Inicio Biblioteca Complutense Catálogo Cisne Colección Digital Complutense

Diablos en el campus

6 de Mayo de 2011 a las 13:20 h

Ayer celebramos en el campus la primera jam session de poesía, y todos nos fuimos con las ganas de que no fuera la última.
Agradecemos a María Luisa García Ochoa, por habernos traído al campus a Carlos Salem, que vino bien acompañado, por un grupo de participantes habituales de las jam de los Diablos azules: Batania, el Cable Azul, Javier Javier...
Para que entendáis mejor nuestro buen sabor de boca, os explicaré qué es una jam session y quiénes son esos Diablos azules.

[Seguir leyendo] Diablos en el campus

A la inmensa mayoría

Susana Corullón 27 de Abril de 2011 a las 12:45 h

Hace unos meses, cuando se presentó la Semana Complutense de las Letras, se nos ocurrió hacer una sesión de poesía en el campus de Somosaguas.
Hubo quien nos dijo, que éste no era el lugar adecuado, que a los estudiantes de Ciencias Sociales no les interesa la poesía, porque los poetas se pasan la vida contemplando su ego, como si estuvieran solos en el mundo. Alguien hubo también que nos recordó a Juan Ramón Jiménez y su famoso lema: "A la minoría siempre".

[Seguir leyendo] A la inmensa mayoría

Mujer y poeta

Susana Corullón 21 de Marzo de 2011 a las 10:02 h

Seguimos con nuestro mes de y sobre las mujeres. Hoy además se yuxtapone otra celebración, la del Día mundial de la poesía. Queríamos hablar de una mujer poeta, Y hemos elegido a Wislawa Szymborska.

[Seguir leyendo] Mujer y poeta

A Larra con violetas… y una exposición

7 de Enero de 2010 a las 09:27 h

En el año que acabamos de terminar, se cumplieron doscientos años del nacimiento de Mariano José de Larra, un 24 de marzo de 1809. Nuestro homenaje llega tarde por unos días, pero aquí está.

Os invitamos a visitar en la Biblioteca de Políticas la exposición bibliográfica que hemos organizado.  También podéis consultar el dossier elaborado por la Biblioteca Miguel de Cervantes, o leer este maravilloso poema de Luis Cernuda:

 

A Larra con unas violetas

Aún se queja su alma vagamente,
El oscuro vacío de su vida.
Más no pueden pesar sobre esa sombra
Algunas violetas,
Y es grato así dejarlas,
Frescas entre la niebla,
Con la alegría de una menuda cosa pura
Que rescatara aquel dolor antiguo.

Quien habla ya a los muertos,
Mudo le hallan los que viven.
Y en este otro silencio, donde el miedo impera,
Recoger esas flores una a una
Breve consuelo ha sido entre los días
Cuya huella sangrienta llevan las espaldas
Por el odio cargadas con una piedra inútil.

Si la muerte apacigua
Tu boca amarga de Dios insatisfecha,
Acepta un don tan leve, sombra sentimental,
En esa paz que bajo tierra te esperaba,
Brotando en hierba, viento y luz silvestres,
El fiel y último encanto de estar solo.

Curado de la vida, por una vez sonríe,
Pálido rostro de pasión y de hastío.
Mira las calles viejas por donde fuiste errante,
El farol azulado que te guiara, carne yerta,
Al regresar del baile o del sucio periódico,
Y las fuentes de mármol entre palmas:
Aguas y hojas, bálsamo del triste.

La tierra ha sido medida por los hombres,
Con sus casas estrechas y matrimonios sórdidos,
Su venenosa opinión pública y sus revoluciones
Más crueles e injustas que las leyes,
Como inmenso bostezo demoníaco;
No hay sitio en ella para el hombre solo,
Hijo desnuda y deslumbrante del divino pensamiento.

Y nuestra gran madrastra, mírala hoy deshecha,
Miserable y aún bella entre las tumbas grises
De los que como tú, nacidos en su estepa,
Vieron mientras vivían morirse la esperanza,
Y gritaron entonces, sumidos por tinieblas,
A hermanos irrisorios que jamás escucharon.

Escribir en España no es llorar, es morir,
Porque muere la inspiración envuelta en humo,
Cuando no va su llama libre en pos del aire.
Así, cuando el amor, el tierno monstruo rubio,
Volvió contra ti mismo tantas ternuras vanas,
Tu mano abrió de un tiro, roja y vasta, la muerte.

Libre y tranquilo quedaste en fin un día,
Aunque tu voz sin ti abrió un dejo indeleble.
Es breve la palabra como el canto de un pájaro,
Mas un claro jirón puede prenderse en ella
De embriaguez, pasión, belleza fugitivas,
Y subir, ángel vigía que atestigua del hombre,
Allá hasta la región celeste e impasible.

De Las Nubes

  A Larra con violetas… y una exposición

Poesía en la biblioteca

Susana Corullón 23 de Diciembre de 2009 a las 09:45 h

Si alguien en el Campus de Somosaguas experimenta una urgencia poética, puede acercarse a la biblioteca de Políticas y leer o escuchar los audio libros que allí tenemos pertenecientes a la colección: "Poesía en la Residencia".

Los volúmenes acompañados de un CD-ROM, recogen las conferencias, con lectura de poemas que Claudio Rodríguez, Octavio Paz, José Ángel Valente y Rafael Alberti ofrecieron en su día en la Residencia de Estudiantes.

A parte de gozar con los poemas recitados por el autor, podemos leer la presentación que cada uno hace de su propia obra y conocer su idea del fenómeno poético.

Entre tantas palabras con sentido que llenan nuestras estanterías, merecen también un hueco las palabras poéticas, que a decir de Valente no llevan ninguna información, no llevan finalidad, ni se sujetan a intención ninguna, porque no quieren comunicar nada, sino solamente convocar hacia el interior de sí mismas y convertir esa interioridad en experiencia vivida.

Las palabras son materia como nosotros, son profundamente humanas, hijas de la muerte, como nos dice Octavio Paz: hablamos porque somos mortales y las palabras no son signos, sino años y al decir lo que dicen, dicen tiempo. Los dioses no conversan, conversar es solamente humano. Y el poeta es, como decía Lorca, aquel cazador nocturno que tantea en medio de la noche, sin saber que caminos ha seguido hasta no ver concluido su poema.

Como en estas fechas todo el mundo hace recomendaciones de libros para regalar, a los amantes de la poesía les remitimos a las que el colectivo Addison de Witt hace en su blog: Crítica poética y contracrítica

 

Felices Fiestas a todos

  Poesía en la biblioteca

Tratado de urbanismo

Susana Corullón 30 de Junio de 2009 a las 09:59 h

La ciudad es algo más que mobiliario urbano, parques, luces y semáforos. Es también la narración de los afectos de los que en ella habitan, el diálogo constante entre el espacio y las personas, que en teoría sirvieron de medida para la creación municipal. El poeta se hace un ciudadano más: sin quejas ni moralinas, sólo invita al viandante a su juego de sobrentendidos.

 

"[...] El edilicio ingenio

dispuso esas fragantes bambalinas

y colocó en su centro

al ciudadano empadronado

para júbilo, y gloria, y goce mutuos.

Y así ha vuelto a ser rey -si no arrogante,

al menos comedido y respetuoso-

de lo creado el hombre, los domingos.

A veces, entre horas,

cualquier día laborable

también regresa y mide,

incógnito y fugaz, con leves pasos

su dominio,

comprueba el orden de todos sus bienes

(bancos, sauces, palomas, fuentes, pétalos,

estatuas, urinarios, mariposas),

deja

su luminoso cetro entre las ramas,

y vuelve hacia su sitio de cosa entre las cosas,

dirigido por rótulos y luces,

acosado por claxons y sirenas,

cerrada la esperanza, el miedo abierto,

y el deseo también y la nostalgia

de todas las mentiras que creyó cuando niño..."

 

Tratado de urbanismo / Ángel González

  Tratado de urbanismo

Un poeta chino

24 de Febrero de 2009 a las 10:36 h

Tao Yuanming vivió en China durante la dinastía Jin entre los años 365 y 427 de nuestra era, mientras en Occidente los bárbaros realizaban sus primeras incursiones en el Imperio Romano. También en la China de la época, el norte estaba en manos de invasores, mientras que el sur era gobernado por débiles y efímeras dinastías. Nuestro poeta ocupó varias veces cargos en el gobierno, pero la turbulencia de los tiempos le llevó a buscar refugio en el campo, trabajando como campesino.
[Seguir leyendo] Un poeta chino

¿Hay poesía después del capitalismo?

20 de Febrero de 2009 a las 14:14 h

Walter Benjamin se plantea si la poesía lírica es posible en el mundo moderno, y lo hace hablando de Baudelaire, al que considera el último poeta lírico.


Baudelaire pretendía ser popular, en un mundo en el las condiciones de vida impuestas por el capitalismo suponen la desconexión entre la recepción de la lírica y la experiencia de los lectores.

Para Benjamin, la filosofía debe apoderarse de la experiencia verdadera, en oposición aquella que se sedimenta en la existencia de las masas. El orden social alimenta falsas ilusiones de autoconsciencia, mientras va succionando la savia viva de la experiencia auténtica.

[Seguir leyendo] ¿Hay poesía después del capitalismo?

¿Hay poesía después de los 40?

20 de Febrero de 2009 a las 14:03 h

El poeta Gil de Biedma pensaba que no y para demostrarlo dejó de componer poemas a los 36 años. Las razones de Gil de Biedma son interesantes. La edad madura es una meseta de la vida en la que no pasa nada. Las grandes decisiones vitales (quién será nuestra pareja, cuál será nuestra orientación sexual, a qué nos dedicaremos…) ya han sido tomadas. La juventud es como una novela que vamos leyendo a toda velocidad, porque estamos intrigados por saber lo que ocurrirá a continuación. En la madurez ya no hay intriga ni novedad, es como una de esas descripciones de novela decimonónica; puede que esté bien, pero a ratos se nos escapa un bostezo.

[Seguir leyendo] ¿Hay poesía después de los 40?


Universidad Complutense de Madrid - Ciudad Universitaria - 28040 Madrid - Tel. +34 914520400
[Información - Sugerencias]