Los Quijotes de la UCM
Cervantes Saavedra, Miguel de: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha...

Cervantes Saavedra, Miguel de: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha / compuesto por Miguel de Cervantes Saavedra. – Novísima ed. clásica ilustrada con notas históricas gramaticales y críticas, según las de la Academia Española, y sus individuos de número Pellicer, Arrieta, Clemencín, y por F. Sales A. M.; aumentada con el Buscapié anotado por Adolfo de Castro.

Madrid: Imprenta y Libreria de Gaspar y Roig, Editores, 1850. – XX, 772, XXXIV, [6] h. de grab, 84 p., [1] h. de lám. Il. ; 27 cm.
FLL [FA 24].


La presente edición no es sino una repetición idéntica, con las mismas ilustraciones, notas y apéndices, de la editada por la misma casa editorial en 1847. Su peculiaridad consiste en ser la primera ocasión en la que un Quijote va acompañado de la edición del Buscapié de Adolfo de Castro, publicado suelto por primera vez en 1848 y una de las mayores curiosidades literarias del siglo pasado.

Adolfo de Castro, nacido en Cádiz en 1823, cuando contaba con 24 años de edad y ya gozaba de cierto prestigio en el mundo cultural gaditano, comenzó una arriesgada broma que fue creciendo a lo largo de los años y que se convirtió en el centro de uno de los más apasionados debates cervantinos sucedidos en el siglo xix. Y dicha broma no fue otra que escribir una obra de Cervantes, que las investigaciones daban por cierta y perdida, pero que nadie había visto jamás: El Buscapié. Lo que se decía de dicha obra es que había sido escrita por Cervantes para defenderse de aquellos que habían atacado la primera edición del Quijote.
Ya fuese para consagrarse en el mundo de las letras, para adquirir fama más allá de su estrecho círculo, o como ejercicio que pretendía mostrar sus profundos conocimientos sobre Cervantes, Adolfo de Castro tuvo la audacia de escribir la obra, inventarse el descubrimiento del manuscrito en un mercadillo de libros de Cádiz, y publicarlo en Cádiz, en la imprenta y litografía de la Revista Médica, en el año de 1848. El éxito estaba asegurado y ese mismo año se publicaron ediciones en Francia, Inglaterra y Estados Unidos.

Pronto comenzó la polémica. El francés Landrin y el hispanista norteamericano George Ticknor fueron los primeros en hacer públicas sus dudas sobre la autenticidad de la obra. En vez de parar aquí la superchería Castro, animado quizás por el éxito de ventas y la fama que estaba logrando, perseveró en el engaño y consiguió que se publicase una tercera edición de su Buscapié, en esta ocasión como apéndice a la edición del Quijote de la editorial Gaspar Roig de 1850 y que es la obra que se expone.

El debate siguió y aumentó enfrentando, posteriormente, a Castro con el erudito y bibliófilo extremeño Bartolomé José Gallardo quien, en 1851, escribió su Zapatazo a Zapatilla y a su falso buscapié un puntillazo en el que, además de arremeter contra Castro, lo hacía también contra Alberto Lista, Serafín Estébanez Calderón y otros eruditos. La réplica no se hizo esperar y, en el mismo año de 1851, Canovas del Castillo y Adolfo de Castro escribieron el famoso folleto Aventuras literarias del iracundo bibliopirata Bartolomico Gallardete.

El enfrentamiento de Castro con Gallardo terminó con la muerte de este último en 1852, aunque marcó para siempre la vida y el prestigio de Castro cuyas investigaciones, de indudable altura para la época, serán recibidas, desde entonces, con cautela y desconfianza por la crítica. La polémica sobre la autenticidad del Buscapié la cerró definitivamente el estudio realizado por Cayetano Alberto de la Barrera que fue publicado en varios artículos en la Revista de Ciencias, Literatura y Artes en los años 1856-1859. Dichos artículos fueron reunidos con el título El cachetero del Buscapié y publicados en Santander, por J. Martínez, en 1916, con prólogo de Francisco Rodríguez Marín.

Adolfo de Castro, que por otro lado fue un gran bibliófilo y erudito y cuyo nombre lleva una Cátedra del Ayuntamiento de Cádiz dedicada a estudios de historia local, nunca en vida quiso rectificar la autoría del Buscapié que, en cualquier caso, ha pasado a la historia como divertido juguete literario que demuestra el ingenio, la preparación intensa y el profundo conocimiento de los clásicos de su autor.

El ejemplar que se expone está depositado en la biblioteca de la Facultad de Filología y procede del donativo de Juan Francisco Camacho.

Fernández Nieto, M., En torno a un apócrifo cervantino: el Buscapié de Adolfo de Castro, Madrid, 1976. – Morales Borrero, M., El buscapié: estudio del apócrifo
cervantino y edición, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1995. – Rabian Martín, M., Bibliófilo y erudito: vida y obra de Adolfo de Castro (1823-1898), Cádiz, Universidad de Cádiz, 1999.

M.T.S.D.