Un dibujante de películas de dibujos animados acude a Pyongyang, donde su compañía tiene el estudio de animación; del mismo modo que otras compañías han asentado sus propios negocios (no todo es Made in China), al tiempo que Corea del Norte es uno de los países que más ayuda humanitaria recibe (aprovechada adecuadamente por los gobernantes para sus propios fines).
Los extranjeros tienen un tratamiento especial: se alojan en grandes hoteles y siempre (salvo los de Naciones Unidas) tienen personas que les acompañan (traductores y guías) sin dejarlos ni a sol ni a sombra, en buena medida para conseguir que vean lo que deben ver e ignoren lo que debe ser ignorado.
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