El Seminario Archivo “Rubén
Darío” de la Universidad Complutense de Madrid
Sobre el
centro de documentación y estudio Seminario-Archivo “Rubén
Darío”, cuyo núcleo son los documentos facilitados
al Ministerio de Educación Española en 1956 por Doña
Francisca Sánchez, compañera del poeta a partir del año
1899, y depositados posteriormente en la Facultad de Filosofía
y Letras (hoy de Filología) de la Universidad de Madrid (hoy
Complutense), han dado, en conjunto, buena información autores
como Antonio Oliver Belmás (Este otro Rubén Darío,
Barcelona, Aedos, 1960, y Última vez con Rubén Darío,
Madrid, Cultura Hispánica, 1978); Evelyn Urban Irving (“Seminario-Archivo
‘Rubén Darío’”, Hispania, XLIII, Nueva
York, 1960); Dietino Álvarez (Cartas de Rubén Darío,
Epistolario inédito del poeta con sus amigos españoles,
Madrid, Taurus, 1963); Carmen Conde (Acompañando a Francisca
Sánchez, Managua, Unión, 1964); Franciso Sánchez-Castañer
(“Un fruto permanente del primer centenario rubendariano”
en Seminario-Archivo, nº 11, Madrid, 1967; “El Archivo y
Cátedra Rubén Darío”, Homenaje a Luis Morales
Oliver, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1986,
y “El Archivo Rubén Darío”, Prólogo
a Rosario M. Villacastín, Catálogo Archivo Rubén
Darío, Madrid, Universidad Complutense, 1987), y, naturalmente
la autora del propio catálogo que acabamos de citar, al que precede
también otro prólogo de la misma titulada “Mis vivencias
sobre el Archivo Rubén Darío”. Este repertorio,
sólo orientativo, puede ampliarse en el conocido de Hensley C.
Woodbridge, Rubén Darío. A Selective, Classified and Annotated
Bibliography, Metuchen, N.J., The Scarecrow Press, Inc., 1975).
El Archivo, compuesto por 79 carpetas
y 4.795 documentos, según el referido Catálogo, se enriqueció
en 1995 con 56 cartas de Rubén Darío, en su mayor parte
manuscritas y algunas mecanografiadas, dirigidas a Francisca Sánchez,
correspondientes a la carpeta 4, que se encontraban catalogadas pero
habían sido retiradas por Doña Carmen Conde, con la debida
autorización, para la elaboración del libro arriba mencionado,
y fueron reintegradas por la administradora y el albacea de la Sra.
Conde al Seminario, junto con el Libro de Firmas del mismo, un poema
manuscrito de Darío (“Del trópico”, El Salvador,
1889), probablemente no de su puño y letra, y otros documentos
de menor importancia.
El Archivo, que se conserva en
los locales del Departamento de Filología Española IV,
Edificio A, de la mencionada Facultad, fue pacientemente atendido y
organizado, desde 1957, por D. Antonio Oliver Belmás, profesor
adjunto, con la colaboración de Carmen Conde y María Dolores
Enríquez, así como la de Rosario M. Villacastín.
El Dr. Oliver inició la publicación de sus documentos
en un Boletín creado a este propósito y también
para dar cabida a estudios sobre el poeta nicaragüense. Tal boletín
alcanzó doce números.
A la creación del Patronato
del Seminario-Archivo en 1963, siguió en 1967, año del
centenario del nacimiento del poeta, la de la “Cátedra
Rubén Darío”, ocupada primero por el Dr. Oliver
y desde 1969 por el Dr. Sánchez-Castañer, catedrático
de Literatura Hispanoamericana desde 1967 en la referida Facultad.
Este último prosiguió
con ahínco la labor de su predecesor. En 1972 fundó la
revista Anales de Literatura Hispanoamericana en la que sistemáticamente,
excepto en cuatro ocasiones por razones justificadas, se ha prolongado
la publicación del boletín antes indicado. En los doce
números del mismo se publicaron 42 artículos sobre Darío,
y en los 29 números de Anales han aparecido 60 artículos,
mucho más extensos que los del boletín, de tema específicamente
dariano, y 28 sobre el modernismo. Por otra parte se han formalizado
otras contribuciones darianas en la revista del modo que se indica:
Anales empezó su trayectoria ofreciendo en su primer número
(1972) un repertorio de cuatro poemas inéditos de Rubén
Darío y ocho publicados en revistas hispanoamericanas, pero no
recogidos en las diversas ediciones de sus obras; en el número
23 (1994) se incluyen tres poemas inéditos de Darío con
sus facsímiles y uno ya publicado en la Unión Iberoamericana
de Madrid, pero prácticamente desconocido; en el 24 (1995) aparece
el facsímil del antes mencionado poema “Del trópico”
y el de una carta escrita por Gabriela Mistral desde Los Andes a Rubén
Darío en 1912; en el 25 (1996), un facsímil del poema
“Desde la pampa” (El canto errante); en el 26-I (1997),
el de la factura de Cantos de vida y esperanza y el de una carta de
José Santos Chocano dirigida a Darío; y en el 27 (1998),
los facsímiles de tres cartas de Ricardo Rojas referentes al
acopio de poemas para la publicación de El canto errante). En
el 29 (2000) se recoge un documento sonoro, la transcripción
de la emotiva entrevista grabada que Oliver Belmás hizo a doña
Francisca Sánchez en junio de 1957.
El Dr. Sánchez-Castañer
introdujo en el plan de Licenciatura de la Facultad la asignatura “Modernismo
hispánico”, y, como materia de doctorado “La obra
de Rubén Darío”, que tan sólo dejó
de impartir un año antes de su fallecimiento ocurrido en 1992.
Tal curso fue reanudado, con alguna intermitencia, desde el año
académico 1992-93, dividido en “Poesía” y
“Cuentos”, a cargo, respectivamente, del Dr. Luis Sáinz
de Medrano y de la Dra. Juana Martínez Gómez.
Además de este material
de crítica e investigación literaria en torno a Darío
y de las ya mencionadas publicaciones de Conde, Belmás, Irving,
Álvarez y Sánchez-Castañer, hay que citar tres
libros de éste: Estudios sobre Rubén Darío (Madrid,
Universidad Complutense, 1976), Rubén Darío y el mar (Valencia,
1969) y La Andalucía de Rubén Darío (Universidad
Complutense, 1981), además de los diversos trabajos publicados
por quien suscribe y por otros miembros de la Comisión Seminario-Archivo
Rubén Darío. Cabe indicar asimismo la dirección
por miembros de esta Comisión de tres tesis doctorales en las
que la obra dariana es ampliamente considerada: La crítica literaria
en el Modernismo hispanoamericano (María de los Ángeles
Conejero Sánchez, 1986) y Los personajes de la narrativa modernista
hispanoamericana (María de los Desamparados Muñoz Reoyo,
1990), ambas dirigidas por el Dr. Luis Sáinz de Medrano y calificadas
“cum laude”, así como El bestiario de la obra de
Rubén Darío (Francisco Gutiérrez Soto, 2003), dirigida
por la Dra. Juana Martínez y también calificada con la
nota máxima. Se continúa así la promoción
de trabajos doctorales iniciada por Oliver Belmás, cuyo resultado
fueron las tesis de Sor Catalina T. McNamee, El pensamiento católico
de Rubén Darío, la del P. Dictino Álvarez, publicada
con el título que antes se ha señalado, y otras presentadas
fuera de España con utilización de fondos del Archivo
(vid. A. Oliver B., Última vez con Rubén Darío).
Tras el fallecimiento del Dr.
Sánchez-Castañer, en 1992, se constituyó la “Comisión
Seminario-Archivo Rubén Darío”, cuya presidencia
se le concedió al Dr. Sáinz de Medrano Arce, dentro del
Departamento de Filología Española IV. Esta comisión
ha dispuesto la revisión y fotocopia de todos los documentos
del Archivo, labor concluida a la medida de lo posible, dado el estado
de algunos documentos, para que en lo sucesivo no sea necesario manejar,
salvo excepciones, los originales, y se ha recordado y fichado la biblioteca
anexa. A esta labor hay que añadir el propósito que ahora
resulta prioritario: la informatización de los documentos del
“Archivo”, iniciada después de la concesión
de una Acción Especial, otorgada por el Ministerio de Ciencia
y Tecnología, para el año octubre de 2001-octubre de 2002.
Bajo la dirección del investigador responsable, el propio Dr.
Sáinz de Medrano, los doctores Niall Binns y José Manuel
González Freire iniciaron este proceso, con la ayuda de los becarios
del Departamento, y la concesión de una segunda Acción
Especial en junio de 2003 ha permitido avanzar con la informatización,
esta vez con la ayuda de los investigadores Olga Muñoz Carrasco
y Carlos Fernández González. Hasta ahora más de
la mitad de los documentos del Archivo han sido transcritos, clasificados
y luego introducidos en la base de datos, de forma que podrán
ser localizados por vías diversas, según los intereses
de cada investigador, mientras que la digitalización de los documentos
ha permitido el acceso a una imagen fiel del documento original.