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Los cuerpos vulnerables bailarán

Lila Insúa Lintridis 26 de Mayo de 2014 a las 12:40 h

Rineke Dijkstra. New Mothers

Hay preguntas que flotan en el aire, como por ejemplo ¿qué pueden los cuerpos? Y una réplica insistente: lo que pueden las mentes, lo que alcanza el lenguaje. El poder que tienen las palabras de crear realidad. Los libros de Carolina del Olmo ¿Dónde está mi tribu? Maternidad y crianza en una sociedad individualista, Sociofobia de César Rendueles y Juntos de Richard Sennett, nos sitúan frente a asuntos primordiales en nuestras vidas, ofrecen un contexto para alcanzar redes de afecto que luchan por ser colectivizadas, por salir del espacio de lo íntimo y plantearse su dimensión social.

El espacio de potencia es múltiple, flota en el aire como decía al principio, lo encontramos dialogando, conociendo nuevos interlocutores como es el caso de Teatralidades Expandidas, un programa de prácticas críticas coordinado por Artea en el Museo Reina Sofía que explora las redes de afectos y las formas de producción basadas en la cercanía, la interactividad y la colaboración para generar imaginarios sociales. También en las capas que envuelven nuestras prácticas, como este escrito, que acumula entre sus caracteres varias semanas: sale el sol en Villaviciosa, se termina un proyecto de gestión cultural y educativo en el que llevamos trabajando cuatro años, anoche no pude dormir intentando consolar a mi hija que no dejaba de llorar... 

 

El espacio doméstico alienado y el reto que nos planteaba Rafael Sánchez Mateos-Paniagua en la Facultad de Bellas Artes de "Descapitalizar la infancia" para crecer con las experiencias que vivimos y poder responder a las preguntas ¿dónde encontrar las referencias cuando adquirimos un nuevo rol? o ¿qué expectativas rodean actualmente la crianza? Casi con seguridad caemos en una red de expertos que nos guían y ofrecen manuales de instrucciones para acometer la tarea, pensaríamos en los preceptos de Julio Cortázar para subir escaleras o dar cuerda a un reloj, pero a los nuevos gurús les falta su ironía, no tienen gracia. Carolina del Olmo con gran precisión va apuntando el origen no sólo de una falacia naturalista por parte de los expertos en crianza sino de un ejercicio ideológico evidente que "consiste en reducir toda la complejidad de las corrientes éticas, políticas e ideológicas que atraviesan el ámbito de la crianza -como cualquier otro campo de acción humana- a información supuestamente neutral que, poco sorprendentemente, tiende a coincidir con la ideología hegemónica." ( Del Olmo, C. 2013 ¿Dónde está mi tribu? Maternidad y crianza en una sociedad individualista. Clave Intelectual, Madrid, p.148).  

mujeres hablando

Esta simplificación parcial en los campos de análisis, toma como "factores de confusión" la situación socioeconómica de las familias, y sin embargo centra toda su atención en la importancia de la lactancia o el contacto precoz posparto. Comienzan a aparecer así algunas de las cuestiones clave de este libro que nos ayuda a preguntarnos a todos ¿qué se deja fuera este relato? ¿qué contexto? ¿qué sociedad? Y es que el capitalismo salvaje siempre deja fuera de foco, en las fotos que retratamos, los problemas de clase, género, raza... la alteridad relegada. Y ahí parece responder César Rendueles, con su ensayo SOCIOFOBIA. El cambio político en la era de la utopía digital publicado por la editorial Capitán Swing: "Mientras la escasez siga dominando, la cooperación y el altruismo no tienen ninguna posibilidad." (Rendueles, C. 2013, p.44). Por tanto ¿qué implicaciones tiene el incidir, continuamente en la lactancia o el contacto precoz posparto como aspectos clave para una buena crianza? Parece que es más sencillo subrayar los factores que podemos alcanzar en cuanto individuos que plantearnos cuestiones que impliquen un cambio de modelo social. Si la maternidad nos descubre que necesitamos a "otros miembros de nuestra tribu" es precisamente porque nos hemos quedado sin tribu. Cada miembro de la pareja le pide al otro algo imposible "lo que un solo individuo no puede ofrecer, reemplazando los roles de muchos. (...) Es tiempo de admitir que somos solo dos personas -nada más que dos - y que tanto las madres como los padres estamos demasiado solos en la compleja tarea de acunar a nuestros hijos. (Del Olmo, C.2013, p.63).

portada de

Vivimos la vida desde un estado de precariedad, vemos reducidos nuestros derechos, el tiempo de ocio, el trabajo lo invade todo... pero una parte de esa precarización implica creernos que no hay otro modo de organización posible. Que siempre hemos sido individuos y es que la falacia del consumo la hemos interiorizado con facilidad y la extrapolamos al espacio doméstico. Pensamos la vida desde una perspectiva autosuficiente, aunque eso vaya minando nuestros cuerpos y se evidencia que la crisis se ha instalado en el espacio de los cuidados, mostrándonos nuestra vulnerabilidad. Vulnerables es una de las palabras clave que rescata Del Olmo no para hacernos sentir seres pequeños sino para considerar que "Nuestras posibilidades de realización como individuos y como especie deberían tomar como punto de partida nuestra condición de animales siempre vulnerables y dependientes."( Del Olmo, Ibid., p.112). Entendernos vulnerables supone un cambio radical en la forma que teníamos de asumir nuestros cuerpos, la vida. ¿Sería posible socializar la vulnerabilidad? Inventar un cambio en el relato que nos pueda sacar de la culpabilización de nosotros mismos por no adecuarnos a la fábula normativa. No me resisto a compartir esta cita: "En palabras del experto en sueño infantil James MacKenna: "Despertarse por la noche es un problema solo para los padres y las madres que esperan que su criatura duerma toda la noche". Si es algo natural y tú lo vives como problemático es que no estás siendo positiva, asertiva, buena madre. Lo natural se emplea como un dispositivo moralizador, como una forma de culpar a los padres y madres por sus propios problemas o los de sus hijos." (Del Olmo, Ibid., p.184).

Somos cuerpos vulnerables, o cuidamos o nos cuidan o, casi siempre, las dos cosas a la vez. Sin embargo, estas vivencias se invisibilizan, porque agudizan las tensiones que caracterizan al capitalismo posmoderno. Pero estos libros, nos traen posibilidades de cambio: "Rescatar la cooperación, la reciprocidad, como potencia y no como debilidad. En la que empoderarnos, porque pese a todo: podemos y queremos cuidarnos." (Del Olmo, p.212). La reciprocidad, la cooperación parece ofrecernos la opción de salir de la reclusión individualista para "la que ser madre no implique salirse del mundo ni hacer equilibrios imposibles; en la que participar activamente en la vida común no signifique mutilar la experiencia maternal ni externalizar el cuidado; en la que todo el mundo entienda y proteja la importancia de los cuidados." (Del Olmo, p.219).

niño con robot cuidador

¿De qué alternativas nos están hablando estos autores? César Rendueles indica que hay que prestar atención a la historia: "Existe una amplia contrahistoria de la sociedad moderna que circula entre las distopías liberal y panóptica. tal vez haya en esas experiencias depósitos de posibilidades que nos señalen potencialidades inadvertidas de nuestro presente. De este envés de nuestro tiempo forman parte los proyectos políticos que han buscado la emancipación social. (...) Se calcula que ochocientos millones de personas en todo el mundo participan en cooperativas que dan empleo a más de cien millones de trabajadores. (...) Pensamos que las empresas trasnacionales son todopoderosas, pero la verdad es que, en comparación con los grandes estados, son pequeñas." ( Rendueles, C. 2013, p.30).

Por lo tanto, es tiempo y es momento de crecer y construir las bases de la sociedad que necesitamos, la que no deja fuera a los individuos sea cual sea su género, la que toma el cuidado mutuo como imprescindible para la emancipación de sus ciudadanos y olvida las fábulas capitalistas y normativas, porque tenemos ganas, porque queremos elegir y construir nuevos relatos para que la ilusión cambie de bando.

 

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Comentarios - 2

Bea

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Bea - 27-05-2014 - 22:41:56h

Precioso!!

Paola

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Paola - 27-05-2014 - 11:41:47h

"La pobreza en África es un problema de la Humanidad. Tenemos que erradicarla y no levantar muros" esto decía José Mujica, en su entrevista con Jordi Évole. Vivimos en un mundo globalizado carente de simpatía, de sentimientos compartidos, los hijos son de todos, son nuestros y el vínculo debe ser compartido. Cuando los cuerpos bailan reconocen y son reconocidos, gracias Lila por tu invitación a bailar.


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