Hoy sería posible hacer realidad un viejo sueño de los bibliotecarios: el acceso universal a la información. Sólo hay un obstáculo para conseguirlo: las reglas de la economía de mercado aplicadas a la propiedad de la información.
Los elevados precios de las suscripciones a las revistas científicas impiden a veces la difusión de materiales que serían de interés fundamental para los investigadores. Como reacción a ello, diversas iniciativas defendidas por bibliotecarios y documentalistas, tienen como objetivo “liberar la información”.