Los que ahora ya somos cuarentones recordamos con cariño y algo de nostalgia aquel día histórico. No estábamos encaramados al muro para salir en la foto, pero sí que habíamos crecido en un mundo dividido y sentíamos estar ante el borde de una nueva época.
Estos días se va a hablar mucho del muro de Berlín: la facultad de Políticas ha programado conferencias, y nosotros en la biblioteca hemos reunido documentos de todo tipo en una página especial sobre el acontecimiento .
Además hemos preparado una pequeña exposición bibliográfica sobre el tema en la que encontraréis una novela: Es cuento largo, de Günter Grass sobre la que os voy a hablar ahora.
Como una suerte de Don Latino y Max Estrella, Theo Wuttke y Ludwig Hoftaller, caminaban en un frío día de diciembre de 1989 en dirección a la Postdammer Platz:
"Atravesaron una tierra de nadie desolada durante decenios, que ahora, como gran superficie, ansiaba propietario; ya había primeros proyectos, que pugnaban entre sí, ya se había desatado la furia constructora, ya subían los precios del suelo".
La mirada crítica de Günter Grass nos acerca a la realidad de andar por casa de los alemanes del este, que miraban a Occidente con una mezcla de alegría y desconfianza. Sin duda fue un choque interesante del que cualquier visión maniquea sólo nos daría una perspectiva parcial:
"Poco antes del comienzo de la soberanía del nuevo dinero, por todas partes anunciaban saldos. Los productos de las empresas de propiedad popular se vendían abiertamente a precios ruinosos [...] las estanterías de todos los comercios [...] debían quedar vacías para que, en lugar de aquellos géneros de presentación pobre y precaria, los del Oeste encontraran sitio para su surtido [... ] por fin podría producirse el Consumo largo tiempo añorado [...] sin embargo, por muy ardientemente deseada que fuera la nueva moneda, muchos veían con temor su fortaleza".
El contraste brutal de los dos mundos era como sufrir dentro de un Trabi un embotellamiento occidental:
"Se sentían pequeños en aquella maleta de cartón, objeto de chistes, encajados entre las carrocerías de aspecto poderoso de producción occidental [...] el conductor y su acompañante se consolaban por el hecho de que la densidad del tráfico aplicaba una justicia igualitaria; fueran Mercedes o Trabis, todos avanzaban a paso de tortuga"
Pero sin duda la mejor imagen de una RDA víctima de una explotación brutal y absurda, ofrecida a los depredadores occidentales de guante blanco,
aparece en la descripción de las minas de lignito a cielo abierto de Altdöbern, explotadas "a-no-poder-más" hasta el punto de haber hecho descender la capa freática y convertir el lugar en un desierto como una herida incurable. Ante esa visión desoladora declaraba el autor en un artículo anterior a la publicación del libro: "Mi visión de las consecuencias de las decisiones económicas tan falsas como violentas me ha enseñado que las decisiones falsas y violentas que nos esperan continuarán, bajo otras marcas"
¿Qué hacía usted el 9 de noviembre de 1989?