Cultura y Sociedad • Santa Apolonia

Santa Apolonia

Escuela italiana del siglo xvii
Óleo / lienzo, 0,95 x 0,73 m
Etiqueta en el áng. Inf. Izdo nº 153
Catálogo Universidad Complutense nº 496

Admitida tradicionalmente como Santa Apolonia, la santa mártir que se dejó arrancar los dientes antes de abjurar de su fe, la escena que aquí vemos reflejada más parece tratarse de una de las cotidianas imágenes con las que se podía encontrar Don Quijote. A lo largo de sus andanzas demuestra su interés por el tema llegando a decir en el capítulo XVIII dirigiéndose a Sancho... llégate a mí y mira cuántas muelas y dientes me faltan, que me parece que no me ha quedado ninguno en la boca... (pág 225)...atiéntame con el dedo, y mira bien... porque en toda mi vida me han sacado diente, ni muela de la boca, ni se me ha caído, ni comido de neguijón, ni de reuma alguna...Porque te hago saber, Sancho, que la boca sin muelas es como molino sin piedra, y en mucho más se ha de estimar un diente que un diamante...(pág 228 y 229)
Este interés parece provenir de su padre, pues aunque siempre ha sido muy controvertido el origen de Miguel de Cervantes, lo que sí parece cierto es que su padre, Rodrigo, era un modesto cirujano itinerante que durante los años de infancia de sus hijos, vagaba por la península ejerciendo sus artes al igual que los barberos y sacamuelas.
Por esos años se conoce la existencia de un Tratado Breve de Flebotomía (Madrid, 1630; Valencia, 1700) realizado por Diego Pérez de Bustos, sangrador de cámara. A la manera de un formulario de preguntas y respuestas se presentan una serie de cuestiones que todo sangrador debe conocer, siendo varias de contenido odontológico. Acompañan al texto algunos grabados de instrumental dedicado a extracciones, la práctica dental más frecuente, si no la única, de los destinatarios.
También Alonso Muñoz (+1626) es, junto con Pérez de Bustos, Otro de los escasísimos tratadistas de tema odontológico del siglo xvii. Ambos fueron “sangradores” de Su Majestad, atendiendo a los monarcas Felipe III y Felipe IV. Su obra: Instrvccion de los Barberos Flebotomianos (Valencia, 1621) contiene un capítulo “De las muelas y dientes, quantos son, y como se han de sacar, y con que instrumento”, dedicado a exponer los conocimientos que los futuros sangradores de-
bían poseer para dedicarse a la práctica odontológica
El naturalismo con que está resuelta la composición se acentúa con los efectos lumínicos, convirtiendo la luz en un elemento determinante al impactar sobre el rostro dolorido de la mujer, que logra efectos teatrales de fuerte contraste con el resto de las figuras.

Cervantes Saavedra, M., Vida, y hechos del ingenioso caballero Don Quixote de la Mancha. Novena Edición. Tomo I, Madrid, En la Imprenta de D. Antonio de Sancha, MDCCLXXVII. – Irigoyen de la Rasilla, M. J., Patrimonio Artístico de la Universidad Complutense. Inventario, Madrid, Consejo Social de la Universidad Complutense de Madrid, 2000.

M.J.I.R.