La Universidad Complutense, como corresponde a uno de los centro científico-culturales más importantes del país, ha estado siempre ligada a la historia del libro, en cuanto soporte básico en la transmisión del conocimiento.

Es por eso que, en la reflexión del acontecimiento histórico que hoy celebramos -los quinientos años de la bula cisneriana- queremos subrayar el compromiso de la Universidad Complutense con la ciencia, la cultura y la educación a través de una exposición bibliográfica que sirva de hilo conductor a nuestra compleja y rica historia.

La partida de nacimiento la encontramos en 1499 cuando Alejando VI concede las bulas fundacionales al Colegio Mayor de San Ildefonso a instancias del Cardenal Cisneros, promotor del desarrollo de la cultura humanista en España, quien quería recrear en la Villa de Alcalá un estudio general fundado en 1293 por Sancho IV de Castilla. La fundación cisneriana, los otros colegios de Alcalá, la gran obra de la Políglota y la vida universitaria son algunos de los hitos sobre los que la exposición se detiene.

En el siglo XVII en el Colegio Imperial de Madrid y en el XVIII con los Reales Colegios de Medicina y Cirugía, Farmacia o Veterinaria, se produce un notable progreso en la historia de la enseñanza española lo que significará un gran enriquecimiento para la Universidad Complutense quien, en el siglo XIX, y tras su traslado a Madrid, recibirá la incorporación de dichos centros educativos, algunos de cuyos documentos y textos más significativos encontramos reflejados en los capítulos correspondientes.

La organización de los estudios de Ciencias, Humanidades y Artes son también hitos de una Universidad que, en un entorno de una gran inestabilidad sociopolítica, lucha por su organización y reforma. Los diferentes Reglamentos, Leyes de Instrucción Pública y Planes de Estudio que se dan a lo largo del Siglo XIX confluyen en la autonomía universitaria de 1919 y el proyecto de la Ciudad Universitaria que, tras el tremendo desastre de la guerra civil y la recuperación de la autonomía, nos permiten creer con valentía en la Universidad Complutense que la sociedad del siglo XXI demanda.

Los cimientos sobre los que se ha construido la historia de nuestra Universidad se encuentran en los libros que conforman nuestra rica colección bibliográfica y no deben permanecer expuestos a la pérdida o al olvido de la biblioteca que los custodia. El firme asentamiento en el pasado de las instituciones educativas y su continuidad a través del tiempo constituyen una de las más sólidas garantías de su proyección hacia el futuro. Pero sólo la conservación y difusión del legado histórico y su transmisión a las generaciones futuras habrá justificado la herencia recibida.

Rafael Puyol Antolín
Rector de la Universidad Complutense