La más alta autoridad de la iglesia cristiana nos ha dicho que tal vez sobren del tradicional Belén navideño el burrito y el buey, los cuadrúpedos que plácidamente yacen junto a la cuna del recién nacido para darles el calor de su aliento. Figuras, se dice, que sólo son iconos ingenuos de una arraigada tradición popular que toma fuerza en el artístico renacimiento napolitano.
Un pesebre sin el calor del aliento de los animales