PORTADA
La iconografía de su bella portada encierra algunas de las claves del movimiento neoestoico. En los cuatro ángulos se hallan las cuatro grandes figuras del estoicismo en la Antigüedad: Zenón el fundador, su discípulo Cleantes, Séneca y Epicteto. Entre ellos, dos héroes de la mitología, Ulises y Hércules, cuya presencia junto a los cuatro filósofos resulta algo desconcertante. No obstante ambos fueron para los estoicos modelos de comportamiento virtuoso. Séneca (De constantia sapientis 2,1), al alabar la conducta de Catón, dice de ellos: "...los dioses inmortales nos dieron a Catón como modelo de sabiduría, incluso más que Ulises y Hércules lo fueron en siglos anteriores. En efecto, nuestros filósofos estoicos consideraron a ambos como sabios invencibles en sus obligaciones, pues despreciaron el placer y superaron todo temor."
La figura femenina central que mira hacia el firmamento representa a la sabiduría, facultad que para los estoicos hace al hombre partícipe del logos divino, simbolizado mediante la luz. Por eso en medio de la noche recibe un rayo de luz proveniente del cielo y porta una candela encendida en su mano derecha. En la izquierda lleva un libro en el que podemos leer: scientia divina et humana.