Leer, perdón por la obviedad, es un placer. Pero poder acabar un relato y permanecer un momento reflexionando sobre lo que acabamos de leer o, simplemente, sintiendo que aún estamos inmersos en la atmósfera a la que nos ha transportado el autor es un placer de dioses. Y el verano, con sus vacaciones, es la época del año en la que la mayoría de los mortales podemos acercarnos a esta divina experiencia. Para contribuir a ello Sci-Fdi presenta su cuarta entrega cargada de relatos que nos harán pensar, estremecer o, simplemente, nos dejarán perplejos.
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