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Un farmacéutico casi olvidado... cuya obra todos conocemos.

Biblioteca de la Facultad de Farmacia. UCM 2 de Junio de 2011 a las 14:03 h

A nivel popular pocos saben de su existencia, aunque casi todos conocemos su apellido, al que identificamos con multitud de productos que a menudo llenan nuestra cesta de la compra. Este farmacéutico y químico alemán afincado en Suiza ha colmado nuestra vida de sabores, olores y recuerdos...

Heinrich Nestlé, nacido en 1814 en Frankfurt, fue el undécimo de los catorce hijos de Ana-Maria Catharina Ehemann y Johann Ulrich Matthias Nestlé. Su infancia quedó marcada por la muerte de casi la mitad de sus hermanos a edades muy tempranas.

A los 20 años, Nestlé concluyó un ciclo de aprendizaje en la farmacia de J. E. Stein, siendo autorizado tres años después para la realización de experimentos químicos, así como para la confección de prescripciones médicas y la venta de medicamentos, momento en el que decidió trasladarse a Suiza y cambiar su nombre por el de Henri, con el fin de integrarse socialmente en la zona francófona de Vevey.

Durante la década de los cuarenta y cincuenta del siglo XIX, Henri se dedicó a la producción de aceites de nuez (utilizado como combustible para lámparas), licores, absenta y vinagre, así como a la  fabricación de agua mineral carbonatada y limonadas, para concentrarse hacia 1857 en la iluminación de gas y en los fertilizantes.

Sin embargo, su carácter humano y el recuerdo de sus hermanos fallecidos en la infancia, llevaron a Henri a centrar su atención en la alta mortalidad infantil existente en esta época por la que uno de cada cinco niños suizos fallecía antes de cumplir un año de edad,  debido pricipalmente a su debilidad por una escasa e inadecuada alimentación.

Nestlé se propuso elaborar un producto alimenticio que, por un lado aportara a los niños los nutrientes necesarios para su adecuado desarrollo, permitiéndoles aumentar sus defensas frente a las infecciones,  y por otro lado pudiera suplir la lactancia materna en aquellos casos en que esta no era posible. Fue así como, al cabo de multitud de pruebas, y mediante un proceso inventado por él que permitía la eliminación del ácido y el almidón de la harina de trigo -difíciles de digerir para el lactante- consiguió en 1866 una fórmula compuesta por leche, harina de trigo y azúcar que sería comercializada bajo el nombre de Harina lacteada.

El éxito de su producto no acontecería hasta un año más tarde, al conseguir salvar de la muerte a un recién nacido prematuro llamado Wanner, cuya madre se encontraba gravemente enferma a consecuencia del parto. La noticia de este suceso correría de boca en boca y facilitaría que las madres empezaran a utilizar la Harina lacteada para alimentar a sus hijos.

La eficacia de su producto llevaría a Nestlé a la fundación de una empresa que tan sólo dos años después abría una oficina en Londres y en cinco años exportaba la Harina lacteada a otros continentes, popularizando el emblema del nido en todo el mundo.

También este emblema tiene su pequeña historia. El apellido Nestlé es Imagen que dió lugar al primer emblema de Nestléoriginario de la región de Suabia, al sur de Alemania, y en el dialecto hablado en esta zona, significa "pequeño nido de pájaros". Igualmente, el árbol genealógico de Henri Nestlé comenzó con tres hermanos, y de ahí los tres pichones del nido alimentados por su madre, que en versiones posteriores del logotipo quedarían reducidos a dos.

Al alcanzar los 61 años, Henri Nestlé decidió disfrutar de los frutos de su trabajo, junto a su esposa Clémentine y su hija adoptiva Emma, y vendió su floreciente empresa por un millón de francos a la compañía de Jules Monnerat, quien mantuvo el nombre e impulsó la marca hasta límites que ni el propio Henri Nestlé, fallecido en 1890, hubiera podido imaginar.

Logotipo actual de NestléA lo largo de su historia, Nestlé ha sabido conjugar el espíritu de colaboración heredado de su fundador, con la estrategia empresarial de las fusiones, consiguiendo ser la primera empresa del sector alimentario mundial.

Su relación con España ha sido siempre un fiel reflejo de su evolución como empresa, así como de la historia de la publicidad y la misma historia reciente de nuestro país.

La primera factoría Nestlé en España se inauguró en 1905 en Santander, propiciada por la tradición ganadera de tipo lechero y la localización estratégica de la villa cántabra. La empresa pronto se convertirá en proveedora oficial de la Casa Real y se distinguirá por su estrecha colaboración con médicos y pediatras, con el objetivo de proporcionar a la población infantil nuevos productos de calidad y seguridad creciente.

Será así como en 1944 surgirá el Pelargón, la primera leche infantil disponible en España, que sería la base de la alimentación de millones de niños españoles y quedará siempre asociada en nuestro imaginario colectivo con los duros tiempos de la posguerra.

Fiel a su compromiso ético, Nestlé sabrá ajustarse a la evolución de nuestra sociedad dando respuesta a los nuevos requerimientos nutricionales con productos de alta calidad, y así, ante la incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo surgirán productos como las sopas y cremas en sobre y el puré de patatas en copos instantáneo. El auge del turismo de sol y playa de los años sesenta del siglo XX, propiciará el desarrollo de nuevos mercados como el de los helados Camy, Miko y Avidesa o el del Nesquik, un cacao soluble no sólo en leche caliente sino también en leche fría, y el paulatino cambio de costumbres y roles de los españoles será abordado en las siguientes décadas con nuevas líneas de producción como los ultracongelados y los platos preparados, así como los bombones (la célebre caja roja) que puso por primera vez a disposición del consumidor un producto hasta entonces considerado elitista.

También se continuará con la línea de innovación técnica que ya iniciara Henri Nestlé. Será así como en 1937 surgirá el primer café soluble e instantáneo del mundo: el Nescafé, que unas décadas más tarde, gracias a la incorporación de los procesos de liofilización, conseguirá garantizar el aroma y el sabor originales del café. Igualmente, un moderno método de hidrolización enzimática permitirá la fabricación de papillas de cereales que supondrán un nuevo paso adelante en el área de la nutrición infantil, que siempre ha representado para Nestlé el mercado en el que desarrolla mayoritariamente sus actividades en la farmacia.

Empresa pionera en la utilización de la publicidad, Nestlé supo ver las grandes oportunidades que este sector podía proporcionar a la hora de dar a conocer al consumidor sus productos. En España se hicieron célebres muchas de sus campañas comerciales, desde el canje de etiquetas de sus productos por participaciones de la Lotería Nacional en 1920 a la introducción de los vehículos publicitarios en la década de los treinta del siglo XX. En los años cuarenta y cincuenta, Nestlé llevaría a cabo campañas de gran repercusión en un medio de gran aceptación pública como la radio, y desde los sesenta irrumpiría con fuerza en la televisión consiguiendo popularizar muchos de sus productos gracias a anuncios comerciales que han llegado incluso a incorporarse en la fraseología popular: ¿quién no se ha tomado un respiro con un Kit-Kat, o se ha permitido un pequeño capricho con una After Eight?. Finalmente, la irrupción de internet en los hogares españoles ha supuesto un nuevo paso adelante en la fructífera relación de la empresa con el medio publicitario. 

Sin embargo, fiel a su compromiso ético, Nestlé no sólo utilizó la publicidad para el simple objetivo comercial, sino que también contribuyó a mejorar la formación nutricional de los españoles. Así, en la década de los 80 se desarrollaría una nueva línea de producción: la de los cereales para el desayuno, producto que requirió en la sociedad española una gran campaña publicitaria tanto por el hecho de que los nuevos ritmos de vida habían llevado al descuido de la calidad y cantidad del desayuno entre los españoles, como por la novedad de un alimento que por su preparación final no estaba integrado en la cultura nutricional de nuestro país.

Igualmente, el interés por una adecuada nutrición así como la importancia de la hidratación, presidirán las líneas de trabajo de Nestlé durante el inicio del presente siglo, pudiéndose resumir en tres las líneas emergentes de su producción: los productos dietéticos, las aguas embotelladas y las leches fermentadas, a las que habría que añadir el siguiente reto en el horizonte: la nutrición clínica por medio de la elaboración de productos que cubran los requerimientos específicos de determinados grupos de pacientes, así como el desarrollo de métodos que mejoren el sabor de determinados productos farmacéuticos.

Con una gran flexibilidad estructural y una ética empresarial sólida y rigurosa, la empresa creada por Henri Nestlé siempre ha hecho del bienestar del consumidor el eje de toda su actividad, buscando la máxima calidad en sus productos y apostando decididamente por la innovación y la investigación, siendo fiel reflejo de su actividad la creación del Premio Henri Nestlé, que cada año se entrega en sus tres versiones: científica, social y corporativa.

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