Hacia el final del verano, cuando todavía no había cierres perimetrales, mi novio y yo aprovechamos que los vuelos estaban superbaratos y nos hicimos una escapada a Mallorca. Fueron solo tres días de esparcimiento, pero tuve la oportunidad de llevar un barco y me quedé alucinada con la experiencia. Y mi novio, lo mismo.
Nunca me había planteado lo del alquilar una embarcación, pensaba que para eso se necesitaría algún tipo de carné o licencia, pero resulta que eso no es así. Al igual que sucede con las motos, algunos barcos se pueden utilizar sin necesidad de tener licencia y otros no.
He pilotado un barco (y tú también puedes hacerlo)