El proceso técnico hasta el siglo
XIX era similar al de los grabados. El manuscrito se entregaba a un copista, hanshitagaki, quien realizaba un copia, hanshita. La copia hanshita pasaba al
grabador, horishi, quien cortaba las partes blancas y dejaba el texto y las
ilustraciones en relieve. Después pasaban a un impresor, surishi, quien
entintaba e imprimía las hojas de papel con el baren. Cuando ya había
suficientes copias, se alineaban y se realizaban las cubiertas. La utilización
de dos técnicas ayudaron a la producción de estos libros. La técnica
kabusebori consistía en producir un facsímil del texto con páginas de
ediciones anteriores y la segunda técnica, llamada umeki, consistía en
reemplazar parte de bloque de madera con diferentes textos. También se podía
utilizar esta técnica para
sustituir partes deterioradas de la plancha.
Las cubiertas llevan pegada una tira
de papel (daisen) con el título. En caso de que aportara algún resumen se
denominaba mokurokudaisen, y edaisen si iba ilustrada. Por su fragilidad, es
habitual que no haya llegado hasta nuestros días. En otros casos el título de
la cubierta, gedai, puede diferir del título interior del libro, naidai.
|

KATSUSHIKA HOKUSAI: Hokusai manga. [Vol. 2]. A. 1876. 30 hojas,
22x16 cm. J-C-13-6. |