El pasado 22 de julio murió Bernard Knox (1914-2010), uno de los últimos brigadistas internacionales que quedaban vivos y que en su juventud estuvo entre nosotros, dejando parte de su corazón en España y en la Biblioteca Complutense (noticia en el diario El País). El británico Bernard Knox fue una de las figuras más relevantes de los estudios helenísticos en el siglo XX, profesor en la Universidad de Yale y director del Center for Hellenic Studies en Washington. [Seguir leyendo]
Pero además, Bernard Knox fue uno de los numerosos jóvenes comprometidos de todas las nacionalidades de Europa y América que en 1936 decidieron apoyar a la República española y se alistaron en las Brigadas Internacionales. En pocas semanas se encontró metido de lleno en plena batalla de Madrid, en el frente de la Ciudad Universitaria, uno de cuyos lugares estratégicos fue la Facultad de Filosofía y Letras y su Biblioteca.
Son muchos los testimonios que nos hablan de esos días de sangre y fuego en Madrid, destacando entre ellos los relatos de los brigadistas internacionales que participaron directamente en la batalla. En estos relatos, la biblioteca como escenario y sus libros como símbolos de cultura se abren paso entre las bombas en lo que parece constituir, en palabras de Niall Binns, "una lectura simbólica de la defensa de la Ciudad Universitaria, y sobre todo de Filosofía y Letras, como una defensa de la cultura".
John Sommerfield era un joven británico que formó parte del batallón Comuna de París de la XI Brigada. En 1939 publicó su libro Volunteer in Spain, relato en el que recordaba sus experiencias en aquellos días:
"Cuando llegamos a la Ciudad Universitaria, conseguimos entrar en el edificio de Filosofía. Construimos barricadas con volúmenes de metafísica hindú y filosofía alemana de principios del siglo XIX; eran "totalmente a prueba de balas"... Exploramos la biblioteca; en la gran sala de lectura, armas anti-tanque descansaban sobre las mesas; los libros valiosos y los manuscritos habían sido llevados fuera pero había muchos otros libros llenos de interés para nosotros; descubrimos una colección de clásicos Everyman y los llevamos a nuestra habitación. Una fría mañana encontré en un estante Los poetas de los lagos de Thomas Quincey, me envolví en una alfombra y pasé todo el día leyendo, con voracidad, sobre Wordsworth y Coleridge, en otro lugar, en otro tiempo; en dos ocasiones nos bombardearon desde el edificio de enfrente y tenía que dejar el libro para disparar contra los falangistas que saltaban como conejos cada vez que estallaban los obuses. Leí toda la tarde y había llegado al último capítulo de Los poetas de los lagos cuando estalló un obús en la biblioteca, llenándola de humo y polvo... las figuras se movían confusamente y la cabeza de John (Cornford) estaba sangrando ..."
John Cornford fue otro joven británico, estudiante en Cambridge, que vino a España, en principio para ser corresponsal de guerra aunque pronto combatió en Huesca y tras un viaje a Inglaterra para alistar a mas voluntarios, volvió a España, se unió al Batallón Commune de Paris de la XI Brigada Internacional y combatió en Filosofía y Letras, junto al grupo de los "jóvenes poetas". Poco después en diciembre de 1936 murió en combate en Lopera (Jaén). Del momento en que es herido en la biblioteca de Filosofía y Letras queda el testimonio de su compañero y amigo, Bernard Knox:
"Habíamos descubierto la biblioteca intacta en el sotano y subimos las escaleras, casi tambaleándonos, con los brazos llenos del Everyman Library... John había abierto al azar The Cloister and the Hearth y, después de media hora en silencio, me miró diciendo que Charles Reade era un buen historiador. Mi réplica nunca llegó a salir de mis labios. Hubo un gran estruendo que pareció que me iba a arrancar la cabeza y fui arrojado al suelo. Cuando conseguí mirar a mi alrededor, la sala estaba llena de un humo sucio y negro y John estaba tumbado junto a mi, con la cara ensangrentada..."
Bernard Knox era uno de los jóvenes reclutados por John Cornford que dejó su vida universitaria en Cambridge para alistarse en las Brigadas Internacionales. En sus memorias, también dedica un recuerdo especial a cómo los libros de la Facultad le salvaron la vida:
"Las barricadas estaban hechas con libros de la biblioteca; cogimos los más grandes y voluminosos que pudimos encontrar; entre ellos, recuerdo que había una enciclopedia de religión y mitología hindú. Más tarde descubrimos, después de escuchar los impactos de las balas en los libros, que el grado de penetración de las balas llegaba aproximadamente hasta la página 350; desde entonces me incliné a creer, como nunca lo había hecho antes, aquellas historias de soldados cuyas vidas habían sido salvadas por un Biblia que llevaban en el bolsillo de su chaqueta"
Otro brigadista italiano que participó en la lucha de la Facultad de Filosofía y Letras fue Luigi Longo, el Gallo, comisario político de la Brigada XII y posteriormente inspector general de todas las Brigadas Internacionales a las que dedica un libro en el que resume sus experiencias:
"Los del batallón "Comuna de París" entran en el Pabellón de Filosofía y Letras, se acercan rápidamente a las ventanas y construyen allí parapetos con todo lo que encuentran: mesas, bancos, libros. Las obras de Kant y de Goethe, de Voltaire y de Pascal, de Cervantes y de Dante, de Shakespeare y de Platón, toda la filosofía, toda la literatura, toda la cultura antigua y moderna es utilizada para cerrar el paso..."
El brigadista alemán Willi Bredel fue el comisario del batallón Thaelmann y este es su testimonio:
"La guerra por los edificios del barrio de la Universidad. Los últimos días de noviembre fueron días de lucha especialmente amargos. Una y otra vez trataron los fascistas de penetrar en la ciudad con el ataque de sus tropas y armas. Durante veinte días se desencadenó una lucha amarga en los edificios del barrio de la Universidad. Se luchó por cada edificio, por cada piso. Las armas principales no fueron las metralletas, sino las granadas de mano, la dinamita. Se excavaron galerías para por los subterráneos alcanzar el edificio más próximo en el que los fascistas se habían atrincherado. A menudo ocupaban los enemigos lugares superpuestos: en los pisos de arriba estaban los fascistas, en los de abajo los republicanos. Por el edificio de la gran Biblioteca se luchó durante días y mientras las bombas fascistas giraban en el aire, los tanques fascistas rodaban, las metralletas ladraban, las granadas de mano tronaban y se colocaba dinamita en los subterráneos; los republicanos se esforzaron por salvar las obras de la cultura de ese Centro, por mantener los raros y lujosos tomos de la famosa biblioteca y los valiosos instrumentos científicos para el pueblo"
El alemán Jan Kurzke vino a España con su amante, la inglesa Kate Mangan. Muy pronto él se alistó en las Brigadas Internacionales. De su estancia en España escribieron juntos unas memorias tituladas The Good Comrade en las que aparece la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras:
"Le contó que estaban en la Facultad de Filosofía y Letras en la Ciudad Universitaria y que tenían a su disposición montones de libros magníficos, que usaban para hacer barricadas pero que también leían (KM 114). Jan y sus camaradas de batallón disfrutaron de la biblioteca de la facultad de Filosofía y Letras, donde había obras de filosofía en alemán, francés y latín, poesía inglesa, y estudios sobre Goya y Velázquez. En realidad, estrenaban la facultad y los libros (KM 205)"
Kart Anger también dejó por escrito su testimonio:
"Una vez llegados al campus universitario, empezamos a combatir con fiereza por cada casa, cada piso y cada portal. Aquí la línea de frente pasa a menudo por los mejores laboratorios y bibliotecas. A veces hacen parapetos con los gruesos volúmenes de la "Encyclopaedia Britannica". Los fascistas habían llegado al punto más próximo a Madrid: desde la Casa de Velázquez hasta el café más cercano no había más de quinientos metros"
Incluso un premio Nóbel, Hermann Joseph Muller (premio Nóbel de Medicina en 1946), sirvió en las Brigadas Internacionales y ayudó a rescatar libros de la Biblioteca Universitaria de Madrid, tal como cuenta en su correspondencia su maestro Julian Huxley.
Bernard Knox, John Sommerfield, John Cornford, Luigi Longo, Willi Bredel, Jan Kurzke, Kart Anger, Hermann J. Muller, Gustav Regler.... Fueron muchos los jóvenes que lucharon, dando incluso su vida, por un ideal de libertad en el campus y en la biblioteca en las que décadas después estamos trabajando por construir una universidad de excelencia. No debemos olvidarles. Pues, como dijo el propio Bernad Knox, se dejaron aquí sus corazones:
I am one of those who, in Herbert Matthew's phrase, "went to Spain and left their hearts there." And the poet of the Lincoln Brigade, Edwin Rolfe, spoke for all of us when he wrote, as he trained in Texas for the later war, his haunting poem, First Love:
I am eager to enter it, eager to end it.
But my heart is forever captive
of that other war
that taught me first the meaning
of peace and of comradeship.
And all of us have memories that can at times bring tears to the eyes in a rush of sadness and exaltation. Like Rolfe's-
and always I think of my friend who
amid the apparition of bombs
saw on the lyric lake
the single perfect swan.
Bibliografía
Karl Anger, The Spanish Civil War, Londres, 1937, s.p. en Anthony Beevor, La Guerra civil española, Barcelona, Crítica, 2005, pág. 270. Tomado de Mirta Nuñez, "La destrucción de la Facultad", en La Facultad de Filosofía y Letras de Madrid durante la segunda República, coord. Santiago López Ríos u Jauna Antonio González Cárceles, Madrid, Ayuntamiento, SECC, 2008, pág. 579.
Niall Binns, "Brigadistas en la Facultad, testimonios literarios", en La Facultad de Filosofía y Letras de Madrid durante la segunda República, coord. Santiago López Ríos u Jauna Antonio González Cárceles, Madrid, Ayuntamiento, SECC, 2008
Willi Bredel, Spanienkrieg I. Zur Geschichte des 11. Internationalen Brigaden, Aufbauverlag, Berlin und Weimar, 1977. p. 86. Traducido del original alemán.
Kkrishna R. Dronamraju, If I am to be remembered: the life and work of Julian Huxley with selected correspondence, London, World Scientific Publihing, 1993, pág. 271.
The Good Comrade (manuscrito). Archivos del International Instituto of Social History. Tomado de: Soledad Fox Maura, "Memorias de la XI Brigada; The Good Comrade", en Las Brigadas Internacionales: 70 años de Memoria Histórica, Antonio R. Celada, Daniel Pastor García, Rosa Mª López Alonso (eds.), Salamanca, Amarú, 2007, pág. 160 (págs. 155-162).
Bernard Knox, "John Cornford in Spain", en John Cornford, a Memory, edited by Pat Sloan, London, Jonathan Cape, 1938, pág. 191.
Bernard Knox, "Premature Anti-Fascist" Abraham Lincoln Brigade Archives - Bill Susman Lecture Series. King Juan Carlos I of Spain Center - New York University, 1998.
Luigi Longo, Las brigadas internacionales en España, México, Ediciones Era, 1969, p. 90.
John Sommerfield, Volunteer in Spain, London, Lawrence & Wishart, 1937, p. 150. Traducción del original ingles.
Victor Pardo Lancina, Literatura y guerra civil: John Cornford (1916-1936), Edición digital de la Fundación Andreu Nin, marzo 2004.
Javier Tacón, Libros con heridas de guerra, Folio Complutense, 12 de enero 2010.
Marta Torres Santo Domingo, "Libros que salvan vidas, libros que son salvados: la Biblioteca Universitaria en la Batalla de Madrid", en Blanca Calvo y Ramón Salaverría (eds.) Biblioteca en guerra, Madrid, Biblioteca Nacional, 2005, pp. 259-285
Marta Torres Santo Domingo, "Los libros de las bibliotecas forman magníficos parapetos", en Santiago López-Ríos Moreno y Juan Antonio González Cárceles (eds.) La Facultad de Filosofía y Letras de Madrid en la Segunda República: arquitectura y Universidad durante los años 30, Madrid: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales : Ayuntamiento de Madrid : Fundación Arquitectura COAM, 2008, págs. 584-599.