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El Retrato de María Cristina de Habsburgo-Lorena (1888)

Mario Madrid Méndez 10 de Abril de 2012 a las 18:42 h

"Retrato de María Cristina de Habsburgo-Lorena". 1888

En la Biblioteca Histórica se custodia un retrato de la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena donado a la Universidad por Juan Francisco Camacho que ha sido objeto de estudio de Mario Madrid Méndez como trabajo para la  asignatura La investigación en el Museo: inventarios, catálogos y análisis del Máster en estudios avanzados de Museos y Patrimonio Histórico-Artístico de la Facultad de Geografía e Historia de la UCM. Los alumnos de esta asignatura han realizado sus prácticas con fondos custodiados o conservados en la Biblioteca Histórica, dirigidos por su profesor Miguel Hermoso Cuesta [ver noticia] y han querido dar a conocer sus trabajos en Folio Complutense [Seguir leyendo]

 

Óleo sobre lienzo.

Medidas del cuadro: 55,5 x 45 cm.; medidas del marco: 64,6 x 75 x 6,4 cm.; medida de la altura del escudo: 22 cm.

Firmado y dedicado a la altura del hombro izquierdo de la retratada: "Al Exmo. Sr. D. Franco  Camacho/ R. Gálvez 1888".

Ubicación: Madrid, Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la UCM. Propiedad de Patrimonio Nacional.

Nº de Inventario 799.

 

Estudio

María Cristina de Habsburgo-Lorena (1858-1929) fue la segunda esposa de Alfonso XII, fallecido en 1885. El heredero nacería unos meses más tarde por lo que tuvo que asumir la regencia hasta 1902. Debido a su falta de experiencia en los asuntos políticos se dejó aconsejar por Mateo Sagasta, miembro del partido liberal.

 

La muerte prematura de Alfonso XII provocó una crisis que amenazaba el mantenimiento de la Restauración monárquica a causa de las presiones de carlistas y republicanos. Así, en vísperas de la muerte del monarca, se firmó el Pacto de El Pardo (24 de noviembre de 1885) entre Cánovas del Castillo (del Partido Conservador) y Mateo Sagasta (del Partido Liberal) que instituyó el sistema de los turnos pacíficos en el ejercicio del poder, y que otorgaba el apoyo de los dos grandes partidos a la regencia de María Cristina, afianzando la Restauración hasta principios del siglo XX.

 

El contexto en el ámbito internacional no fue nada halagüeño ya que, durante la regencia, España perderá sus últimas colonias tras la guerra Hispano-Estadounidense en Cuba. De este modo se perdía, desde un punto de vista simbólico, la condición de gran potencia que la monarquía se había esforzado por mantener a lo largo de todo el siglo XIX.

 

Retrato de busto prolongado, se inscribe dentro de la tipología de "retrato oficial" y en la tradición del retrato de corte de Asturias y Borbones (por ejemplo, en el cortinaje que sirve de fondo). Así mismo, la imagen de seriedad y austeridad (no lleva ninguna joya) que transmite, tiene reminiscencias del retrato burgués cuyo desarrollo a lo largo del siglo XIX (en España sobre todo gracias a Federico de Madrazo y su hijo, Raimundo) generó cambios en el retrato oficial.

 

La regente lleva un sencillo vestido negro en señal de luto por la muerte de su esposo (el luto real duraba dos años y después existía la opción del alivio de luto que duraba otro año). El negro también era el color que, simbólicamente, identificaba a la monarquía española. En contraste con su vestimenta destaca la cortina del fondo en tonos amarillos y mostaza bordada con motivos florales. Compositivamente, el ubicar en el fondo un cortinaje sirve para sugerir un interior en el que se hallaría la retratada.

 

Técnicamente la aplicación de la materia pictórica se ha realizado con una pincelada lisa, poco empastada. Tratamiento detallista de la decoración floral del cortinaje del fondo. Vemos los perfiles de las mangas del vestido sin definir, lo que es signo claro de correcciones llevadas a cabo por el pintor. El tratamiento del fondo y del cabello de la retratada adolece de falta de naturalismo, además de otras zonas que están poco tratadas, como es el caso del vestido, lo cual nos llevaría a pensar que el pintor no trabajó frente a la modelo sino que se basó en una fotografía o en otro retrato oficial. De hecho el formato de busto prolongado es típico de los retratos fotográficos de la época, amén de la falta de expresión y de vitalidad de la mirada y la carencia de brillo de los colores que reafirman la hipótesis de que se basara en una instantánea de la reina regente para realizar el retrato sin necesidad de tenerla frente a él para pintarla "in sittu". El estado de conservación es bueno, únicamente reseñar que, a la altura del hombro izquierdo, presenta tres rajaduras quizá causadas por haber recibido un golpe por la parte trasera.

 

Respecto a la autoría del retrato, ya se ha referido la inscripción a la altura del hombro izquierdo de la retratada que dice: "Al Exmo. Sr. D. Franco  Camacho/ R. Gálvez 1888". La hipótesis más probable es que se trate de Ramón Gálvez y Pardo. Natural de Zaragoza, pintor especializado en pintura de Historia y de interiores. Realizó sus primeros estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Luis de la misma ciudad. Posteriormente, hay constancia documental de su presencia en Madrid, ampliándolos en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado, entre 1873 y 1877.

 

Participó en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes (celebradas anualmente desde 1856; el equivalente español de los Salones franceses) de 1876, con la obra "Ruinas de la iglesia del Hospital de Niños Huérfanos de Zaragoza" (52 x 42 cm.; número 128 del catálogo), y de 1881 con las obras: "Panteón de los Reyes en El Escorial" (31 x 32 cm.; número 207 del catálogo), "Antesacristía en el Monasterio de El Escorial" (26 x 32 cm.; número 208 del catálogo) y "Salón del Palacio de El Escorial" (24 x 38 cm.; número 209 del catálogo).

 

La escasez de información que se tiene sobre este pintor (especialmente después de 1881 cuando participa en la Exposición Nacional ya que, de haber tenido información posterior a la fecha del retrato que nos ocupa, se podría hacer un juicio más preciso) dificulta la concreción de su relación con el retrato de María Cristina, amén de conocer qué tipo de vínculo tenía con Don Juan Francisco Camacho, a quién dedica el retrato y propietario del mismo.

 

En cuanto al marco hay que resaltar que es original. El material con el que está realizado es estuco con aplicaciones de pan de oro. Presenta diferentes motivos decorativos de raigambre clásica. Desde el exterior, presenta una primera moldura con hojas de laurel; otra de menor tamaño de perfil cóncavo lisa; le sigue una más ancha con hojas de acanto enmarcadas por ojivas, y de perfil en "S"; a continuación otra moldura plana y lisa; continúa con una de menor tamaño lisa y cóncava; otra lisa y convexa; de nuevo otra moldura lisa, en este caso de perfil en "S"; para terminar con una con sarta de perlas o "contario".

 

En la parte superior del marco, en el centro, vemos un llamativo escudo real. El escudo es cuartelado, con los emblemas de Castilla y León, Granada en la parte inferior, y el óvalo con las flores de lis en el centro (símbolo borbónico incluido en el escudo de los monarcas por Felipe V), todo ello rematado por la corona real. Aparece con dos ramos de hojas, que en parte lo rodean a modo de guirnaldas, de laurel a la izquierda (en alusión al triunfo o a la victoria, y a la persistencia de la virtud ya que el laurel tiene un tipo de hoja perenne) y de roble a la derecha (el roble asociado al dios griego Poseidón y a la fortaleza). Se alude con ello de un modo típico a las virtudes de la regente tan necesaria para el buen gobierno, especialmente en un momento tan difícil para la monarquía. Señalar como referencia para esta escudo una moneda de cinco pesetas de 1875 con la efigie de Alfonso XII, en la cara, y el mismo emblema heráldico que el referido con las columnas de Hércules y el "plus ultra" inscrito en una cartela, en la cruz. El marco cuenta con un estado de conservación relativamente bueno, debido a que únicamente presenta pequeñas grietas así como algunos desprendimientos de estuco en la rama de laurel y en la base del escudo.

 

Don Juan Francisco Camacho (1813, Cádiz-1896, Madrid), a quién se dedica el retrato, fue un político con un profundo sentimiento patriótico y monárquico. Fue un estudioso de la economía y la hacienda, y como tal, ejerció en la banca (Sociedad Española y Mercantil e industrial) y en la administración de ferrocarriles (Ferrocarril Alar del Rey-Santander y Ferrocarriles del Suroeste). Fue además director de la Tabacalera, gobernador del Banco de España, diputado en el congreso y ministro de hacienda en cuatro ocasiones, durante el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República, el reinado de Alfonso XII, y la regencia de María Cristina de Habsburgo (para relacionarlo mejor con el retrato, decir que Camacho se hallaba presente en la firma del Pacto de El Pardo; además fue la propia regente quién admitió su dimisión del cargo de ministro, , la última vez que ejerció como tal, el dos de agosto de 1886). Comenzó su vida política dentro del moderantismo, pero posteriormente se adscribió a los liberales. De corte reformistas, dejó sus planteamientos ideológicos plasmados en la obra "Las cuestiones de Hacienda no son cuestiones de partido".

 

Este personaje es la causa de que el retrato de María Cristina de Habsburgo esté en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla, ya que estaba incluido entre los objetos que donó en 1895 junto con su biblioteca personal, un total de 5.594 volúmenes, a la Universidad Central, pasando después a formar parte importante de los fondos de la Biblioteca Histórica.

 

En referencia al inventario de bienes patrimoniales que atesora la Universidad Complutense de Madrid, citar el Tomo I editado en el año 2000. El retrato de María Cristina de Habsburgo figura en la página 396 del mismo. En su ficha de inventario se transcribe erróneamente la firma, pues figura la fecha de 1883. Seguramente se deba a un error de apreciación, porque de ser cierta la fecha, ¿cómo explicar que la retratada va ataviada con el luto? Este detalle sólo podría explicarse si el retrato fuese posterior a la fecha de la muerte de su marido, Alfonso XII, en 1885, con lo cual la fecha de 1883 es imposible pues no sería congruente con lo que se representa en el retrato.

 

Bibliografía:

 

  • "Patrimonio artístico de la Universidad Complutense de Madrid", Tomo I. Inventario a cargo de María Julia Irigoyen de la Rasilla. Consejo Social de la Universidad Complutense de Madrid, 2000.
  • García Loranca, A. y García-Rama, J.R. Pintores del siglo XIX. Aragón, La Rioja y Guadalajara, Zaragoza, Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, 1992.
  • Bahamonde Magro, A y Martínez, J.A. Historia de España siglo XIX, Madrid, Cátedra, 2007.
  • José Rubio, M.J. Reinas de España. Siglos XVIII al XXI. De María Luisa Gabriela de Saboya a Letizia Ortiz, Madrid, La Esfera de los Libros, 2009.
  • Lozano Peña, N. y De los Reyes, F. "El fondo antiguo en la biblioteca de Juan Francisco Camacho", Trabajo de investigación para Máster en gestión de la Documentación, Universidad Complutense de Madrid, 2008.
  • Ossorio Bernard, M., Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, Madrid, Ediciones Giner, 1975.
  • VV.AA., "Cien años de pintura en España y Portugal (1830-1930)", Tomo III, Madrid, Ediciones Antiqvaria, 1989.

  

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