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Donación de un hierro de dorar por Carmen y Justo Fernandez al Departamento de Conservación y Restauración

Javier Tacón Clavaín - 20 de Julio de 2010 a las 09:18

De izda a dcha y de arriba abajo. Hierro legado al taller, aspecto de su utilización, en dorado y gofrado, y ejemplo de hierro de este tipo en un ejemplar de la Biblioteca Histórica.

Carmen y Justo Fernández, ya dieron sobrada muestra de su generosidad hacia la Biblioteca Histórica  con otras importantes donaciones anteriores: el facsímil del First Folio de Shakespeare de 1866 y  otra valiosa edición facsimilar española de 1864: El Bastardo Mudarra de Lope de Vega. Continuando con este muy laudable proceder, han obsequiado al departamento de conservación y restauración con esta excepcional herramienta, adquirida en subasta por Internet, junto a otros hierros, a un chamarilero inglés de Hertfortshire en 2004. [Seguir leyendo]

 

La herramienta en cuestión es un hierro compuesto de los llamados "tipo Sancha" o "anglo -escoceses" ya que "aparecen en el catálogo de Sancha[1] y en las encuadernaciones inglesas y escocesas del pasado siglo (XIX)"[2]. Los hierros compuestos están diseñados para decorar de una sola vez los espacios entre-nervios de encuadernaciones de tamaño similar ya que el grabado está compuesto por un adorno central cerrado por esquineras y adornado por detalles menudos, composición que, en la mayoría de los casos, se realizaba mediante la aplicación, uno a uno, de todos estos hierros sueltos.

 

Un ejemplo de utilización de un  hierro de este tipo en la colección de nuestra biblioteca, el cual aparece reproducido en la imagen adjunta, lo encontramos en los dos tomos de: William Cave.  Scriptorum ecclerias ticorum historia literaria : a Christo nato usque ad saecun impresos en Basilea en 1741 y 1745 (signaturas: BH DER 16335 y BH DER 16336).

 

El hierro que Carmen y Justo tan amablemente nos han cedido es, según el vendedor inglés, de finales del siglo XVIII o principios del XIX, época en la que también la encuadernación se encuentra inmersa en la primera revolución industrial. El hecho de que los propios editores e impresores, como en el caso de Sancha, comenzaran a optar también por la encuadernación de las obras que editaban, pudo favorecer el uso de estos hierros compuestos, diseñados claramente para disminuir el tiempo de trabajo en las encuadernaciones "clónicas" de tiradas completas de una misma obra.

 

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[1] Vindel, Pedro. D. Antonio de Sancha, encuadernador: datos para la historia de la encuadernación en España / Pedro Vindel-- Madrid: Librería de Pedro Vindel, 1935. Reproducción facsímil en 2002 por el Gremio Madrileño de Comerciantes de Libros Usados. Laminas XIX y XX. Disponible la reproducción digital en Aquiseencuaderna.com

[2] Torrente Secorún, José Vicente. Manual del dorado de libros . Madrid: Clan, imp. 2000. pp. 25 y 26.

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