Ir al contenido | Inicio/BuscarServiciosBibliotecasColección DigitalAyuda

Manuscrito 114: Politicorum libri (S. XV))

1

Folio 163 r.

(Folio 163 r.)

Por un lado contiene el famoso fragmento de San Jerónimo (De viris illustribus, XII) en el que sitúa al filósofo in cathalogo Sanctorum:


TRANSCRIPCIÓN

Lucius anneus seneca cordubensis fautionis vel sautionis stoycy discipulus et patruus lucani poethe Continentissime vite fuit quem non ponerem in cathalogo sanctorum nisi me ille epistole provocarent que leguntur a plurimis pauli ad senecam et senece ad paulum In quibus cum esset Neronis magister et illius temporis potentissimus optare se dicit eius esse loci apud suos cuius sit paulus apud christianos hic ante biennium quam petrus et paulus martirio coronarentur a nerone interfectus est.

TRADUCCIÓN

Lucio Anneo Séneca cordobés, discípulo del estoico Foción o Soción, tío paterno del poeta Lucano, fue de una vida moderadísima. A él no lo pondría yo en la lista de personas santas si no me indujeran a ello aquellas cartas que muchos leen de Pablo a Séneca y de Séneca a Pablo. En ellas, aunque era el maestro de Nerón y la persona más poderosa de aquel tiempo, confiesa desear ocupar entre los suyos el mismo lugar que Pablo entre los cristianos. Fue muerto por Nerón dos años antes de que Pedro y Pablo se coronaran en el martirio.

2

Folio 163 v.

(Folio 163 v.)

En el códice también podemos leer la supuesta correspondencia mantenida entre Séneca y San Pablo, a la que San Jerónimo aludía en el fragmento anterior:


TRANSCRIPCIÓN 

Paulus Senece salutem

Quocienscumque litteras tuas audio presentiam tui cogito. Nec aliud existimo quam omni tempore te nobiscum esse cum primum itaque venire ceperis, invicem nos et de proximo videbimus. Bene te valere opto.

 
TRADUCCIÓN

Pablo saluda a Anneo Séneca. Cada vez que escucho tus cartas siento la presencia de tu persona y sólo pienso en que puedas estar entre nosotros para siempre. Tan pronto como inicies tu venida, nosotros iremos a tu encuentro y nos veremos en breve tiempo. Deseo que estés bien.

3

Folio 162 v.

(Folio 162 v.)

De remediis fortuitorum es una de las obras falsamente atribuidas a Séneca, pero muy difundidas a lo largo de toda la Edad Media. En el manuscrito 114 existe una copia.

Quevedo dos siglos después realizó una traducción de la obra y reivindicó la paternidad de Séneca, en contra de toda la crítica filológica anterior:

De los remedios de cualquiera fortuna...traducido por don Francisco de Quevedo Villegas...Madrid, 1787.

Folio 188 r.

(Folio 188 r.)

Leonardo Bruni (1370-1444) fue uno de los humanistas italianos más importantes. Dentro de su amplia producción literaria, las traducciones al latín de textos griegos ocupan un lugar relevante. Además de algunas obras de Plutarco, Demóstenes, Jenofonte, San Basilio y un amplio fragmento del canto noveno de la Ilíada, Bruni tradujo la Ética a Nicómaco -cuyo impacto en el ámbito filosófico y filológico fue enorme- y la Política de Aristóteles -además del pseudo-aristotélico Económico- y diversas cartas y diálogos de Platón: Apología de Sócrates, Gorgias, Fedro, Fedón y Critón. El manuscrito 114 contiene una versión de la Política y un comentario del  Económico. Dentro de sus obras originales destaca el breve tratado Isagogicon moralis disciplinae, dedicado a examinar las diferentes opiniones de los filósofos sobre la felicidad, que también está incluido en el mismo códice. El comienzo de la obra está claramente inspirado en el De vita beata de Séneca:


TRANSCRIPCIÓN 

SI UT VIVENDI GALEOTE sic etiam bene uiuendi cura nobis esset infinitos pene labores quibus Stultitia stuat humana Tamquam superfluos et insanos fugiendos longe omittendosque putaremus Nunc autem noster omnis error ab eo manat quod sine proposito fine uiuimus et uelut in tenebris cecutientes. Non tam per calem aliquem perspectum et certum quam per oblatam nobis semitam fortuito ambulamos Vt sepe quo nostri ferant gressus ne ipsi quidem stiamus eddicere.


TRADUCCIÓN

 Si, del mismo modo que nos preocupamos de vivir, Galeoto, también nos preocupásemos de vivir bien, todas esas casi infinitas tareas en las que se afana la estupidez humana las juzgaríamos superfluas e insensatas y dignas de ser evitadas y despreciadas. En cambio, todo nuestro error deriva de que vivimos sin ninguna meta definida y deambulamos como ciegos en medio de las tinieblas no por un camino marcado y seguro para nosotros, sino por la primera senda que se nos ofrece. Por ello, a menudo ni nosotros mismos sabemos explicar a dónde van nuestros pasos.

Quejas y sugerencias Mapa web
Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid
Ciudad Universitaria - 28040 Madrid
bucweb@buc.ucm.es
© UCM 2024