No sé qué es peor. ¿Que uno de nuestros mejores poetas de la segunda mitad del siglo XX no tenga una biografía? ¿O que la tenga, esté mal escrita y sea un compendio de cotilleos sobre la vida sexual del poeta? Viendo la biografía que Miguel Dalmau perpetró contra Jaime Gil de Biedma ("Jaime Gil de Biedma", Circe 2004), resulta claro que mejor que no hubiéramos tenido biografía.