Italo Calvino. Marcovaldo o sea las es taciones en la ciudad. Siruela, 2010
"En medio de la ciudad de cemento y asfalto, Marcovaldo va en busca de la Naturaleza. Pero ¿existe todavía la Naturaleza? La que él encuentra es una Naturaleza desdeñosa, contrahecha, comprometida con la vida artificial". Italo Calvino describe con estas palabras el sentido de este manojo de veinte relatos repartidos según las estaciones del año, protagonizados por un personaje urbano de una ciudad innombrada que podría ser Milán o Turín o cualquier otra metrópoli europea. Ciudades colmadas de edificios ennegrecidos por la contaminación, conquistada por miles de vehículos que surcan a diario sus calles en un ir y venir constante. Marcovaldo, al decir de su creador, "es un espíritu sencillo, padre de familia numerosa... la última encarnación de una serie de cándidos héroes pobrediablos a lo Charlot". Personaje inspirado en un almacenista que Calvino conoció en una editorial donde trabajaba, uno de cuyos relatos, Setas en la ciudad, es verídico: el almacenero había encontrado setas en una calle de su ciudad; ni corto ni perezoso se animó a probar una y acabó intoxicado.
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