Tiferet
La enorme torre repleta de apartamentos se alzaba ominosa como queriendo tocar el cielo... y sí, ahora que recuerdo, me dijeron que en el pasado le llamaban "rascacielos". Había decenas -cientos quizás-, como flores en un jardín, de distintos tamaños y formas, extendiéndose vastamente hasta el horizonte y limitando con la playa cuyas azuladas aguas chocaban con los arrecifes y la costa. En cada uno de ellos vivían cientos de personas, una por cada ventanita más o menos. Interminables aves mecánicas sobrevolaban las edificaciones como mosquitos alrededor de la basura. Unas reparaban las estructuras cuando se deterioraban o dañaban por el ambiente, otras recogían la basura que los habitantes dejaban caer por tubos y terminaban en un gran basurero común, y otras entregaban paquetes de cosas que la gente de los Edificios compraba.
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