ORIGEN DEL DETERIORO DEL MEDIO AMBIENTE EN TAIWAN: DESAJUSTE ENTRE EL MODELO DE DESARROLLO Y LA DOTACION DE RECURSOS NATURALES


ANTONIO RODRIGUEZ-CARMONA

Universidad Complutense. Facultad de Ciencias Económicas




ORIGEN DEL DETERIORO DEL MEDIO AMBIENTE EN TAIWAN:
DESAJUSTE ENTRE EL MODELO DE DESARROLLO
Y LA DOTACION DE RECURSOS NATURALES*


Antonio Rodríguez-Carmona
Departamento de Economía Internacional y Desarrollo






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Resumen

  De igual modo que el análisis de los llamados nuevos países industriales
asiáticos (NPIAs) abre interesantes matices en el campo de las teorías
del desarrollo, poniendo en duda la capacidad explicativa de los enfoques
tanto dependentista como neoclásico, el estudio del medio ambiente
en esos países aporta visiones nuevas y enriquecidas en lo referente
a sus modelos de desarrollo. En este trabajo se aborda el caso de Taiwan,
cuya crisis ambiental se ha acelerado espectacularmente durante el
decenio de 1980, sugiriendo una explicación a partir del desajuste
del modelo de desarrollo con la dotación de recursos naturales de la
isla. En especial, se discute el papel que han desempeñado la agricultura
intensiva, la industrialización ascendente en hilera, el espacio mixto,
el problema de escala y el modelo energético en lo referente al deterioro
ambiental.

  Se concluye revisando la tesis del Estado desarrollista, Estado en
Taiwan que ha venido representado durante cuarenta años por la tecnocracia
del KMT, interesado en planificar el crecimiento y la industrialización
masiva de la isla en función de sus propios intereses de legitimación
del régimen establecido frente a la China continental. Pero incapaz
de impulsar un verdadero modelo de desarrollo sostenible de los recursos
naturales, soporte de la vida de un país.

Palabras clave: Taiwan, medio ambiente, desarrollo.
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*   Una versión preliminar de este trabajo fue presentada en el curso
de doctorado Los nuevos países industriales asiáticos, durante el curso
1993-1994. Agradezco el apoyo y las observaciones del profesor Pablo
Bustelo. El contenido es responsabilidad exclusiva del autor.



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Abstract

  The same way that analysis focused on the newly industrializing Asian
countries (NIACs) provides interesting interpretations on the field
of development theories, pointing out the inconsistence of both the
dependentist and neoclassical views, the study of environment in those
countries contributes with new and enriched details about its pattern
of development. This paper studies Taiwan case, whose environmental
crisis has rapidly expanded during the 80's, and suggests one explanation
arousing from the disagreement between development strategy and the
natural resources endowment of the island. It is discussed in particular
the role that intensive agriculture, upstream industrialization, mixed
space, the scale problem and energy sector have played on environmental
devastation.
  Finally, it is also argued that the Developmental State thesis does
not work in Taiwan, where the State has been ruled by the Kuomintang
(KMT) technocrats over the last 40 years. This ruling élite has committed
itself with high-speed industrialization seeking legitimacy for its
own political system opposite to the Chinesse mainland, but it has
not been capable of promoting a real sustainable development model,
concerned with natural resources.

Key words: Taiwan, environment, development.



Resume

  De la même fa‡on que l'analyse des nouveaux pays industriels asiatiques
(NPIA) a apporté des interprétations très interessantes dans le terrain
des théories de développement, en signalant les inconsistences autant
de la vision néoclassique comme de la dépendentiste, l'étude de l'environnement
dans ces pays contribue avec des nouveaux détails sur leurs modèles
de développement. Ce travail aborde la cas de Taïwan, dont la crise
environnementale s'est accrue brusquement au cours des annés 80 et
suggère une explication qui surgit du desajustement du modèle de développement
par rapport a la dotation de ressources naturelles de l'île. On discute
spécialement le rôle joué par l'agriculture intensive, l'industrialisation
suivant une strategie de remontée des filières vers l'amont, l'espace
mixte, le problème de dimension et le secteur énergétique sur la destruction
environnementale.

Môts clef: Taïwan, environnement, développement.
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INDICE                          Págs.
Comentario preliminar                  2

I. Dotación de recursos naturales              3

II. Modelo de desarrollo 
    2.1. El papel del Kuomintang              6
    2.2. Agricultura intensiva              7
    2.3. Industrialización difusa                 13
    2.4. Industrialización ascendente en hilera           18

III. Desajuste entre modelo de desarrollo y dotación
de recursos naturales
    3.1. Agricultura intensiva                 19
    3.2. Industrialización en hilera               23
    3.3. Modelo de desarrollo espacial mixto             24
       3.1.1. El recurso suelo
       3.1.2. El recurso agua
       3.1.3. Los recursos forestales
  3.4. El problema de escala en los sectores productivos       31
    3.5. Desarrollo orientado a la exportación           34
    3.6. Modelo energético                   36

IV. Revisión de la Tesis del Estado desarrollista           37

Bibliografía                       40
COMENTARIO PRELIMINAR


  Una línea de investigación complementaria a la seguida en este trabajo
sería la de realizar un análisis descriptivo del deterioro del medio
ambiente en Taiwan, reuniendo los indicadores precisos para ello y
documentando su evolución a lo largo de los últimos decenios. Otra
línea, no menos interesante y complementaria, es la sugerida por algunos
economistas en torno a la construcción de mediciones agregadas del
desarrollo sostenible de un país, ya sea a través de las llamadas cuentas
ambientales satélite o a través de las estimaciones del PIB verde.

  En este trabajo se presume que el deterioro en Taiwan ha alcanzado
un nivel suficientemente significativo y se pretende, como ya se ha
mencionado, establecer un vínculo explicativo entre tal variable, el
modelo de desarrollo emprendido desde el decenio de 1950 y las características
naturales de la isla.
I. DOTACION DE RECURSOS NATURALES


  La preocupación en el seno de la economía por las características
naturales de un país no proviene sino de la necesidad de articular
modelos de explotación sostenible de los recursos, base de la riqueza
de cualquier territorio.

  En el caso de Taiwan la dotación de recursos naturales viene condicionada
por un conjunto peculiar de características naturales, que hacen de
la isla un enclave privilegiado, al mismo tiempo que frágil:

    a) Carácter de isla pequeña, que cuenta con apenas 36.000 km2 de
superficie, extensión similar a Cataluña o los Países Bajos.
      Como se sabe, los ecosistemas isla son tributarios de un alto
nivel de recurso biodiversidad, formado por gran cantidad de endemismos
en fauna y flora.
      Por otro lado, el recurso tierra, a repartir entre usos urbanos,
industriales y agrícolas, es escaso y se convierte en un factor limitante.

    b) Geología compleja. La isla se asienta sobre el llamado "Cinturón
de Fuego del Pacífico", zona de gran actividad volcánica y sísmica.

    c) Geografía abrupta, accidentada, dominada por una cordillera
montañosa de orientación Norte-Sur, que alcanza cotas que superan los
3.900 m. de altitud. El relieve se dispone en valles estrechos y profundos,
suavizándose tan solo en la franja costera. Dos tercios de la superficie
total de la isla sufren pendientes superiores al 10%, llegando al 40%
en aproximadamente la mitad de la isla.
      El recurso tierra sin pendientes se ve todavía más reducido a
una estrecha franja costera donde las pendientes son tolerables.
      El recurso suelo está sometido a una fuerte presión potencial
de erosión, que aumenta a su vez por el carácter torrencial de las
lluvias, que arrastra consigo los suelos poco retenidos a lo largo
de las pendientes, generando un problema de pérdida de fertilidad.

    d) Clima subtropical, propio de esta latitud, que alterna períodos
de fuertes lluvias con períodos secos.
      La consecuencia inmediata que se desprende es la enorme irregularidad
a la que se ve sometido el recurso agua. De ahí, la importancia de
los elementos naturales reguladores del ciclo hídrico, como son los
acuíferos y los recursos forestales, aparte de los artificiales, fundamentalment
e embalses.
      Los recursos forestales constituyen un buen ejemplo de la rica
dotación de recursos naturales resultado del clima. Los bosques subtropicales
de la isla constituyen además el núcleo del ecosistema de la isla,
cumpliendo multitud de funciones ecológicas: regulación hídrica, conservación
de suelos y almacenamiento de CO2, y siendo soporte físico de otros
muchos recursos: biodiversidad, paisaje.
      El recurso paisaje, de belleza insólita, resultado de la geografía
y el clima, atrajo la llegada de pobladores chinos ya en el siglo XVI
y la de los navegantes portugueses que bautizaron la isla como Formosa.

    e) Alta densidad de población. Los 20,3 millones de habitantes
con que contaba la isla en 1992 configuran una de las densidades más
altas del mundo, por encima de los 572 hab/km2. Esta circunstancia
aumenta todavía más la presión sobre los recursos de la isla, motivando
conflictos de uso entre los agentes productivos. 

II. MODELO DE DESARROLLO



2.1. El papel del Kuomintang

  La crisis ambiental del decenio de 1980 en Taiwan está probablemente
relacionada con la estrategia básica de desarrollo que el gobierno
de la República de China adoptó en Taiwan a partir de los 50. La derrota
en la China Continental en 1949 hizo que el gobierno del KMT en el
exilio necesitara levantar una potencia industrial y militar para su
propia supervivencia política y legitimar así el régimen establecido
en la isla.

  De alguna manera, el crecimiento económico se convirtió en crecimiento
a cualquier coste. Con una débil base de recursos, escasez de capital
y tecnología, el desarrollo económico debía provenir de una industrialización
masiva y de alta velocidad, a la que se subordinó la política agrícola.
Como consecuencia, el crecimiento del PNB per cápita en el período
1965-1989 ha registrado una de las más altas tasas medias anuales de
todo el mundo, colocándose en un importante 7,3%.

  El papel del Estado representado por el único partido en el gobierno,
el KMT, ha sido claramente intervencionista, como se desprende del
importante peso del sector público, del sistema estatal de compra de
las cosechas agrícolas y de las políticas deliberadas de distorsión
y control del mercado.

2.2. Agricultura intensiva

  A finales del decenio de 1940, se acometió con éxito en Taiwan una
ambiciosa reforma agraria, inspirada en la reforma japonesa de Mc Arthur,
y que supuso un cambio en la estructura de la propiedad hacia un tipo
de estructura unimodal de pequeñas explotaciones (el tamaño medio se
sitúa en torno a 1 ha.), haciendo desaparecer la clase absentista.
La última y más importante de las etapas tuvo lugar en 1953 con la
adopción del Programa Tierra para quien la cultiva (Land-to-the-tiller
Program), mediante el cual todas las explotaciones superiores a 3 ha.
debían vender el exceso al gobierno con el objeto de entregarlo en
propiedad a los campesinos sin tierra. La participación de los arrendatarios
en el total de explotaciones descendió de un 39% en 1949 y un 21% en
1953 a un 4% en 1989, al tiempo que los pequeños propietarios pasaban
de representar un 36% a un 86% en el mismo periodo.

  Como consecuencia de esta reforma se desarrolló un tipo de crecimiento
agrícola intensivo. Como se conoce, las posibilidades de crecimiento
extensivo son muy limitadas en una isla pequeña y montañosa, donde
el terreno cultivable apenas alcanza el 25% de la superficie total.
Pero fue, en definitiva, el acceso a la propiedad de multitud de campesinos
lo que dinamizó el sector y fraguó las condiciones de la llamada ®revolución
verde¯, que vivió el país en los años 50 y 60, y que constituyó la
base del desarrollo económico posterior. Durante el período 1947-1968
se registraron tasas del orden del 6% de crecimiento medio
anual de la producción agrícola, que se multiplicó por más de cuatro
(+ 315%), al tiempo que la superficie cultivada aumentaba sólo un 8,2%
y el número de trabajadores por ha. experimentaba un pequeño avance.
La explicación hay que buscarla en un incremento espectacular de la
productividad de la tierra, que se puede descomponer en los siguientes
factores:

  Pd. agrícola  =  Pdad. por ha.(1)  x Superficie cultivada (2)

  Pdad. por ha. =  Pdad. del trabajo (3)  x Cantidad de trabajo (4)
      x  Nº de trabajadores por ha. cosechada (5)
      x  Indice de cosechas múltiples(6)
Pd. = Producción   
Pdad. = Productividad
  Como se ha señalado, los factores (2) y (5) permanecieron invariables
o experimentaron un pequeño avance. El auge de la producción agrícola
se debió por tanto a la contribución del resto de los factores:

  - Un aumento de la productividad del trabajo (3): Se produjo básicamente
debido a la introducción de insumos (semillas de alto rendimiento y
abonos y fertilizantes químicos), la aplicación de nuevos procedimientos
de cultivo y la extensión de la irrigación. La mecanización solo se
implanta en una escala importante a finales de los años 60.

  - Un uso más intensivo del factor trabajo (4): Como consecuencia
de la redistribución de la tierra, cada agricultor tendió a cultivar
una cantidad
menor de ha. (0,61 ha. en 1952 y 0,57 en 1968), pero creció el número
de horas de trabajo por agricultor.

  -Un uso más intensivo del factor tierra (6): El índice de cosechas
múltiples se elevó de 117,2 en 1946 a 183,5 en 1968.


  A principios del decenio de 1970, la agricultura alcanzó un punto
de inflexión cuando la oferta de trabajo disminuyó por primera vez.
A finales del decenio la agricultura mostraba claramente signos de
agotamiento como motor del desarrollo de la isla. Aunque la tasa de
crecimiento en los periodos 1970-74 y 1975-79 se mantenía en cifras
nada desdeñables de 4,2 y 5,0 respectivamente, la participación en
el conjunto de la producción nacional había retrocedido hasta un 12,5%
y las exportaciones se mostraban mucho menos pujantes (ver cuadro 1).

  Las tasas positivas de crecimiento frente al estancamiento de la
superficie cultivada señalan un avance de la productividad por ha.
durante esos años, si bien menor que el de periodos anteriores y de
diferente composición. Los factores (2) y (5) permanecieron invariables,
siendo negativos los aportes de los factores (4) y (6), antes positivos.
La tierra dejó de ser el factor productivo más limitante y disminuyó
la intensidad de su uso, como pone de manifiesto la evolución del índice
de cosechas múltiples (6), que después de alcanzar un máximo de 187%
en 1965-69, cedió hasta 139% en 1985-89. Este deslizamiento a la baja
vino motivado por el aumento de los costes laborales, que erosionaba
los beneficios de la cosecha múltiple. Es decir, la mano de obra 

Cuadro 1:  Cambio estructural en la agricultura taiwanesa
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1960-64
1965-69
1970-74
1975-79
1980-84
1985-89
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ


Producción agrícola*: 
  Tasa de crecimiento
  Participación en    PIN (%)

Comercio agrícola:    
  Balance comercial  
(millones de dólares  
en valor corriente)  
  Participación en   
exportaciones (%)

Empleo agrícola:      
  Mayores 60 años (%)
  Participación en    empleo total (%)


Dimensión:            
 Superficie cultivada
(1.000 ha.)
 Tamaño medio de la  
explotación (ha.) +

Indice multicosecha(%)

Composición de las    
explotaciones (%):    
A tiempo completo
A tiempo parcial
Clase I 
Clase II

Composición del ingso&
del agricultor (%):   
  Ingreso agrícola   
  Ingreso no agrícola

4,5

29,7




54,4

61,9


-

50,9




873

1,08

186



49,3
50,7
30,9
19,8



-
-

4,8

23,6




64,4

41,7


3,1

42,8




901

1,04

187



-
-
-
-



59,3
40,7

4,2

15,1




-172,6

17,6


2,9

33,3




904

1,00

178



31,2
68,8
42,0
26,8



46,6
53,4

5,0

12,5




-609,2

12,9


6,1

26,5




919

1,01

172



-
-
-
-



38,5
61,5

1,7

8,7




-1.478,6

8,2


10,4

18,7




897

1,07

151



9,0
91,0
36,0
55,0



33,8
66,2

2,4

6,3




-1.568,0

6,5


12,4

15,3




890

1,18

139



11,4
88,6
19,8
68,8



37,2
62,8
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ

Fuente: Wu Huang (1993).
*  Se incluye agricultura, silvicultura y pesca
+  Los datos se refieren al primer año del periodo.
&  Los datos del periodo 1965-69 corresponden a la media de 1966 y
1968.

se convertía ahora en el nuevo factor productivo escaso. Por otro
lado, se produjo una reducción del número de horas de trabajo (4),
como consecuencia del envejecimiento de la mano de obra unido a la
extensión del fenómeno de la agricultura a tiempo parcial. El aumento
de la productividad descansó únicamente, por tanto, en el factor (3),
esto es, en la productividad del factor trabajo (3), mejorada mediante
la introducción de capital y maquinaria. No obstante, la excesiva parcelación
de los cultivos ha dificultado el ritmo de mecanización del campo en
busca de nuevos incrementos de productividad en los años 80.

  En resumen, la agricultura afrontó a partir de 1970 una reducción
y envejecimiento de la mano de obra y una falta de escala eficiente,
que condujo 
a una evolución creciente de los costes de producción y a una pérdida
progresiva de competitividad. Los cambios estructurales de la agricultura
hubieran sido más dramáticos de no ser por la reorientación de la política
del gobierno desde los impuestos a los subsidios y la protección exterior.
Estas políticas iban dirigidas al mantenimiento de la renta agrícola,
pero han propiciado la aparición de nuevos problemas como la acumulación
de excedentes.

      Sirva de ejemplo la política seguida con el arroz. El sistema
de intercambio de arroz-por-fertilizantes fue abolido en 1973. Un año
más tarde el gobierno creó un fondo para garantizar a los agricultores
un precio oficial de compra, que se mantuvo por encima de los niveles
del mercado. Como consecuencia del aumento de los incentivos a la producción
arrocera, los excedentes se sucedieron a partir de la segunda mitad
de los 70. Las ventas al exterior, en un tiempo la solución para liquidar
excedentes, fueron finalmente restringidas con la firma de un acuerdo
agrícola con Estados Unidos en 1984. En ese mismo año el gobierno
promulgó un programa hexanual de diversificación de cultivos (1984
1989), con el fin de reconvertir las tierras arroceras hacia otras
especies forrajeras, para los que Taiwan presentaba un bajo nivel de
autoabastecimiento. De igual modo, la falta de competitividad en estos
cultivos hizo necesaria la implementación de subsidios vía precios
de compra y, a pesar de los costes, se renovó el programa de diversificación
por otros 6 años (1990-1995). Los resultados de estos programas no
dejan de ser ambiguos: El destino de los fondos de los programas ha
ido a parar mayoritariamente al segmento de agricultores a tiempo parcial,
que, según estimaciones, acaparó el 69,3% del total de ingresos provenientes
de la producción arrocera en 1987.





2.3. Industrialización difusa

  Uno de los aspectos más interesantes del modelo de desarrollo taiwanés
reside en un fenómeno de industrialización difuso, descentralizado,
que se funde de lleno con el ámbito rural. Fue en el período colonial
cuando se construyó toda una red rural de transporte y comunicaciones,
que sin duda facilitó la interconexión de la industria y la agricultura,
y que permitió en 1930 que el 63% de la industria se localizara en
las áreas rurales. Como ha señalado Ho, la pronta industrialización
taiwanesa después de la guerra fue un fenómeno primordialmente urbano,
que hizo descender el peso relativo de la industria
rural, aunque nunca por debajo de un todavía significativo 30-40%,
porcentaje que se mantiene más o menos estable, al menos hasta 1986
(ver cuadro 2).


Cuadro 2: Localización del empleo industrial
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Región         
1966
1971
1976
1981
1986
Incremento
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ

Urbana        

Suburbana      
Rural         

Total empleo   

214.868 (36,8)
186.221
(31,9)
182.864
(31,3)
583.953
(100,0)
379.049
(31,8)
468.437
(39,4)
342.626
(28,8)
1.190.112
(100,0)
536.956
(28,4)
779.822
(41,2)
576.822
(30,5)
1.892.996
(100,0)
532.349
(24,4)
953.384
(43,8)
692.458
(31,8)
2.178.191
(100,0)
629.457
(22,8)
1.260.588
(45,6)
874.433
(31,7)
2.764.478
(100,0)
2,9

6,8

4,8

4,7
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ

Fuente: Amsden (1991).

  Existe una tesis generalizada por la cual el fenómeno de la industrialización
rural es visto como un subproducto de la agricultura taiwanesa de alta
productividad y pequeñas explotaciones. Ranis y Stewart, entre otros,
sostienen que existe una interrelación positiva entre agricultura e
industria rural (®agricultural pull¯), que ha contribuido a un desarrollo
y prosperidad mutua. No obstante, Amsden defiende la idea de que a
partir de 1966-1968 la agricultura pierde capacidad como factor explicativo
preponderante del fenómeno, identificando un proceso de ®urban push¯,
es decir, una explicación desde el auge del propio sector urbano.

  En un primer período, hasta 1966-1968, el fenómeno viene constituido
por un ®agricultural pull¯, es decir, se explica en función de los
vínculos existentes entre la agricultura y la industria rural. Debido
a que gran parte de la producción nacional provenía de la agricultura,
era razonable que alguna industria se localizara en el campo. Se pueden
identificar siete interrelaciones en la literatura al uso sobre la
contribución de la agricultura al crecimiento y que se puede decir
que operaron en el desarrollo rural de Taiwan:

  i) Fuente de alimentos a bajo precio: Las altas productividades mantuvieron
asegurado el abastecimiento de alimentos y, por otro lado, el sistema
estatal de control de las cosechas mantenía bajos los precios, conteniéndose
así el crecimiento de los salarios industriales.

  ii) Fuente de materia prima para la industria agroalimentaria, contribuyendo
así al desarrollo de un sector de naturaleza propiamente rural.
Se estima que alrededor del 18% del empleo industrial rural en 1966
estaba radicado en las industrias conserveras, de bebidas y tabaco.

  iii) Fuente de factor trabajo: En Taiwan la oferta de mano de obra
barata no se produjo necesariamente a través de un éxodo rural masivo,
como ocurrió en Corea, sino a través de un fenómeno peculiar de agricultura
a tiempo parcial. Como consecuencia del pequeño tamaño de las explotaciones,
los campesinos se veían obligados a trabajar en industrias rurales,
pero manteniendo su vínculo rural, lo que les convertía en una mano
de obra dócil y permanentemente barata.

  iv) Fuente de capitales: Se produce una doble salida de capitales
a la industria rural de forma indirecta a través de un deterioro de
la relación real de intercambio entre precios agrícolas e industriales
y de forma directa en forma de impuestos y transferencias de ahorro.
No obstante, conviene matizar la dudosa importancia de este trasvase
vía impuestos en el caso de la industria rural debido a que la mayoría
de la inversión pública estatal se concentró en el sector urbano. En
realidad, se produjo un transferencia de capital al sector urbano y
no tanto a la industria rural.

  v) Demandante de bienes de capital y bienes intermedios: El sistema
de pequeñas explotaciones generaba demanda de acuerdo con su pauta
de desarrollo agrícola, fundamentalmente fertilizantes y pequeña maquinaria.
Este sector representaba en 1966 el 19% del empleo rural.

  vi) Demandante de bienes de consumo: En el mismo año un 26% del empleo
rural estaba ocupado en la manufactura de textiles, vestido y productos
de cuero, que podrían haber tenido su origen en las pautas de consumo
de los agricultores.

  vii) Fuente de divisas: La agricultura contribuyó hasta 1970 a los
superávit de la balanza comercial como consecuencia de su dinamismo
exportador.


  La expansión industrial rural posterior a 1966, que se ve reflejada
en el cuadro 2 por un incremento del empleo en 4,8 veces durante el
período 1966-1986, parece estar menos ligada a la prosperidad de la
agricultura, mucho menor en el mismo período. Aparece, como señala
Amsden, una explicación desde el lado del auge urbano o ®urban push¯,
que se manifiesta en dos aspectos:

  i) La brecha creciente de precios relativos de la tierra entre el
área urbana y rural motivó que cada vez fuesen mayores los incentivos
para deslocalizar industrias.

  ii) Aunque discriminó a las regiones rurales de su política de inversiones
públicas para la "planificación y el desarrollo" (que representaron
un 9,3% en el período 1967-1971 y un 1,5% en el período 1971-1976),
el gobierno empezó a percibir las ventajas de la descentralización
industrial como solución al colapso urbano. En 1971 se elabora el primer
borrador de un Plan espacial regional, aprobado en 1979. El gobierno
supo aprovechar su gran capacidad de
maniobra, el control sobre el uso de las tierras agrícolas, para adoptar
una política activa de reubicación de industrias, en especial las contaminantes,
fuera de las ciudades. Ya en el período 1976-1981 el gasto en inversiones
públicas por el concepto arriba señalado ascendió a un 17,5%.

  Existe además un factor adicional que sugiere la importancia del
auge urbano frente a la prosperidad agrícola, en el período posterior
a la mitad de los 60. La información referida al tamaño medio de planta
-recogida en la tabla 3- muestra un incremento del tamaño de planta
rural hasta igualar el tamaño medio urbano en 1986. Esta convergencia
de la dimensión estructural industrial puede ser interpretado como
una deslocalización de industrias de la ciudad al campo, reforzando
así la tesis anteriormente expuesta.


Cuadro 3:  Tamaño medio de la planta industrial (número de empleados)
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ-
         

Región        
1966
1971
1976
1981
1986
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
         
Urbana        
Suburbana     
Rural         
26,9
25,8
13,5
31,2
37,9
17,5
25,9
33,0
20,6
21,5
27,7
19,6
21,6
25,0
21,8
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ
         
Fuente: Amsden (1991).

  Ya sea debido a un impulso agrícola o urbano, se tiene, en definitiva
un modelo de desarrollo espacial mixto, en el cual agricultura e industria
comparten un mismo territorio y en el que tiene lugar una interdependencia
en los flujos mutuos de energía, recursos y residuos. En esa convivencia
la agricultura fue subordinada a los intereses de la industria, sobre
todo a partir de los 70, en los cuales la prosperidad agrícola empezó
a cesar.
2.4. Industrialización ascendente en hilera

  La economía taiwanesa presenta un índice de cambio estructural en
la industria manufacturera (media del grado de correlación entre las
cuotas de valor añadido en 16 ramas manufactureras) de 30,06 en el
período 1975-1990, muy superior a la media de los países desarrollados:
en Norte América, Europa Occidental y Japón el índice tomó los valores
9,45, 10,02 y 14,33 respectivamente en el periodo 1975-1992. 

  Se ha registrado una prodigiosa diversificación de industrias intensivas
en trabajo hacia sectores situados más arriba en la hilera, intensivos
en capital y tecnología. Es el caso de las industrias textil y química,
que se han diversificado desde los artículos de confección (que disponían
de importantes ventajas comparativas en los años 60), a la petroquímica,
pasando por fibras sintéticas, y al sector de máquinas-herramienta,
pasando por la maquinaria textil y la siderurgia.

  El resultado final es una economía en cuyo perfil productivo el sector
de la industria pesada siguió incrementando su participación hasta
un 36,29% del VAM (Valor Añadido manufacturero) en el decenio de 1980
(ver cuadro 4). El sector químico, petroquímico y de plásticos representó
más de un 20% del valor.

Cuadro 4: Distribución del VAM por sectores (1980-1990)
    (millones de dólares USA)


-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ


Sectores
1980
Participación (%)
1990
Participación (%)
Crecimiento
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ


Alimentación
Bebidas
Tabaco
Textiles
Complementos de vestuario
Cuero y piel
Calzado
Madera y derivados
Muebles
Papel y productos de papel
Imprenta y editoriales
Caucho

Total Industria ligera tradicional

Productos metálicos
Maquinaria eléctrica
Maquinaria no eléctrica
Equipos científicos
Otras industrias manufactureras

Total industria ligera avanzada

Cerámicas
Vidrio
Otros pdtos minerales no metálicos
Siderurgia
Metales no férricos
Química industrial
Otros productos químicos
Refinería de petróleo
Derivados de petróleo y carbón
Plásticos
Equipos de transporte

Total Industria pesada

TOTAL INDUSTRIA

1.464
204
170
1.885
337
176
46
316
119
424
263
198

5.602

584
1.890
524
254
774

4.026

76
64
542
828
139
718
502
834
19
870
686

5.278

14.907

9,82
1,37
1,14
12,63
2,26
1,18
0,31
2,12
0,80
2,87
1,76
1,33

37,59

3,92
12,68
3,51
1,70
5,19

27,01

0,51
0,43
3,63
5,55
0,93
4,82
3,37
5,59
0,13
5,84
4,60

35,40

100,00

5.239
668
408
4.680
1.139
889
236
547
325
1.950
860
776

17.717

3.052
7.247
1.973
1.144
4.176

17.592

576
291
1.290
3.392
385
2.435
2.245
2.768
38
3.736
2.959

20.115

55.424

9,45
1,20
0,74
8,44
2,05
1,60
0,43
0,99
0,59
3,52
1,55
1,40

31,97

5,51
13,08
3,56
2,06
7,53

31,74

1,04
0,52
2,32
6,12
0,69
4,39
4,05
4,99
0,07
6,74
5,34

36,29

100,00














3,16







4,36













3,81

3,71

-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ

Fuente: UNIDO
III. DESAJUSTE ENTRE EL MODELO DE DESARROLLO
Y LA DOTACION DE RECURSOS NATURALES


3.1. Agricultura intensiva

  El modelo intensivo de agricultura en Taiwan descansó en un primer
periodo en un aumento espectacular de la productividad de la tierra,
como consecuencia de un uso intensivo de la tierra y del factor trabajo,
así como de una notable mejora de la productividad de este último factor.
De todo el proceso sobresale el empleo del sistema multicosecha y la
introducción de abonos químicos, fenómenos relacionados entre sí, pues
la práctica de multiplicar el ciclo de cosechas más allá del nivel
de regeneración natural del suelo precisa de un aporte adicional de
abonos.


Cuadro 5: Uso de fertilizantes en la agricultura taiwanesa

-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ-


1952
1960
1970
1980
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ-
Uso de fertilizantes        
(en toneladas)        

Superficie cultivada        
(en miles de ha.)     

Intensidad por ha. cultivada
(kg/ha)

Superficie plantada         
(en miles de ha.)     

Intensidad por ha. cosechada (kg/ha)

458.000


876


522,83


-


-

630.000


873


721,65


1.623


388,17

650.000


902


720,62


1.650


393,94

1.360.000


907


1.499,45


1.467


927,06
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ-
Fuente: Bello y Rosenfeld (1990), Wu Huang (1993).
  Durante el periodo 1952-1980 el uso de fertilizantes se triplicó
desde 458.000 a 1.360.000 toneladas, aunque el área cultivada tan sólo
creció un 3,5%. La intensidad por ha. cultivada del abonado con fertilizantes
no hizo otra cosa que crecer en el citado periodo, en especial durante
el decenio de 1970, años en los que se duplicó, pasando de 709 a 1500
kg/ha. Como es sabido, fue precisamente a partir de 1970 cuando se
produjo un encarecimiento de la mano de obra y un deslizamiento a la
baja del índice de cosechas múltiples (ver cuadro 1), lo que suponía
por primera vez una contribución negativa a la productividad de la
tierra. Por otro lado, las posibilidades de mecanización del campo
eran limitados, por lo que la necesidad de proseguir con avances en
productividad bien pudo dar lugar al empleo masivo de fertilizantes
por parte de los agricultores. Como se desprende del cuadro, el índice
de intensidad de fertilizantes por ha. cosechada ascendió de 387,8
a 927 kg/ha en el periodo.

  El uso abusivo del nitrógeno y de otros fertilizantes químicos contribuyen
a la acidificación y, por tanto a una pérdida de fertilidad y empobrecimiento
del suelo. El empleo de pesticidas es otra fuente de contaminación
de suelos. Los agricultores taiwaneses aplican una media de 4 kg. por
ha. y consumen el 1% de la producción  mundial, empujados por las agresivas
campañas de márketing de compañías privadas y la ausencia de una regulación
gubernamental de su comercio. Según el director del Land Reform Training
Institute: "Hay tantas marcas en el mercado, que el agricultor está
confundido. Para asegurar una dosis adecuada a menudo acaba echando
más de la cuenta".
  Desde 1980 el abanico de productos exportables ha ido decreciendo
rápidamente. Numerosas compañías productoras de piña, champiñones y
espárragos en lata, en otro tiempo pujantes exportadoras, se han visto
obligadas a cesar operaciones en 1988 y 1989. Incluso el potencial
del sector avícola y porcino es bastante limitado, aunque su crecimiento
ha sido notable y ya representan un 40% de la producción final agrícola
de 1989. La prosperidad del pollo se debe en gran medida a la prohibición
de importaciones y sus precios no son competitivos internacionalmente.
La producción porcina es eficiente y goza de la proximidad del mercado
japonés y se ha adaptado a sus gustos. Las exportaciones empezaron
a finales de los 50 y se han disparado en los 80, pero las expectativas
a largo plazo no son buenas debido a serios problemas de contaminación
de aguas.

  En definitiva, el modelo de agricultura intensiva se ve ya totalmente
incapaz en el decenio de 1990 de generar sectores eficientes, al tiempo
que ha generalizado la contaminación de suelos y acuíferos por todo
la isla. No se puede negar sus indudables logros por haber constituido
la base del despegue económico, pero a un coste ambiental no evaluado
y mucho menos internalizado. Si bien el balance sobre el papel de la
agricultura en los decenios de 1950 y 1960 parece positivo, resulta
también evidente que el modelo de agricultura intensiva, ahora subsidiado,
presenta cada vez menos ventajas y arrastra y acumula problemas crecientes.
El único futuro posible para la agricultura taiwanesa, en un entorno
liberalizador de los intercambios comerciales, es el de alcanzar ventajas
competitivas vía adaptación y anticipación a los gustos del consumidor
y no por medio de aumentos en los rendimientos por ha. En este sentido,
la irrupción de una agricultura ecológica de calidad de menor tamaño,
pero destinada a un mercado de consumidores con capacidad adquisitiva,
gustos sofisticados y próximo como el japonés puede hacer posible un
desarrollo sostenible. 



3.2. Industrialización en hilera ascendente

  El resultado del modelo de industrialización en Taiwan, al que ya
se ha hecho referencia, ha sido el ascenso en la hilera hasta los sectores
de transformación y bienes intermedios: químico, petroquímico, pesticidas,
plásticos, cementos y curtido de pieles. Inevitablemente, este camino
ascendente ha traído también consigo un deterioro del medio ambiente,
al ser los sectores de bienes intermedios sectores intensivos en el
uso de recursos naturales (agua) y en creación de residuos y contaminación
(vertidos en ríos, contaminación atmosférica, etc).

  En los últimos años parece que se retoma esta política y se plantea
la deslocalización de la importante industria petroquímica taiwanesa.
La compañía USI Far East ha firmado un acuerdo para construir un gran
complejo petroquímico en Batangas, sur de Manila, en una inversión
conjunta con una empresa filipina. De esta manera, un país en busca
de desarrollo releva a Taiwan en el papel desempeñado por éste en los
pasados decenios y se traspasa el problema de la contaminación.


3.3. El modelo de desarrollo espacial mixto

  Se defiende en este epígrafe la tesis de que la coexistencia de la
industria rural y la agricultura intensiva en un mismo espacio ha acelerado
la lógica autodestructiva del modelo de desarrollo, que no se adecúa
a las restricciones impuestas por el medio natural de la isla. En particular,
se intenta explicar los procesos de deterioro de los recursos más importantes:
el suelo, el agua y los recursos forestales.


3.3.1. El recurso suelo

  La tierra es el recurso más básico en Taiwan debido a su escasez,
produciéndose conflictos en la distribución de su uso para satisfacer
las demandas procedentes de la urbanización, la industria y la agricultura.
En Taiwan, como en casi todas las sociedades, la agricultura es el
perdedor de tal competición. La superficie total cultivable ha ido
declinando constantemente desde que alcanzara en 1977 un máximo de
923.000 ha., un 25,6% del territorio, retirándose del cultivo desde
entonces una media anual de 4.400 ha.

  Como se observa en el gráfico 1, el modelo de desarrollo espacial
mixto desencadena un entramado de procesos e interconexiones, que acaban
incidiendo negativamente en la calidad del suelo.

Gráfico 1:











    Fuente: elaboración propia


  Ya se ha señalado el efecto perverso que, sobre la tierra, ejerce
el modelo de agricultura intensiva en Taiwan, que en gran parte descansa
en la práctica del sistema multicosecha y el empleo intensivo de abonos
químicos.

  La ocupación de vegas fértiles por la expansión industrial rural
desencadena un segundo proceso. En un primer momento, en los años 50
y 60, la colonización de nuevas tierras ganadas a la montaña o al mar
compensaba las pérdidas de terreno cultivable cedidas a los usos industriales
y de transporte. No obstante, la tierra se había convertido desde siempre
en el primer factor limitante y la única manera de aumentar la producción
en todo momento fue la de  ®intensificar¯ la agricultura intensiva,
agravando los efectos perversos antes aludidos. Se constata que en
todo el proceso, la calidad del suelo fue cayendo
al ser sustituidas tierras ricas de vega por otras de ladera más secas,
que solo admiten una cosecha. En 1987 el peso relativo del cultivo
en tierras altas o en ladera (uplands, slopelands) suponía ya un 44%
del total. Además, los nuevos cultivos tierras arriba requerían la
construcción de vías de transporte, con su inmediata repercusión en
la erosión y la llegada de nuevos colonos.

  La industrialización rural ha contribuido también al deterioro de
la calidad de los suelos a través del vertido incontrolado de residuos
tóxicos y peligrosos. El proceso de industrialización difusa colocó
multitud de industrias sobre los campos de arroz, a lo largo de los
canales fluviales y a las puertas de las zonas residenciales. Para
controlar el carácter anárquico del proceso, el gobierno adoptó en
1981 una legislación tendente a ordenar por zonas el asentamiento de
las industrias. Esta medida, sin embargo, no ha sido cumplida: de las
4.259 nuevas empresas establecidas en 1984, sólo 2.568 (aproximadamente
el 60%) se asentaron en la zona correcta. Por otro lado, la legislación
en materia de residuos aprobada en los años 80 ha sido sistemáticamente
incumplida por un tejido rural de pequeñas y medianas empresas, de
pequeño capital y cuya competitividad depende del control férreo de
los costes. En esta circunstancias, es especialmente peligroso el vertido
de residuos con contenido en metales pesados a través de las vías de
agua, ya que acaban filtrándose en el suelo, en un proceso irreversible
de degradación. La EPA (Environmental Protection Agency) investigó
en 1986 la contaminación por metales pesados en el área central de
Taiwan, encontrando contenidos superiores al nivel aceptable de cadmio,
cromo,
mercurio, cobre, plomo, niquel, plomo y zinc. Según datos de Bello,
alrededor del 20% del suelo de cultivo está contaminado por vertidos
industriales y un 30% del arroz cultivado contiene metales pesados.


3.3.2. El recurso agua

  El uso de abonos y fertilizantes químicos a base de nitrógeno y fósforo
en la agricultura intensiva taiwanesa contamina los suelos, filtrándose
hacia los acuíferos, fuente de abastecimiento de agua para la mayoría
de taiwaneses.

Gráfico 2:











    Fuente: elaboración propia
  El otro gran problema está integrado por la contaminación de las
aguas superficiales, motivada por los vertidos tóxicos sin tratar,
procedentes de las industrias. La contaminación del agua es un problema
extremadamente serio. No hay registro de la cantidad de desechos vertidos
a los cauces durante los últimos 30 años ni tampoco una red de laboratorios
capaces de detectar pequeñas cantidades de sustancias tóxicas peligrosas
para la salud humana.

  La acuicultura ofrece un ejemplo trágico de la lógica autodestructiva
que pone en funcionamiento el modelo de desarrollo espacial mixto.
Fruto de la sobreoferta de arroz sucedida en el decenio de 1970, el
gobierno impulsó a los agricultores a diversificar sus cultivos. Se
estima que más de 40.000 ha. de campos de arroz fueron convertidas
en viveros de marisco. Las tasas de crecimiento fueron explosivas:
la producción de langostino, por ejemplo, se multiplicó por 45 en apenas
10 años. Al igual que otras industrias en Taiwan, la acuicultura está
formada por un tejido de pequeños productores desperdigados por las
zonas costeras. Estos productores dependen del agua fresca, cada vez
más escasa, que obtienen de los cauces fluviales o de pozos. Como resultado
de los vertidos industriales corriente arriba, las muertes de marisco
se suceden con regularidad, detectándose numerosos casos durante los
años 1986 y 1987. Pero la acuicultura perjudicada por la contaminación
de los ríos ha contribuido, por su parte, al deterioro del medio. La
sobreexplotación de los acuíferos cerca de la costa ha originado fenómenos
de intrusión marina en el subsuelo, esto es, la salinización de los
acuíferos.

3.3.3. Recursos forestales

  El 52% de la superficie de la isla está todavía ocupada por una cubierta
vegetal, si bien mucho de lo que se considera políticas forestales
de conservación no han sido sino políticas de sustitución del bosque
subtropical de especies de crecimiento lento por plantaciones de monocultivo
de coníferas de crecimiento rápido, tales como la Cruptomeria japonica,
considerada como especie más rentable. El volumen de madera obtenida
en la isla ascendió a 400.000 metros cúbicos en 1990. Aunque este volumen
representa sólo un 10% de la demanda interna de madera, la fragilidad
del ecosistema de la isla y el papel clave que desempeña el bosque
subtropical, hacen de la explotación maderera una actividad altamente
destructiva, con un impacto directo en erosión, suelos y biodiversidad.

Gráfico 3:










    Fuente: elaboración propia

  La propia sustitución de la cubierta vegetal por plantaciones de
coníferas en monocultivo ha repercutido en un descenso dramático de
la biodiversidad de la fauna y flora en la isla. Se ha encontrado,
por ejemplo, que tales plantaciones soportan tan sólo un 15% de las
especies de aves que pueblan los bosques naturales. Al menos, 62 especies
de mamíferos pueblan la isla, junto a 430 especies identificadas de
aves domésticas y migratorias, 90 diferentes reptiles, 30 anfibios
y 140 variedades de peces de agua dulce. Varias de esas especies son
ya infrecuentes en la isla, sumidas en un proceso acelerado de extinción,
entre las que se incluyen el leopardo manchado, dos especies de ciervo
(sika deer, sambar deer), el gato leopardo y el pangolín.

  La construcción de vías de transporte para la entresaca de la madera
en terrenos de gran pendiente ha desencadenado procesos serios de erosión.
Además esta nueva red abre la posibilidad de penetración en los bosques
y de nuevos asentamientos, que a su vez serán objeto de mayores redes
de transporte, implantándose un círculo vicioso de deterioro.




3.4. El problema de escala en los sectores productivos

  El problema de la escala ineficiente en la agricultura taiwanesa
radica en la necesidad de obtener una mejora en la estructura de costes
con la que poder competir en un mercado cada vez más abierto, sin para
ello incurrir en un modelo de explotación intensiva basado en el abuso
de semillas de alto rendimiento y abonos químicos, que ha dado lugar
a una crisis ecológica de proporciones todavía desconocidas.

  Conviene señalar que el origen del minifundio en la isla no es histórico
sino resultado de la política emprendida por el KMT desde el gobierno.
La reforma agraria de finales de los 40 cumplió con creces los objetivos
para los que fue trazada: desaparición de la clase absentista, reparto
igualitario de la tierra, mejora de la distribución de la renta y aumento
de la producción. Por otro lado, la restrictiva legislación en materia
de compra-venta de tierras, todavía vigente, ha evitado la concentración
de la propiedad agrícola. A estos factores de política económica se
le han unido otros como la parcelación natural de las explotaciones,
los vínculos tradicionales a la tierra y la costumbre de derechos sucesorios
iguales entre hermanos, que terminan de explicar el fenómeno del minifundio
en Taiwan.

  El minifundio estuvo, por tanto, al servicio de los objetivos de
la reforma agraria y desempeñó un papel vital en la economía taiwanesa
de los años 50, en especial, la distribución igual de la renta y el
aumento de la producción agrícola. Sin embargo, la situación en los
años 90 es bien distinta:

  En primer lugar, la distribución de la renta en el conjunto de la
economía depende mucho menos del reparto fragmentado e igualitario
del campo al representar la agricultura tan solo un 6,3% del PIN (producto
interior neto) y un 15,3% del empleo en el periodo 1985-89, muy lejos
de los mismos datos para el periodo 1960-64: 29,7% y 50,9% respectivamente
(ver cuadro 1). De igual modo, la influencia del minifundio en el propio
sector agrícola es también limitada puesto que el ingreso agrícola
de la renta del campesino suponía ya menos de la mitad del total, un
33,8% y un 37,28%, en los periodos 1980-84 y 1985-89.

  En segundo lugar, la agricultura taiwanesa se enfrenta a nuevos retos,
como son:
       - Un aumento de la calidad y el valor de la producción agrícola
en lugar de un aumento de la producción física.
       - Un aumento de la eficiencia productiva, vía reducción de los
costes de producción.
       - La conservación y explotación ordenada y sostenible de los
recursos.
       - Una mayor adecuación a los gustos del consumidor. En este
sentido, la agricutura ecológica constituye no sólo un objetivo en
si mismo sino también un medio para lograr competitividad.

  A la luz de estos nuevos parámetros, se puede concluir que el minifundio
representa un obstáculo para la mecanización y la consiguiente reducción
de costes de producción, siendo más dudosos sus efectos sobre la implantación
de un modelo de agricultura ecológica y un plan de gestión de recursos.



  En lo referente al sector industrial, la participación de grandes
empresas ha ido cayendo a lo largo del tiempo. En el periodo 1950-1970
la economía taiwanesa había vivido el predominio de grandes empresas:
En 1961 las empresas con más de 500 trabajadores reunían el 65% de
la producción, cifra que descendió hasta el 47% en 1981. También el
tamaño medio de la planta industrial ha sufrido un descenso en el sector
urbano y suburbano entre 1971 y 1986 al pasar de 31,2 y 37,9 empleados
a 21,6 y 25,0 respectivamente (ver cuadro 3). Parte de este declive
se debe a la naturaleza de los sectores en las primeras fases de la
industrialización taiwanesa (hilados y tejidos e infraestructuras),
que se caracterizaron por las economías de escala. No obstante, la
ausencia de grandes conglomerados, presentes por ejemplo en Corea del
Sur, está también relacionada, según ha señalado Amsden, con interferencias
de la política económica del gobierno. La pretendida estabilidad de
la tasa de crecimiento del producto ha favorecido la supervivencia
del pequeño negocio, de igual modo que la práctica de inspecciones
fiscales se ha centrado en las grandes compañías motivando que los
conglomerados hayan permanecido pequeños y dispersos.


Cuadro 6: Comparación del tamaño de los conglomerados en Taiwan
     y Corea del Sur, 1983.

-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ-

Taiwan
Corea del Sur
-ÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄÄ-
Número de conglomerados              
Número de empresas                   
Empresas/conglomerado                
Trabajadores/empresa                 

Porcentaje del empleo (%)            
96
745
 7,8
444

 4,7
  50
 552
  11,0
1.440

    5,5
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Fuente: Hamilton y Orru (1989), citados en Amsden (1991)

  Williams ha afirmado que la escala reducida ha desempeñado su papel
en el deterioro ambiental en Taiwan. El predominio de la pequeña y
mediana empresa, con escasa dotación de recursos de capital y operando
con estrechos márgenes de beneficios, muy vulnerables a los ciclos
económicos ha resultado en una escasa inversión en tecnologías no contaminantes
y en un escaso incumplimiento de la regulación. No hay que olvidar,
sin embargo, que el factor decisivo a largo plazo para frenar el deterioro
viene dado por el nivel de toma de conciencia de una sociedad y su
disposición a pagar mayores precios en los productos derivados de la
adopción de tecnologías limpias.



3.5. Desarrollo orientado a la exportación

  Un modelo de desarrollo orientado a la exportación basado en una
gran parte en sectores intensivos en el uso de recursos naturales (acuicultura,
agricultura, industria pesada y de bienes intermedios) y en creación
de residuos y contaminación (industria pesada) parece ser incompatible
a largo plazo con la supervivencia de un ecosistema isla, de pequeño
tamaño, frágil y densamente poblado. La presión humana de por sí sobre
los recursos naturales que suponen 572 habitantes en cada km2, hacen
que el excedente energético y de recursos renovables obtenible del
ecosistema sea escaso. Cualquier desarrollo tendente a exportar paquetes
energéticos y hacer uso intensivo de los recursos requiere necesariamente
el deterioro ambiental de la isla.

  La orientación de la economía en general y del sector exportador
en particular deberían basarse en sectores como el de servicios, generadores
de alto valor añadido y que mantienen la menor relación posible con
el medio físico, ya sea para obtener recursos o depositar residuos.
Se comentan, no obstante, dos aspectos:
    El sector de servicios cuenta con un gran competidor en la colonia
de Hong Kong y quizás también en Shangai.
    Por otro lado, se debería producir la deslocalización masiva de
industrias contaminantes. En los últimos años 80 se ha desencadenado
un curioso fenómeno de traslado de industrias taiwanesas hacia las
provincias chinas costeras de Guangdong y Fujian, motivado por la competencia
de otros países de Asia Sudoriental (Tailandia, Malasia...). Unas 12.000
empresas han dado ya este paso y las cifras de inversión son impresionantes:
100 millones de dólares en 1987 y 5.000 millones en 1992. Se trata,
no obstante, de sectores intensivos en mano de obra (calzado, juguetes,
confección y electrónica sencilla), que buscan en China bajos costes
laborales y el acceso preferente al mercado americano, toda vez que
la isla fue excluida del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG)
de los EE.UU. en 1989. En los sectores intensivos en capital (entre
los que se incluyen los sectores intensivos en el uso de recursos y
producción de residuos), el gobierno taiwanés se ha mostrado reacio
a autorizar inversiones. Es el caso de la empresa Formosa Plastics
que vio paralizado por la oposición del gobierno un proyecto consistente
en la creación de un complejo petroquímico de 7.000 millones de dólares
en Xiamen, la Zona Económica Especial de Fujian. La compañía decidió
finalmente construirlo en una isla artificial en la costa occidental
de Taiwan.

3.6. Modelo energético

  La economía de Taiwan se dotó en los años 70 de un ambicioso programa
nuclear, que contemplaba la construcción de 20 centrales para el año
2000. Actualmente funcionan tres centrales, que suministran más del
50% de la energía eléctrica de la isla. La oposición popular y el fuerte
movimiento antinuclear surgido durante los años 80 han conseguido paralizar
el proyecto de construcción de la cuarta central. La opacidad informativa
oficial no ha podido impedir que se divulguen los repetidos accidentes
y fugas radioactivas. A pesar de todo, según Bello, la mayor amenaza
para la salud humana proviene de movimientos sísmicos o tifones que
puedan afectar al correcto funcionamiento de las instalaciones nucleares.

  Se demuestra así nuevamente el desajuste entre el modelo de desarrollo
impulsado en Taiwan y sus características naturales. La opción nuclear
quizás no era la opción energética más adecuada en una isla emplazada
sobre el borde del ®Cinturón de fuego del Pacífico¯. Por otro lado,
la alta densidad de población y la inestabilidad sísmica hacen muy
difícil encontrar una falla segura y suficientemente alejada de la
población para almacenar los residuos radioactivos, durante los cientos
o miles de años que permanecen activos. Por el momento, los deshechos
se almacenan en los propios reactores, en espera de una solución que
no parece ser otra que la de expatriarlos.
IV. REVISION DE LA TESIS DEL ESTADO DESARROLLISTA



  La tesis del Estado capitalista desarrollista (Capitalist Developmental
State) fue por primera esbozada por Johnson en 1982, con el objeto
de explicar el proceso de desarrollo japonés, y refundida en 1987 para
dar cabida a los NPIAs. Las características del estado desarrollista
según Koo:

    1º       Un estado fuerte, con capacidad de control del capital
nacional y extranjero.
      2º       Un grado alto de autonomía relativa, respecto de presiones
externas e internas, que resulta en la capacidad de desarrollar políticas
económicas a largo plazo, sin interferencias de los agentes sociales.
    3º       Una ideología desarrollista, que comprometa a la burocracia
estatal con el objetivo sublime de una industrialización nacional,
subordinando a tal fin otros objetivos específicos.


  En efecto, estas características explican en gran medida el proceso
de desarrollo seguido por Taiwan en los últimos decenios, pues el gobierno
fuerte del KMT fue capaz de elaborar una estrategia de desarrollo a
largo plazo sin interferencia de grupos de presión (como lo demuestran
la reforma agraria y la política deliberada de distorsión de precios),
colocando al país en una senda de desarrollo económico espectacular.
No obstante, se pueden hacer algunas
matizaciones importantes:

    En primer lugar, Johnson establece un cierto grado de correlación
entre industrialización y desarrollo. Es posible que ambas variables
se interrelacionen positivamente en un determinado momento del proceso
histórico de los países, pero es dudoso que esa relación sea tan estrecha
siempre. Es el caso de la estrategia de industrialización ascendente
en hilera en Taiwan, que si bien ha reportado un crecimiento económico
incontestable, ha causado también un deterioro del medio ambiente,
incidiendo negativamente sobre el desarrollo. La tecnocracia del KMT
taiwanés parece responder más bien a una ideología únicamente industrializadora,
ideología que ha dado lugar a una brecha creciente entre industrialización
y desarrollo durante el decenio de los 80 en Taiwan.

    En segundo lugar, el origen de esta ideología industrializadora
se puede vincular a un grado de autonomía no tan elevado del KMT. A
diferencia de Latinoamérica, donde los gobiernos se han visto sujetos
con frecuencia a los intereses de las oligarquías y del capital transnacional,
el gobierno del KMT presenta una forma de dependencia más sutil. El
modelo de desarrollo emprendido viene guiado por la necesidad de legitimar
el régimen en el exilio frente a la China Continental: la rapidez del
crecimiento económico a cualquier precio, la opción de la energía nuclear.
El ideal último no parece el desarrollo humano, sino el desarrollo
en función de otros intereses (los de los grupos industrialistas).
De hecho, durante los años 80 el gobierno del KMT empieza a perder
apoyos populares y a convertirse en un lastre. Son frecuentes la contestación
y oposición popular que motivan sus decisiones económicas, la instalación
de nuevas centrales nucleares o de complejos petroquímicos.

    En resumen, la experiencia taiwanesa demuestra que, en el mejor
de los casos, el Estado desarrollista que descansa en un compromiso
únicamente industrializador está limitado en el tiempo y que, por tanto,
ese Estado desarrollista acaba convirtiéndose en un Estado antidesarrollista.
Un verdadero estado promotor del desarrollo debe implicar grados de
participación popular y del resto de agentes económicos. Si no, la
tesis del Estado desarrollista será capaz de explicar procesos de crecimiento
económico, pero no de auténtico desarrollo sostenible y humano. 

BIBLIOGRAFIA


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WU HUANG, S. (1993), "Structural Change in Taiwan's Agricultural Economy",
Economic Development and Cultural Change, Vol. 42, nº1, octubre, pp.
43-65.


Para: Pablo Bustelo
De: Antonio Rodríguez-Carmona


  El trabajo ha sido revisado en lo referente a contenido y forma.
Con motivo de la ampliación de la bibliografía, en especial, Wu Huang
(1993), UNIDO (1993#), Chu (1994) y Bustelo (1993), he aprovechado
para crear, ampliar y reformar algunos epígrafes. Abajo anoto en el
índice los cambios más importantes para que no tengas que leer todo.
El resumen en inglés no está todavía terminado.



INDICE
I. Dotación de recursos naturales
II. Modelo de desarrollo
    2.1. El papel del Kuomintang
    2.2. Agricultura intensiva  (reformado y ampliado)
    2.3. Industrialización difusa
    2.4. Industrialización ascendente en hilera  (ampliado)
III. Desajuste entre modelo de desarrollo y dotación
de recursos naturales
    3.1. Agricultura intensiva  (creado)
    3.2. Industrialización en hilera
    3.3. Modelo de desarrollo espacial mixto
       3.1.1. El recurso suelo
     3.1.2. El recurso agua
       3.1.3. Los recursos forestales
  3.3. El problema de escala en los sectores productivos  (reformado)
    3.4. Desarrollo orientado a la exportación  (ampliado)
    3.5. Modelo energético
IV. Revisión de la Tesis del Estado desarrollista