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Ángeles del Canto. Laberinto-Biblioteca

Sala de Exposiciones de la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes

Ángeles del Canto. Laberinto-Biblioteca

Del 4 de abril al 4 de mayo


Los libros que me han acompañado a veces han sido laberintos, sitios donde perderme y lugares de los que buscar la salida, como mi propia vida.

Los signos y las palabras han estado presentes en el juego de mi pintura, también como laberintos en los que destapar mis verdades -y mis mentiras- así como mis discursos y mis silencios.

Cuenta el mito que el primer laberinto fue un edificio que construyó Dédalo.
Era una maraña de salas y corredores destinada a servir de encierro al Minotauro, un terrible monstruo al que alimentaban con el tributo de vidas humanas que el rey Minos exigía.
El único joven que se enfrentó al Minotauro fue Teseo, y salió ileso del laberinto gracias al hilo que le permitió volver sobre sus pasos, tendido por Ariadna, hija del rey.

Aparte de las referencias religiosas, el Laberinto sirvió también para instalar a un amante desgraciado en un "Laberinto de amor", o en un "Laberinto mágico" donde será iniciado en el amor.
"Hermoso es el reino del amor
pero triste es también.
Porque el corazón del amante
triste es en las horas de soledad, cuando a su lado mira los ojos queridos
que inaccesibles se posan en las nubes ligeras"
Vicente Aleixandre, Historia del corazón

Ventana sobre la palabra (IV)
"Magda Lemonnier recorta palabras de los diarios, palabras de todos los tamaños, y las guarda en cajas. En caja roja guarda las palabras furiosas. En caja verde, las palabras amntes. En caja azul, las neutrales. En caja amarilla, las tristes. Y en caja transparente guarda las palabras que tienen magia.
Aveces ella abre las cajas y las pone boca abajo sobre la mesa, para que las palabras se mezclen como quieran. Entonces, las palabras le cuentan lo que ocurre y le anuncian lo que ocurrirá"
Eduardo Galeano, Las palabras andantes

El laberinto es una metáfora que representa un camino y una imagen que contiene todas las posibilidades.
"En casa había una enciclopedia de la que mi padre hablaba como de un país remoto, por cuyas páginas te podías perder igual que por entre las calles de una ciudad desconocida"
Juan José Millás, El orden alfabético

Las letras capitulares que adornaron los más bellos libros hablan entre ellas, en un lenguaje desconocido.
"El bien de un libro consiste en ser leído. Un libro está hecho de signos que hablan de otros signos, que a su vez hablan de las cosas. Sin unos ojos que lo lena, un libro contiene signos que no producen concepto. Y por tanto es mudo. Quizá esta biblioteca haya nacido para salver los libros que contiene, pero ahora vive para tenerlos sepultados"
Umberto Eco, El nombre de la rosa

Ángeles del Canto


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