Parecía muerto y enterrado. Pero en estas Trump conoció a Merkel y esta le dijo que los países europeos no pueden establecer relaciones comerciales unilaterales. Al estadounidense le costó entenderlo, pero al final lo hizo, y desde hace unas semanas el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), denostado durante su campaña presidencial, ya quizá no sea tan malo. Según relató el catedrático de Derecho Administrativo Julio González, moderador del Encuentro Complutense "TTIP y CETA. Nueva Lex Mercatoria", celebrado este 25 de abril en la Facultad de Derecho, la administración Trump se quiere volver a sentar a negociar y Europa, o mejor dicho su Comisión, también. Para González, el TTIP, el CETA -el tratado ya firmado entre la UE y Canadá- y otros como el que Estados Unidos también quiere retomar con China, India y Japón, el TCEE, pueden configurar una especia de "Constitución económica mundial" por encima de las democracias.
Encuentros Complutense advierte de los riesgos democráticos, jurídicos, climáticos y medioambientales del TTIP