En el comienzo de la pandemia, un grupo de profesores de la Complutense, liderado por José Manuel Bautista, apostó por formar una Red de Laboratorios COVID-19, con la idea de aprovechar los equipos, el personal especializado y las instalaciones científicas de la UCM, para hacer pruebas de detección del SARS-CoV2 en pruebas clínicas. En esa Red, uno de los pilares ha sido la Unidad de Genómica del CAI de Técnicas Biológicas, dirigida por Francisco Javier Arroyo Nombela. Su participación en la Red se ha llevado a cabo en tres niveles: ha participado en el control de la calidad de los análisis, ha desarrollado un kit propio para la detección del SARS-CoV2 y ha actualizado parte de las infraestructuras para ser capaces de procesar hasta unas 1.500 muestras diarias solamente en dicha Unidad. Arroyo Nombela insiste en la importancia de que cale la idea de la necesaria financiación en investigación científica en nuestro país, al tiempo que informa de que con los adelantos realizados en estos tres meses la Unidad que dirige está preparada para el posible, aunque nada deseable, escenario de que a corto o medio plazo haya un rebrote de la COVID-19.
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