La tarde era gris, las nubes no dejaban entrever ningún rayo de sol, llovía... las gotas resbalaban en el cristal después de golpear insistentemente contra el. Mi mirada no podía fijarse en ningún punto, quizás no estaba viviendo una de las mejores épocas de mi vida, pero cada gota que chocaba contra el cristal y resbalaba asemejándose a una lágrima, me recordaba cada momento feliz vivido y cada instante pasado que reflejaba una leve sonrisa en mi cara.
Momentos. Parte 1