La sociedad en la que vivimos tiene una absoluta dependencia y necesidad de los materiales que nos proporciona la minería, pero también necesitamos los ecosistemas que transforma esa minería, como los bosques, la biodiversidad y el agua limpia de los ríos. En principio minería y ecosistemas parecen dos conceptos divergentes, pero ya existen técnicas que permiten que sean compatibles y que permiten "tener un plan de restauración desde la apertura de una mina, de tal manera que a medida que se opera se van reconstruyendo los ecosistemas". Dentro de los proyectos Life, los más importantes de la Unión Europea en materia de medio ambiente y cambio climático, ha dado comienzo Life Ribermine, que quiere demostrar que se puede explotar una mina y al mismo tiempo dejar unos ecosistemas muy parecidos, o casi equivalentes, a los que había. Se va a desarrollar en dos espacios degradados, uno son las minas de caolín, que hay en Peñalén (Guadalajara), y el otro unas minas de pirita, en Lousal (Portugal), y en él participan dos grupos de investigación de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Complutense, el grupo de Restauración Geomorfológica y el de Drenaje Ácido de Minas.
[Seguir leyendo] La Complutense se suma al reto de la minería respetuosa con los ecosistemas