
[Libro de samuráis] A. 1726, 83 h., 27 x 18,5 cm. Pintado a mano.
[J-B-10]
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Durante el periodo Tokugawa
convivieron no menos de diez escuelas de pintura, además de la escuela de ukiyo-e.
Algunas de estas escuelas están relacionadas con la aristocracia y la clase
dominante, como la escuela Kanô de pintura a la tinta, fundada por Kanô
Masanobu (1434-1520) en el periodo Ashikaga. La escuela Rimpa, fundada el el
siglo XVII, siguió la tradición más sofisticada y cortesana de la pintura de
estilo yamato-e. Marca un punto de separación con la cultura de Edo y una
unidad con la tradición japonesa.
El estilo occidental que comenzó durante
las escuelas namban continuó hasta el periodo Tokugawa. La escuela Rangaku
(enseñanza de Holanda) se difundió en varias escuelas: Nagasaki, Keisetsu, Edo,
Akita y Sukagawa. La cultura extranjera comienza a manifestarse claramente desde
1720, cuando se anula la prohibición de importación de libros extranjeros.
Los pintores de la escuela Bunjinga o
Nanga (escuela del Sur) aunque son muy diferentes unos de otros, tienen en común
su adscripción al estilo de la pintura china. Acoge a pintores no profesionales
dedicados a pintar paisajes, personajes, árboles, rocas y flores utilizando técnicas
no convencionales. Incluyen entre sus temas el tratamiento de la figura humana,
que no era tratado por sus homólogos chinos. Un pintor de Kyôto, Maruyama Ôkyô
(1733-1795), quien había estudiado pintura china, introdujo en su pintura técnicas
occidentales como la perspectiva y el sentido del espacio. Maruyama-Shijô derivó
del nombre de la famosa escuela fundada por Ôkyô y por Gôshun, cuyo estudio
estaba situado en la calle de Kyôto con este nombre.
La escuela Tosa, llamada asi por el
nombre de su fundador, Tosa Mitsunobu (1434-1525), trabaja a menor escala con la
pintura polícroma y está unida a un patronazgo de miembros de la antigua Corte
Imperial de Kyôto, para quienes siempre trabajaron estos artistas y a la
pintura religiosa con el fin de promocionar el antiguo estilo yamato-e.
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