El desarrollo tecnológico y sus incesantes injerencias en el desarrollo cotidiano han pasado, en mayor o menor medida, de constituir un respiro con respecto a la anquilosada maquinaria administrativa de nuestro pasado a ser un implacable mecanismo de control y sometimiento del individuo, hasta límites en ocasiones intolerables. Caben pocas dudas respecto a la inversión progresiva de los papeles, habiéndose consumado la transformación de una tecnología al servicio de la humanidad a una humanidad que se pretende que esté al servicio de la tecnología. El despropósito de tal idea, pese a su gravedad, pasa desapercibido para el ciudadano medio, convenientemente distraído mediante una hábil combinación de propaganda repetitiva, actividades de entretenimiento y medios de difusión programados como anestésico del intelecto. En este sentido, la tecnología ha dejado de estar controlada por quienes la entienden, los técnicos, para convertirse en una herramienta de presión guiada por los mezquinos intereses de una banda de necios.
[Seguir leyendo] Aut neca aut necare: saturación tecnológica en la ciencia ficción