Odiseo, siguiendo las indicaciones de Circe, se hace a la mar, aproximándose a las costas, donde moran las sirenas ESCILA y CARIBDIS. Sentadas en un verde prado próximo al mar, rodeadas de los huesos y los restos de piel de los marineros muertos, esperan a los navegantes para atraerlos con sus cánticos hacia los acantilados.
Canto XII