Hoy apareció una niebla que empapó mis entrañas,
pellizcó mis parpados y tiró de mis orejas,
hizó añicos mis anhelos y me dejó tirado en el suelo con las fuerzas justas
para caminar y seguir contemplando mi desgracia.
Y alzé mi vista y alcance a ver esa horripilante niebla
cubriendo hasta el ultimo pino de esta nuestra tierra.
Contemplé como bañaba hasta el ultimo tejado de la casa más baja
y el sol se despidió de mis oscuras pupilas.
El inaudible llanto se palpaba en las aceras y las interminables calzadas
se alargaban hasta el valle donde reside el umbral de toda angustia, pues
fue entonces,querido hermano, cuando se abrieron los cielos y susurraron:
"Lo mejor es ser un poeta muerto".