En el año 1983 dos terroristas de ETA refugiados en Bayona desaparecen sin dejar rastro. Doce años después, un policía de Alicante encuentra dos cuerpos que podrían ser los de aquellos jóvenes y reabre un caso que dejó entrever la parte más sucia de la democracia española.
Crítica de cine. Lasa y Zabala, de Pablo Malo