Ralato corto de ficción sobre un abogado que hace bien su trabajo.
Habían pasado ya más de dos años desde que se celebró el juicio, aquel abogado laboralista de Sevilla sabía que su cliente había ocultado datos a la empresa pero sin embargo el secreto profesional no le permitía revelar la verdad. La asesoría fiscal de Sevilla para la que trabajaba era una auténtica maravilla de eficiencia. Aquella mañana Pedro decidió poner fin a su caso, llamo a los abogados y les dijo que se despedía y así acaba esta historia.