2 de junio. Unos cuantos jóvenes se han pasado toda la noche sin dormir intentando hackear el Centro de Seguridad Nuclear (CSN). Les ha costado, pero lo han conseguido. Esta historia, que es real, podría ser el comienzo de una película de terror, porque el CSN tiene como misión proteger a la población y al medio ambiente de los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes y controlar la seguridad de las centrales nucleares. Por suerte, los jóvenes que les han hackeado son miembros del grupo de hacking ético de la Facultad de Informática de la Complutense (FDIst: FDI security team), que en lugar de aprovechar esas brechas en la seguridad del CSN para su propio interés, lo que hacen es preparar un informe de vulnerabilidades para enviárselo a los responsables de ciberseguridad del Centro, que lo verifiquen y resuelvan los defectos. Coordinados por los profesores Juan Carlos Fabero y José Luis Vázquez Poletti, del Departamento de Arquitectura de Computadores y Automática, los estudiantes de FDIst ya han podido probar sus habilidades en entornos reales como el CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear o Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales), el Centro de Proceso de Datos de la UCM, la Armada y ahora el CSN.
[Seguir leyendo] A hackear el Centro de Seguridad Nuclear, pero con ética