Actualmente nos encontramos ante una situación crítica de la Educación Infantil como etapa educativa. Durante demasiado tiempo, la Administración se ha centrado en servir a los intereses económicos y demográficos a cualquier precio, aumentando progresivamente las ratios de forma que es cada vez más frecuente encontrar en los centros escolares clases de infantil con veintisiete y veintiocho alumnos de tres, cuatro o cinco años.
Repensar la escuela