Cuando en 1969 el actor y director Dennis Hopper rodó Easy Rider, Buscando mi destino, no podía imaginar la influencia que el film tendría en el comportamiento de los ciudadanos de Estados Unidos y, por extensión, de todo el mundo occidental.
Easy Rider es la historia de dos motoristas, el propio Hopper y un jovencito Peter Fonda, que con el look hippy de la California de los años 60 deciden cruzar los Estados Unidos desde Los Ángeles a Nueva Orleans subidos en sus potentes motos y con un buen puñado de dólares obtenidos de la venta de cocaína a un mafioso. Por el camino, como en toda buena película de viajes, se van encontrando con los personajes más inverosímiles y enredando en las más diversas aventuras.
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