Para el 19 de octubre de 1936, pocos meses después del Golpe de Estado del 18 de julio, Franco ya tenía decidida la toma de la capital a través de varias columnas que entrasen por los diferentes ejes de la ciudad; pero la entrada más factible sería la de la carretera de La Coruña, donde se encontraba la Ciudad Universitaria. Dada esta situación, si el bando nacional hubiese vencido esta batalla, la República hubiese acabado en ese momento.

   Pero defender esta zona, no solo era clave por la propia importancia militar, sino que a la Ciudad Universitaria, aunque fuese un proyecto iniciado por Alfonso XIII en 1927, fue durante el periodo republicano cuando se le dio un mayor impulso de la ciencia y del saber; por lo que una entrada tan rápida también hubiese significado el aplastamiento político e ideológico contra la democracia que se había ido desarrollando en esos años.

  Si nos fijásemos y nos informásemos de la historia de nuestro campus, de las facultades, de los Colegios Mayores, del Hospital Clínico o de cualquier espacio por el que pasemos, averiguaríamos que cada cosa tiene su historia, y que gran parte de ella tiene relación con la Guerra Civil.

  Y es que aún son muchos los rastros que nos encontramos desde la entrada de Moncloa hasta donde se encuentra la UNED. En el Parque del Oeste nos encontramos 3 fortines franquistas, construidos en 1937, mirando hacia las facultades para defender de manera más estable la posición que habían ganado. En un principio eran 15 e iban desde el Hospital Clínico hasta el Manzanares. En ese mismo enclave tenemos el Puente de los Franceses, uno de los principales puntos de defensa republicanos ante las tropas golpistas que entraban desde la Casa de Campo. La resistencia y los constantes combates hasta que el 15 de noviembre consiguieran romper la defensa hacia la Escuela de Arquitectura, Agrónomos o la Casa Velázquez, donde se luchaba cuerpo a cuerpo dentro de los edificios. Este hecho motivó la famosa canción popular que dice "[...] Por el Puente de los Franceses, mamita mía nadie te pasa, nadie te pasa [...]".

  El Viaducto de los Quince Ojos fue otra de las líneas de trinchera de las muchas que había, al igual que las decenas de trincheras que se excavaron por todo el campus, y que podemos observar en el pinar que hay detrás de la UNED o alguna zona cerca del Hospital Clínico, donde a día de hoy se siguen encontrando restos materiales de la Guerra como proyectiles o balas.

  Pero uno de los restos más reconocibles son las marcas de balas del fuego cruzado que se mantienen en los zócalos de la Facultad de Medicina y en el ala de la Facultad de Filosofía y Letras. Estas facultades fueron centros importantes donde batallones de las Brigadas Internacionales tuvieron su centro de operaciones. Otros edificios como la Fundación del Amo fueron completamente destruidos por la guerra. 

  En la reconstrucción, llevada a cabo en la posguerra, Franco utilizó la Ciudad Universitaria como recuerdo la Cruzada; hizo que la memoria de la República y la democracia fuese borrada y que a día de hoy sea recordada o bien por las excavaciones de las trincheras que dejan hacer o por el monumento en honor a las Brigadas Internaciones que podemos encontrar frente a la salida del metro.

Bibliografía:

- CAMPOS CALVO-SOTELO, Pablo: 75 años de la Ciudad Universitaria: memoria viva de un "campus" trascendental, Madrid, Editorial Complutense, 2002.

- La Ciudad Universitaria en guerra, 1936-1939: Frente de Madrid, Madrid, Gefrema, 2013.

- RODRÍGUEZ-LÓPEZ, Carolina: Paisajes de una guerra: la Ciudad Universitaria de Madrid, Madrid, Editorial Complutense, 2015.

- CALVO GONZÁLEZ-REGUERAL, Fernando: La Guerra Civil en la Ciudad Universitaria, Madrid, Ediciones La Librería, 2012.