográfica y la composición de su comercio exterior.

10.3.1. Evolución de los flujos comerciales

El volumen de intercambios entre los PECO y la UE ha aumentado desde 1989 hasta 1994 en todos los países. Las exportaciones han crecido, mientras que las importaciones también lo hicieron en mayor medida. Es decir, ha habido creación de comercio con la UE. Sin embargo, en los primeros años de las reformas tanto las ventas como las compras entre los países del Este han decrecido significativamente. De tal forma que la destrucción de comercio con los antiguos socios comerciales del Este ha sido superior a la creación que se ha producido con la UE, originando un saldo neto de pérdida de comercio para los PECO.

Los países que se han originado por procesos de escisión y aquellos otros donde las reformas se han podido llevar de forma más clara y precisa, se observa un mayor beneficio de la liberalización comercial. De manera que en Checoslovaquia, Polonia y Hungría es donde mayor expansión comercial se ha producido, existiendo una tendencia de mayor crecimiento de las importaciones respecto a las exportaciones entre 1989 y 1994, salvo la República Checa que ha mantenido un cierto equilibrio y Eslovaquia que ha conseguido exportar más de lo que importa (ver Cuadros 1 y 2). También las repúblicas bálticas han experimentado desde 1992 un notable incremento del tráfico comercial con la UE, tanto por el lado de las compras como de las ventas, aunque sólo en el caso de Estonia las exportaciones superaron a las importaciones en 1994.

De forma inversa, en aquellos otros países que han sido más vacilantes en sus reformas o han partido de una estructura productiva más atrasada, su expansión comercial con la UE ha sido menor. Este es el caso de Albania, Bulgaria, Rumanía y las repúblicas bálticas de Letonia y Lituania. Es así que Bulgaria incrementó notablemente sus ventas y redujo las compras; al tiempo que Rumanía no ha sido capaz de exportar por encima del nivel de 1989, mientras que sus importaciones no pararon de crecer durante todo el período; igualmente, en Albania sus compras a la UE no han dejado de aumentar y sin embargo, las ventas apenas se incrementaron.

El crecimiento desigual de los intercambios a favor de las importaciones que los PECO hacen a la UE, se ha traducido en un aumento de los déficit comerciales de los países del Este (ver cuadro 3), los cuales al comienzo de 1989 presentaban insignificantes déficit e incluso pequeños superávit en algunas ocasiones. Si esta inercia a la asimetría persiste o se agudiza, posiblemente se ampliarán o aparecerán desequilibrios comerciales cuya financiación les resultará a los PECO cada vez más difícil de solventar.

 

CUADRO 1: EVOLUCIÓN DE LAS EXPORTACIONES DE LOS PECO CON LA UE (en ECU)

 

1989

1990

1991

1992

1993

1994

ALBANIA

100

80.5

65.2

57.5

80.3

127.2

BULGARIA

100

109.8

141.6

170.6

179.1

253.2

CHECOSLOVAQUIA

100

105.1

158.7

216.6

-

-

R.CHECA

-

-

-

-

100

131.5

ESLOVAQUIA

-

-

-

-

100

161.4

HUNGRIA

100

113.4

140.1

154.1

152.8

190.3

POLONIA

100

133.7

161.1

183.6

196.6

236.2

RUMANIA

100

63.0

57.6

55.1

66.3

98.5

ESTONIA*

-

-

-

100

190.6

281.6

LETONIA*

-

-

-

100

132.5

155.0

LITUANIA*

-

-

-

100

145.1

166.2

Fuente: elaboración propia a partir de Eurostat

*1992=100

CUADRO 2: EVOLUCIÓN DE LAS IMPORTACIONES DE LOS PECO CON LA UE (en ECU)

 

1989

1990

1991

1992

1993

1994

ALBANIA

100

97.2

137.1

250.8

329.4

350.3

BULGARIA

100

61.2

69.8

75.3

91.2

113.3

CHECOSLOVAQUIA

100

109.3

160.1

262.8

-

-

R.CHECA

-

-

-

-

100

130.5

ESLOVAQUIA

-

-

-

-

100

146.9

HUNGRIA

100

96.3

116.7

135.9

166.2

205.9

POLONIA

100

111.4

199.7

206.7

252.8

274.4

RUMANIA

100

178.2

193.2

269.3

337.0

384.9

ESTONIA*

-

-

-

100

167.3

246.2

LETONIA*

-

-

-

100

181.4

284.2

LITUANIA*

-

-

-

100

211.7

320.6

Fuente: elaboración propia a partir de Eurostat

* 1992=100.

Los mayores déficit comerciales los han acumulado los mismos países que anteriormente señalábamos como los más beneficiados de la expansión comercial con la UE, es decir Polonia, Checoslovaquia y Hungría. Los déficit se han acentuado significativamente en el bienio 1993-1994 en todas estas economías del Centro y Este de Europa, excepto en los casos de Lituania, con un superávit menor y Eslovaquia y Letonia, que han logrado un pequeño superávit la primera y otro algo mayor la segunda.

 

CUADRO 3: SALDO DE LA BALANZA COMERCIAL DE LOS PECO CON LA UNIÓN EUROPEA

(millones de ECU)

 

1989

1990

1991

1992

1993

1994

ALBANIA

-21

-44

-104

-250

-324

-308

BULGARIA

-925

-377

-295

-215

-371

-

R.CHECA

86

58

250

-526

-1177

-

ESLOVAQUIA

-

-

-

-

-

-

HUNGRIA

-491

-77

2

-191

1055

-1230

POLONIA

-475

245

-1689

-983

-2022

-1713

RUMANIA

1012

153

118

-223

-366

-

ESTONIA

-

-

-

-

-

-

LETONIA

-

-

-

-

-

-

LITUANIA

-

-

-

-

-

-

Fuente: elaboración propia a partir de Eurostat

Respecto a los flujos de capital extranjero en los últimos años, como cabía esperar, se ha incrementado la dependencia de los PECO. Tanto la inversión extranjera directa, como los préstamos internacionales. Las inversiones directas han sido muy modestas a lo largo del periodo, con una mínima tendencia al crecimiento de las mismas. Si bien es cierto que la mayor parte de ellas se encuentran concentradas en unos pocos países, tal es el caso de Hungría y la República Checa, que son los dos países que acaparan la mayor parte de las mismas.

Los préstamos obtenidos han sido escasos para cubrir las necesidades financieras de estas economías. La mayor parte de los mismos han sido de origen público. La UE ha establecido un programa de ayudas para los países del Centro y Este de Europa, el programa PHARE, con cargo al presupuesto comunitario. Aunque la ayuda del programa PHARE ha sido la mayor de las percibidas por los países del Este, resulta complicado efectuar una valoración de la efectividad de estas ayudas; primero por la falta de objetivos explícitos y de criterios de valoración en los proyectos durante los primeros años de programa, y segundo por la escasa transparencia que han tenido los desembolsos realizados.

En lo referente al destino de los compromisos PHARE, la mayor parte de ellos se ha dirigido al desarrollo del sector privado y financiero y a la ayuda humanitaria, seguidos de la agricultura y el desarrollo rural. El sector medioambiental ha sido el menos favorecido, a pesar de contemplarse inicialmente como prioritario.

Polonia, junto con Rumanía y Hungría, han sido los países que más se han beneficiado de las ayudas PHARE entre 1990-1992, concentrando entre los tres la mitad de las cantidades comprometidas. Los países menos favorecidos han resultado ser las repúblicas bálticas y Albania, que vienen a significar el 7% del montante total comprometido.

10.3.2. Reorientación geográfica del comercio

La UE ha pasado a ser el principal socio comercial de los PECO en el comercio mundial. Estos ocupan la primera posición comercial en sustitución de los países que conformaban el CAEM. La UE ha aumentado su participación en la zona entre 1989 y 1994, si bien sigue representando una pequeña porción respecto de su comercio total extracomunitario (en torno al 5% en 1994). Para los PECO la participación de la UE en el total del comercio exterior de estos países también ha crecido a lo largo del periodo.

 

Del total de exportaciones que los PECO realizan a la UE, Polonia y Checoslovaquia son los que más venden representando más de las dos terceras partes en 1994; la relación es similar respecto a las importaciones que absorben procedentes de la UE. Ambos países realizan más de la mitad de sus intercambios comerciales con dicha zona.

Por lo que respecta a la distribución geográfica por países, hay una clara concentración de los flujos ya que, del total de las exportaciones de los PECO a la UE, el principal receptor ha sido Alemania con más del 60% de las mismas en 1993, contrastando con la disminución que han experimentado Francia y Reino Unido, mientras que Italia mantiene su posición. De las importaciones que los PECO reciben desde la UE, más de la mitad de las mismas (56%) procede de Alemania, mientras que Italia ha logrado incrementar algo su participación hasta situarse en un 15% del total (ver Cuadros 4 y 5 y Gráfico 1).

Este análisis pone de relieve que la Unión Soviética ha sido sustituida por Alemania en su papel de principal socio comercial de los PECO, exceptuando los casos de Albania y las repúblicas bálticas, las cuales han seguido comerciando fundamentalmente con Rusia, seguida de Finlandia.

Si bien es cierto que ha existido una redistribución geográfica de los flujos comerciales, los datos muestran que ésta fue más honda en los primeros años de las reformas y sin embargo, en estos últimos la cuota de mercado de los países occidentales en los mercados del Este ha tendido a estacionarse. Al mismo tiempo parece existir una tendencia a reanudar los lazos comerciales con los antiguos socios del CAEM.

 

CUADRO 4: DESTINO DE LAS EXPORTACIONES DE LOS PECO A LA UNIÓN EUROPEA (%)

 

1989

1990

1991

1992

1993

ALEMANIA

46.3

50.3

57.2

59

60.3

BÉLGICA

3.5

4

3.7

3.4

3

DINAMARCA

2.4

2.8

2.8

2.6

2.6

ESPAÑA

2.4

2.2

2.0

2.0

1.4

FRANCIA

11.3

10.7

8.7

7.5

7.5

GRECIA

3.2

2.5

2.7

1.9

1.8

HOLANDA

6.8

6.6

5.5

5.5

5.6

IRLANDA

0.4

0.5

0.3

0.2

0.2

ITALIA

13

11.8

10.6

12

11.3

PORTUGAL

0.3

0.3

0.2

0.2

0.2

REINO UNIDO

10.3

8.3

6.2

5.5

6.1

Fuente: elaboración propia a partir de Eurostat.

CUADRO 5: ORIGEN DE LAS IMPORTACIONES DE LOS PECO DESDE LA UNIÓN EUROPEA (%)

 

1989

1990

1991

1992

1993

ALEMANIA

54.4

53.4

56.2

56.5

55.8

BÉLGICA

3.9

3.3

3.5

3.7

4.0

DINAMARCA

2.1

2.5

4.1

2.6

2.3

ESPAÑA

1.4

1.2

1.3

1.3

1.7

FRANCIA

9.7

9.4

10.4

9.7

7.6

GRECIA

1.1

0.9

0.8

1.0

1.2

HOLANDA

6.6

6.1

5.9

5.9

5.9

IRLANDA

0.4

0.6

0.4

0.3

0.4

ITALIA

12.5

15.2

11.6

13.4

15

PORTUGAL

0.2

0.2

0.1

0.1

0.1

REINO UNIDO

7.7

7.1

5.7

5.5

6.1

Fuente: elaboración propia a partir de Eurostat.

Del panorama descrito se pueden desprender algunas valoraciones. Por un lado, los datos parecen mostrar la posibilidad de un cierto desgaste de la estrategia de inserción exterior que se planteó inicialmente y que se fundamentaba en la ganancia de competitividad con medidas tales como los bajos salarios y la devaluación de los tipos de cambio. Inicialmente éstas fueron eficaces en la creación de comercio, pero a medio plazo podrían originar un estancamiento de las cotas de mercado.

Por otro lado, la manifiesta asimetría y la surgente dependencia comercial de los PECO respecto de los mercados comunitarios, coloca a las economías del Este en una posición de subordinación respecto de las decisiones y acontecimientos que tengan lugar en la UE, perdiendo cualquier grado de autonomía y condicionando el éxito de la política comercial emprendida por estos países.

Fuente: Eurostat

 

10.3.3. La composición del comercio exterior

Al iniciarse las reformas, el sistema de precios administrados que hasta entonces había estado vigente en las economías del Este fue sustituido por el sistema de precios mundiales utilizado en las economías capitalistas. Con ello los PECO perdieron los suministros de materias primas y energéticos a bajo coste que habían tenido hasta ese momento, al tiempo que se reducían los precios de venta de los productos manufacturados de baja calidad que exportaban y que habían gozado de precios sobrevalorados en comparación a los del mercado mundial. Esta situación originó ciertas modificaciones en el patrón exportador, como la caída de producciones intensivas en recursos y un incremento de producciones intensivas en trabajo.

A lo largo del periodo apenas sí ha variado la concentración comercial de estos países; es decir, los diez rubros exportadores que mayor volumen de ventas acaparaban en 1989 permanecen en 1994, constituidos fundamentalmente por productos tradicionales. Sin embargo, ha habido notables modificaciones en las exportaciones de cada país. En general han caído las de productos intensivos en recursos como, por ejemplo, el hierro y el acero, los productos alimenticios (sobre todo cárnicos) y los productos de química orgánica, siendo Bulgaria el país que más ha exportado estos tipos de productos. Por el contrario, las producciones intensivas en trabajo han experimentado un crecimiento significativo; tal es el caso de los productos textiles de vestido y calzado, que han significado algo más de la décima parte del valor total de las exportaciones a la UE en 1994, convirtiéndose en el sector más orientado a la exportación en estos últimos años, siendo especialmente significativo para Rumanía donde representa más de las dos quintas partes de sus exportaciones.

También han aumentado a lo largo del periodo las exportaciones de productos mecánicos tales como los eléctricos y electrodomésticos, los instrumentos de ingeniería mecánica y los vehículos a motor no ferroviarios; viniendo a significar entre los tres rubros algo menos de la quinta parte del total de exportaciones a la UE en 1994, lo que viene a reflejar una cierta mejora respecto de la situación de inacción de finales de los años ochenta. Sin embargo, se puede observar que la mayor parte de las ventas de estos productos industriales se concentran en Hungría, la República Checa y Polonia (ver Cuadro 6).

En el polo opuesto encontramos a Albania, que apenas ha variado su lacónica matriz exportadora y su ínfimo volumen de exportaciones con respecto a la UE, y a las repúblicas bálticas, que tan sólo venden algunos productos madereros y derivados, en el caso de Letonia, y algo de combustibles minerales en el caso de Estonia y Lituania.

CUADRO 6: MODIFICACIONES EN LA COMPOSICIÓN EXPORTADORA DE LOS PECO HACIA LA UE

 

Hungría

Polonia

R.Checa

Bulgaria

Rumanía

TOTAL

  1988 1993 1988 1993 1988 1993 1988 1993 1988 1993 1988 1993
22 Metales

10.7

5.2

17.1

10.1

14.1

10.6

14.7

13

16.3

7

14.7

9.1

25 Química

12.2

9.5

9.9

5.8

14.4

8.5

22.5

12.7

7.6

4.1

11.6

7.5

31 Artículos metal

3.3

5.2

3.3

6.6

2.4

8.1

0.8

1.5

3.1

3

2.9

6.2

32 Ingenier.mecánica

5.8

6.8

4.4

4.1

8.5

8.2

8.4

5.5

3

3.4

5.6

5.9

34 Ingenier.eléctrica

7.7

14.1

4.4

5.4

3.8

7.8

3.9

5.7

3.3

3.6

4.8

7.7

35 Vehículos a motor

1

4.7

5.4

7.5

3.7

6.8

0.3

0.3

3

0.7

3.4

5.8

41 Alimentación

21.7

13.3

15.3

8.3

5

2.5

13.9

9.6

4.3

2.4

12.1

7.1

43 Textil

5.8

6.2

3.4

3.9

6.5

6.2

6.4

9.2

7.1

8.6

5.5

5.7

45 Vestido y calzado

16.2

18.6

13.2

19

6.8

10.2

8.2

24

20.9

40.7

13.6

18.4

46 Madera y muebles

4.6

4

9.4

12.7

10

6.5

3.9

3.1

22

16.2

10.6

9

Fuente: elaboración propia a partir de datos Eurostat.

La concentración de las importaciones, al igual que ocurría con las ventas, no ha variado significativamente a lo largo del periodo. De manera que dentro de sus importaciones se encuentran fundamentalmente productos energéticos y otros con un cierto grado de densidad tecnológica como los productos mecánicos y eléctricos. Sin embargo, se ha experimentado un cambio en el volumen de importaciones totales de cada producción.

Los productos de ingeniería mecánica y los químicos siguen constituyendo los dos rubros más importantes de la matriz importadora de los PECO respecto a la UE. Estos dos sectores vienen a representar en todos los países al menos una cuarta parte de las importaciones totales, aunque se observa una tendencia a la caída (ver Cuadro 7). También se observa una disminución significativa en la mayoría de los PECO de las adquisiciones de metales (hierro y acero). Mientras que, por el contrario, las compras de vehículos a motor (no ferroviarios) y productos eléctricos han mantenido una tendencia ascendente en todos los países a lo largo del periodo, de manera especial en Polonia y Hungría.

CUADRO 7: MODIFICACIONES EN LA COMPOSICIÓN IMPORTADORA DE LOS PECO CON LA UE

 

Hungría

Polonia

R. Checa

Bulgaria

Rumanía

TOTAL

  1988 1993 1988 1993 1988 1993 1988 1993 1988 1993 1988 1993
22 Metales

5

2.9

6

3

3.1

3.9

8.7

2

7.3

1.9

5.6

3.1

25 Química

21.3

13.5

23.6

14.1

21.1

10.7

20.5

12.6

20.6

8.4

21.7

12.4

31 Artículos metal

2.7

4.9

2

4.1

2.4

4.8

2.7

2.8

2.5

3.3

2.4

4.3

32 Ingenier.mecánica

21.4

14.8

24.7

15.2

32.6

22.3

28.2

13.8

4.5

19.9

24.9

17.5

34 Ingenier.eléctrica

10.2

12.6

6.9

10.6

11

14.5

8.8

9.5

4.3

9.1

8.8

12

35 Vehículos a motor

3.2

9.4

2.8

9.7

1.8

6.4

4.1

6.7

1.6

5.1

2.8

8.1

41 Alimentación

3.8

5.3

9.6

7.8

7.2

5

6.8

7.4

5.3

6.4

6.9

6.8

43 Textil

10.8

10.3

8.6

12.3

4.1

6.9

10.9

3.4

27.5

20.2

8.5

10.9

45 Vestido y calzado

2.1

3.9

1.3

1.8

1

2.4

2.8

0.8

3.0

5.1

1.5

2.8

46 Madera y muebles

0.5

1.5

0.2

1

0.6

1.6

0.6

1.4

0.8

0.7

0.5

1.3

Fuente: elaboración propia a partir de datos Eurostat.

Del análisis anterior se desprende que el comercio que los PECO realizan con la UE es de carácter intrasectorial, es decir se trata fundamentalmente de productos industriales, en claro contraste con el comercio intersectorial que estos países del Centro y Este de Europa mantenían con la Unión Soviética. El comercio intrasectorial ha venido desarrollándose con más fuerza en aquellos países del Este más desarrollados y con un tejido productivo más potente.

Por otro lado, los intercambios intrafirmas han significado la mayor parte de las importaciones de la UE a los PECO, de manera que las economías del Este importaban materias primas comunitarias con ciertos beneficios arancelarios, para ser transformadas en productos elaborados dentro de estos países aprovechando la ventaja que ofrece salarios más bajos, para posteriormente exportar dichos productos a los mercados comunitarios. Este tipo de comercio incita a ganar competitividad sólo a través de salarios bajos y además no propicia la transferencia de tecnología al tratarse de productos tradicionales. El efecto multiplicador sobre el crecimiento es menor al adquirirse parte de los suministros en la UE.

 

10.4. CONCLUSIONES.

La situación de aislamiento externo propia de las economías socialistas comenzó a cambiar a finales de los años ochenta y ha continuado haciéndolo durante los primeros años de esta década. En ese proceso de reformas de los países de Europa Central y Oriental, la apertura comercial exterior ha sido un instrumento fundamental de las estrategias de inserción en los mercados mundiales. Los PECO han estrechado los lazos comerciales con los países occidentales y muy particularmente con la Unión Europea, que ha adquirido el mayor compromiso con los países de la región y ha pasado a ocupar la posición de primer socio comercial en sustitución de la antigua Unión Soviética.

Se ha constatado que en los primeros años de la apertura la expansión comercial fue significativa, dotando de cierto éxito al planteamiento de apertura que se hizo entonces. Sin embargo, con el paso del tiempo parece existir cierta tendencia al agotamiento de dicho planteamiento y en consecuencia se ha ralentizado la expansión comercial inicial, sin que se hayan alcanzado los niveles deseados para lograr el cambio sistémico que lleve a estas economías del Este al anhelado crecimiento económico.

Si bien es cierto que hasta ahora los flujos comerciales entre las dos regiones no han dejado de crecer, no menos cierto ha sido la lógica aparición de asimetrías en los intercambios y la dependencia comercial de los PECO respecto de los mercados comunitarios. Al mismo tiempo han crecido las diferencias entre los PECO, en tanto que los países más avanzados en las reformas y con un tejido productivo más desarrollado han logrado posicionarse mejor que aquéllos a quienes les ha costado más modificar sus estructuras.

Por tanto, para que la inserción de los PECO tenga éxito en el futuro parece conveniente que el esfuerzo de estos países vaya por el lado de lograr penetrar en los segmentos más dinámicos del comercio mundial, es decir lograr producir para la exportación bienes modernos con un alto valor añadido, para lo cual será necesario que modifiquen su estructura productiva actual escorada hacia producciones tradicionales y de bajo valor añadido.

La fractura del sistema burocrático, el planteamiento de apertura que se ha defendido en los AE y el modelo de integración que presumiblemente se llevará a cabo han creado unas condiciones que han favorecido el acceso a los mercados comunitarios respecto de la situación precedente, donde Hungría, República Checa y Polonia se diferencian significativamente del resto de los países vecinos, al haber obtenido un mayor desarrollo comercial con dichos mercados. Sin embargo, parece probable que la inserción comercial de los PECO en el mercado mundial sea un proceso a largo plazo y donde se habrá de contar con una multiplicidad de factores, lejos pues de simples recetas de política económica dirigidas a la apertura de sus mercados internos.

 


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